A CAPITAL..............

EL CAMPO PODRÍA AVANZAR

SOBRE LA CAPITAL FEDERAL



Por Carlos Manuel Acuña

Tal cual lo anunciamos reiteradamente durante los últimos días, el paro de protesta del campo comienza a profundizarse en términos de insospechado final. Mal asesorada, la Presidente Kirchner se muestra este momento, al menos, irreductible respecto del tema de las retenciones y hoy despertó una cierta expectativa sobre su posible discurso, todavía sin señales de una comprensión acerca del grave problema que ha desatado. Simultáneamente, el ex gobernador de Buenos Aires y presidente por un corto período cuando la crisis de comienzos de este siglo, Eduardo Duhalde - alias "el bueno" en comparación con su socías, el guerrillero Eduardo Luís Dhualde, actual secretario de Derechos Humanos - también anunció que a las 18 hablaría sobre productividad, actitud que hizo pensar a algunos observadores que podría esconder la intención de sumarse políticamente a lo que ocurre.

Sin embargo, esto no sería posible pues el agro posee entidad propia afianzada por la unidad de las distintas corrientes internas que lo representan y se niega a politizar el rol protagónico que desempeña. Esto no quiere decir que acepta y hasta aplaude a quienes lo defienden, como sucede, por ejemplo, con Lilita Carrió o María Alarcón, aunque al mismo tiempo entiende que su propia entidad de productores es lo que le da más fuerza aún en esta encrucijada.

De todas maneras, la protesta lleva implícitas derivaciones políticas de envergadura. Este último fin de semana el jefe de Gabinete Alberto Fernández intentó por todos los medios convencer a los gobernadores - excepto al santafecino Binner, que ya se definió a favor del campo - para que intenten dialogar con dirigentes agropecuarios, pero el caso es que unos se negaron para no arriesgar posiciones políticas, en tanto otros, por lo bajo, emiten señales de simpatía hacia quienes cortan las rutas. Más aún, esas señales globales si bien llegan directamente a las entidades que representan al sector, tropiezan con la realidad de que las mismas bases que al margen de las instituciones a que puedan pertenecer, son las que deciden y se ponen de acuerdo sobre los pasos que deben dar. Esto hace que las eventuales conexiones, si se concretan, tropiecen con la contundente afirmación de que se llegará "hasta las últimas consecuencias" y que ya se han producido fisuras en el oficialismo, incluso en el sector sindical: la agrupación gremial que representa a los peones de campo y otro personal que trabaja en el sector, resolvió no aceptar la orden de su amigo Moyano en el sentido de que critique y se oponga a los productores. Así, Jerónimo Venegas, titular de UATRE, no solamente optó por el silencio sino que incitó a sus afiliados a contribuir personalmente con los piquetes. Lo más interesante es que Venegas simultáneamente es el jefe de las 62 Organizaciones, una de las líneas sindicales más activa del peronismo ortodoxo. Cómo si esto fuera poco, camioneros "moyanistas" que fueron a los cortes - como sucedió en Entre Ríos - para reprimirlos, terminaron por confraternizar con los hombres de campo y aceptaron el convite de concurrir a un comedor comunitario a comer para reponer energías.

Esto debería llamar la atención del Gobierno, así cómo también las noticias de la intercepción de vías férreas para que los trenes que transporten mercadería proveniente del agro, no puedan llegar a destino, iniciativa que podría complementarse con el levantamiento parcial de vías para lograr el mismo resultado pero de una manera más contundente. Entre la espada y la pared, el gobierno en su doble sede de la Casa Rosada y Puerto Madero deberá meditar sobre éstas y otras circunstancias que hora a hora acentúan las tensiones y la resolución adoptada por quienes expresan el verdadero sentir del interior, del país verdadero que trabaja todos los días de sol a sol y al que ahora se agregan los comerciantes e industriales de toda naturaleza que saben que si el campo carece de recursos, ellos serán las primeras víctimas del retroceso. Por eso, ahora se popularizaron los interrogantes acerca de los fondos de Santa Cruz, por ejemplo, o de cual es el verdadero destino de la recaudación que generan las retenciones que por ser de índole nacional, no vuelven a las provincias o los municipios.

Pero el alerta mayor que tendrá el gobierno será el anticipo que hoy formulamos en el sentido de que entre los planes que analizan los productores, está la organización de una marchas masiva con tractores, cosechadoras, camionetas y toda clase de material agrícola, hacia el centro de la Capital Federal, hacia la misma Plaza de Mayo que, desbordada, dejará de ser privativa de las llamadas "Madres", para convertirse en la representació n histórica de una Argentina verdadera que quiere reaccionar frente a la decadencia que la abruma.

Si esto se concreta, las rutas y calles se llenarán con la presencia del campo que señalará con sus dedo extendido hacia los responsables del actual estado de cosas. No serán las organizaciones de izquierda las que lo impedirán ni las pequeñas estructuras políticas que apoyan al gobierno, pues como ya sucedió con Blumberg en su momento, el kirchnerismo deberá afrontar un verdadero terremoto político que lo superará, tanto en su organización como en sus integrantes. Podemos decir que se estudian caminos de alternativa para cualquier inconveniente que se quiera instrumentar para frenar a esta fuerza avasalladora que para ese entonces tendrá reclamos más explícitos que formular.


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