miércoles, 17 de febrero de 2010

ÚLTIMAS IMAGENES DEL NAUFRAGIO

Estamos viviendo momentos de suma gravedad en la República Argentina. El gobierno, cual barco sin timón, con una conducción enardecida de soberbia y arrogancia, ha perdido el control de si mismo.



Toda opinión o resolución de un funcionario que, integrando un ente autárquico e independiente, resulte contraria a sus deseos ilegales, es calificada por la presidente, su marido y su séquito como golpista y conspiradora lo mismo si proviene de un partido considerado democrático por todos y cada uno de los sectores nacionales. Acostumbrados a ignorar la ley, como nunca antes lo habían hecho gobiernos democráticos que los antecedieron, han llegado al colmo de ponerse por encima de las normas y leyes que constituyen la columna vertebral de la República. Se han ubicado en una especie de estado supralegal en el cual la ley se aplica o ignora según sus deseos y necesidades.



¿Tenemos conciencia los Argentinos de lo que está haciendo este gobierno, gobierno que jamás tuvo apego a lo que prescribe la ley.?



La expulsión dep Martín Redrado, Presidente del Banco Central de la República Argentina parece haber ocurrido hace un siglo y es la lógica de un gobierno que arrasa con todo lo que encuentre a su paso. Luego de este inoportuno acto el cual fue apoyado por el vicepresidente Julio Cobos considerado uno de los golpistas por el oficialismo, este gobierno no cesa con su afán, no afano como dijo otro peronista días atrás al referirse a que los K podrían robarse hasta la Casa Rosada y la Plaza de Mayo, de continuar su derrotero destructivo y apropiador. Continua el deseo de apropiarse de 6500 millones de dólares, que figuran en el presupuesto nacional pero con los que no cuentan para respaldar este presupuesto que a esta altura no se entiende cómo fue aprobado.

No quedan dudas que los culpables de esta tragedia nacional son los integrantes de este gobierno pero es justo reconocer que la oposición poco ha hecho hasta ahora para poner límites a quien se encuentra fuera de todo control. Recién parecen haberse dado cuenta que el país está en llamas y han comenzado a trabajar pero tampoco pueden dejar de lado su orgullo y los deseos personales, todos creen ser el mejor y se imaginan dirigiendo el país, luego del paso de Atila por la Argentina.

Es de esperar que la Corrupción reinante y los orgullos de una oposición que no termina de unirse para salvar a la Nación Argentina de un caos social, económico, institucional y moral como nunca antes se haya visto en democracia cesen de una vez por todas.

No es casualidad que nos comparen con Venezuela, todavía no lo somos pero vamos camino a serlo si entre todos no nos ocupamos.

Como broche de oro la presidente ha tomado la costumbre de pronunciar discursos acompañados de frases soeces similares a los del caudillo venezolano en su programa televisivo, lo que suma otro punto en el acercamiento a las prácticas de este hombre, expresanndo las sandeces más sorprendentes al referirse a la carne de cerdo, al subirse a un cuatriciclo ridiculizando aún más su deteriorada imagen o al cambiar frases famosas de la literatura.



Para quienes nunca vimos nada transparente por parte de este gobierno no es sorpresa lo que ocurre, aunque nos embarga la tristeza cuando corroboramos que se van dando todas y cada una de nuestras apreciaciones.



Esto nos lleva a una penosa conclusión: harán lo que quieran sin importarles nada de nadie. Se creen dueños de todo, hasta de la ley y la vida de nosotros los Argentinos.




Alejandro Olmedo Zumarán.

DNI. 16.495.649.

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