jueves, 18 de febrero de 2010

SAQUEADORES

SAQUEADORES

Por el Lic. Claudio Valdez

Ya en el siglo IV aC. Platón nos relata en sus diálogos una de las formas de gobierno de su polis (Atenas) que originó las prácticas políticas del mundo contemporáneo y el aplauso entusiasta de los “partidos beneficiados”. Como se verá, muy poco han cambiado los conceptos fundamentales que avalan algunos sistemas políticos a través de los tiempos. Eso sí, los resultados ya habían sido observados y advertidos por el excepcional pensador que, no por casualidad, fue calificado como “abuelo intelectual” del mundo occidental.

Aquí el texto:

-El pueblo, es decir los que viven del trabajo de sus manos, se hallan alejados de las actividades públicas y disponen de muy pocos bienes. En la democracia es la clase más numerosa y la más poderosa cuando se reúne en asamblea.

-Lo es, en efecto, pero a menudo no quiere reunirse si no le dan su parte en miel.

-Y la recibe, en efecto, en la medida en que sus jefes pueden despojar a los ricos de los bienes que poseen y repartirlos entre el pueblo, guardando para sí la mejor parte.

En La Argentina, hoy le llaman “progresismo” al pervertido modo para lograr igualar la distribución económica y afirman que consiste en “distribución social”. Sabemos que siempre fue “pillaje de oportunistas y desesperados”, originado en el mal ejercicio del poder por parte de oligarquías incapaces de gobernar ateniéndose a fundamentales normas de rectitud moral con el debido resguardo por el bien común y la justicia.

La incapacidad de aquellas oligarquías como de las que les sucedieron, proclamándose plebiscitarias y democráticas, no las exime de culpa ni de responsabilidad desde que fuera voluntad de sus integrantes formar parte de las fracasadas dirigencias políticas. Las mismas sin poder hacer nada a favor del bien común de sus compatriotas, solo lograron estafar a “la nación políticamente organizada” (Estado) defraudar a votantes e injuriar a los esforzados antepasados, que con sacrificios nos brindaron “la Patria” (tierra por la cual laboraron, soñaron y murieron nuestros padres).

Hoy, necios “politiqueros”, “traidores a la patria” de la década del 70, contraculturales, delincuentes y degenerados se arrogan “derechos humanos” para sostener un régimen político que, desde “taimada legalidad”, continúa destruyendo “al pueblo de la Nación Argentina” que nuestra “Constitución” garantiza como soberano.

Estimado lector, no se trata de otra cosa que de saqueadores del Estado que tanto costó en tiempo, vidas y bienes de la población construir. Y como propia consecuencia, esos delincuentes políticos (traidores a la patria) no pueden más que lograr apoyos de cualquier otro significativo sector delictivo: traficantes ilegales, empresas y financieras marginales, organizaciones sociales y sindicatos contraculturales, sin olvidar a gobernadores e intendentes oportunistas.

En tanto este festival de contracultura no puede dejar de ser aprovechado por todo malviviente: así los delitos contra personas y bienes se incrementan en todas sus variantes. Con fuerzas de seguridad y policiales sometidas a la voluntad de pervertidos superiores políticos, la ineficiencia, la desidia, e incluso “la desobediencia ordenada a ordenes judiciales” son servicios en cumplimiento de “obediencia debida”. Poca duda le puede caber al ciudadano honesto que los saqueadores están entre nosotros, como delincuentes comunes y en otros casos como dirigentes. No siempre fue así, y esto debería ser reconocido como un primer paso para poder vislumbrar un superador porvenir.

El saqueador, siempre es un enemigo que roba los bienes, el futuro y aún la vida de sus víctimas. Los pueblos valerosos y que lograron subsistir a este flagelo es porque lo eliminaron, los otros hoy no existen.

(*) Crónica y Análisis publica el presente artículo del Licenciado Claudio Valdez por gentileza de su autor.

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