domingo, 5 de febrero de 2012

CIRCO INGLÉS


LONDRES (BBC). El duque de Cambridge forma parte de una tripulación de 4 hombres en el territorio, al servicio tanto de la población civil como de la militar.

Durante la misión de 6 semanas el teniente de vuelo Wales -el apellido que lleva por ser hijo del príncipe de Gales- será copiloto de un Sea King, un puesto que ha tenido desde que se graduó.

Su llegada se produjo en medio de renovadas tensiones entre Reino Unido y Argentina.

Una estadía de 6 semanas en las islas es de rutina para pilotos de búsqueda y rescate en esta etapa de su carrera, explicó el Ministerio de Defensa (MoD por sus siglas en inglés).

Fotos divulgadas por el MoD muestran al príncipe recibiendo instrucciones sobre el ambiente único y desafiante que representa volar sobre las islas.

El líder de escuadrón, Miles Bartlett, oficial al mando de búsqueda y rescate, expresó que un puesto de operaciones en las Falklands/Malvinas es "una parte vital" del progreso en la carrera de un piloto de esa especialidad.

"La experiencia que adquieren es inigualable", agregó. "Es un trabajo desafiante y variado que brinda una habilidad esencial a los militares y a la población de las islas Falklands".

Es probable que el príncipe tenga que lidiar con una variedad de condiciones desafiantes, ya que el clima en las islas cambia con frecuencia y una proporción significativa de la población vive en zonas muy remotas y agrestes.

Entre sus tareas previas se incluyen rescatar a pescadores de barcos de arrastre, llevar pacientes muy enfermos al hospital, apagar incendios forestales y arrojar suministros a áreas aisladas.

La misión del príncipe coincide con el envío de la Armada Real de uno de sus buques de guerra más nuevos, el destructor de clase 45 HMS Dauntless, en su viaje inaugural a la región.

La Armada Real dijo que el viaje del destructor desde Portsmouth se había programado hace mucho tiempo y no es una reacción a la escalada de las tensiones con Argentina sobre las Falklands/Malvinas.

Según Nigel Inkster, del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, "está claro que el gobierno argentino y muchos de sus ciudadanos ven (la presencia de William) como una provocación".

"Realmente les molesta y obviamente no hay nada que puedan hacer al respecto, pero creo que lo ven como un simbolismo no solo de la línea dura británica, sino de la intención de no participar en ningún tipo de conversación mientras los isleños no lo deseen".

Ante los reclamos argentinos de que le sea devuelto el archipiélago por cuyo control se enfrentó en una guerra contra Reino Unido en 1982, el gobierno británico ha dicho que no discutirá la soberanía del territorio si los habitantes de las islas no están dispuestos.

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