jueves, 4 de febrero de 2010

LA INDIGNA


EDITORIAL
Silencio



Luego de la nueva conferencia de prensa de la presidenta Cristina Fernández sólo resta pedirle una cosa: que pare de hablar. Es que la primera mandataria ha quedado reducida (otorgándole que alguna vez tuvo algún breve volumen) a una máquina de decir zonceras y esgrimir acusaciones.
Lo mismo da consejos sexuales o sobre nutrición, ambos con la rigurosidad científica de una comadrona, como lanza denuncias desde una postura de honestidad que en su caso y en el de su marido resultaría cómica si no fuera indignante. En materia de corrupción, Cristina Fernández habla de la paja en el ojo ajeno cuando la viga propia no para de crecer, a la par de sus millones de dólares.
Es cierto que en el país hay un ambiente de crispación e incertidumbre. Pero no ciertamente producto de la alucinada conspiración que denuncia el gobierno. Es el matrimonio Kirchner la verdadera causa y, seguramente, un principio de solución sería que Cristina se llamara a silencio.
LNP

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