viernes, 29 de octubre de 2010

CRISPACIÓN


¿TERMINA LA CRISPACIÓN?

Por Susana Merlo

Tal vez como ninguno, el sector agropecuario conozca los efectos del estilo político de la Administración Kirchner, especialmente, al haber sido elegido por el Gobierno como uno de los primeros “adversarios”, más aún, como el “enemigo”.

La controversia y el enojo fueron el eje sobre el que se construyó una relación que identificó plenamente a Néstor Carlos Kirchner. Pero el ex presidente murió repentinamente esta semana y la pregunta natural es: ¿Cristina Fernández es su heredera en la crispación y la polémica, o “sólo” su esposa y actual presidente?.

La respuesta no es menor ya que para el campo en particular hoy existe una posibilidad, al menos, de mejorar la relación y retomar el diálogo si, como muchos suponen, el “gestor” de las estrategias era Néstor. Pero aún en este caso, los cambios estructurales no podrán ser inmediatos ya que para eso deberán mediar sustituciones importantes en el Gabinete, entre otras cosas, en el Ministerio de Economía, ya que en realidad, ese cargo lo ejercía de hecho el ex presidente, por lo que las figuras que fueron ocupando ese sillón en los últimos años fueron elegidas, más vale, por su bajo perfil y/o verticalismo, que por su dotes técnicas.
Ahora se necesita lo opuesto. Además, faltará el estratega político (que, naturalmente, era también Néstor Kirchner), y no sólo los aceptadores de órdenes que, hasta ahora, dominaban la escena.

Por supuesto, sólo después de estas incorporaciones vendrán las decisiones políticas operativas y allí recién se sabrá si Cristina Fernández tomará distancia del “estilo Néstor”, o persistirá en el mismo esquema formal, incluso, redoblando la apuesta. La primera reacción de los mercados internacionales, impulsando subas inmediatas –y robustas- en acciones y bonos argentinos, mientras el riesgo país retrocedía en forma significativa, parece inclinarse hacia la segunda opción. Al menos, entre los hombres de negocios.

Por supuesto, ya en los próximos días van a ir apareciendo señales de la dirección que va a adoptar el Gobierno, y si se imponen los más conciliadores, como fue en su momento el ex jefe de Gabinete, Alberto Fernández, o los confrontativos. Lamentablemente, para una u otra opción, “la pelota” está sólo en el campo del kirchnerismo, ni siquiera en el resto del Justicialismo, y menos aún, en lo que se conoce como “la oposición”.

La pulseada está adentro.

El rol del titular de la CGT, Hugo Moyano; el papel que jugará el piquetero Luis D’Elía; las intervenciones del controvertido Secretario de Comercio Guillermo Moreno; o el nivel de desafío del vociferante actual Jefe de Gabinete, Anibal Fernández, entre otros, se transformarán, en los próximos días en el termómetro y la brújula de la “dirección” que adoptará Cristina Fernández para el año de gestión que aún le resta.

Está en ella mantener el estilo, y “los enemigos”, que había elegido su esposo, o intentar un cambio para imponer su propia fórmula, siempre y cuando pueda elegir bien a quienes la secundarán.

Y para el campo esto es clave, exactamente en este momento. Lo mismo le sucede a cualquiera de los candidatos a presidente para las elecciones del año que viene (que hasta podría incluir a la propia Cristina, ¿en fórmula con Daniel Scioli?).

Es que hoy la siembra de los granos gruesos (maíz, sorgo, girasol, soja), está a pleno y, si el clima ayuda, se podría prolongar por 2 o 3 meses más, con siembras de segunda, y hasta de tercera, en enero.

Una expectativa más favorable en los hombres de campo, puede significar un millón o más de hectáreas sembradas, la utilización de más insumos, otra decisión de compra y de venta. En síntesis, se podría hablar de un piso de 5 millones de toneladas extra de cosecha a partir de marzo-abril-mayo, que van a ser claves para los números del país el próximo año, tanto por operaciones internas, como por el ingreso de divisas por exportaciones, y por aportes fiscales, especialmente en el segundo semestre 2011, que es cuando se concentran las ventas al exterior de mayor valor (aceites, harinas de soja, carne, etc.).

Habría, sin duda, otro nivel de inversiones en ganadería y lechería.

Todo esto es clave, también, para el 2011 y, por lo tanto, para la próxima administración que “heredará” el atraso relativo y la desinversión –o no- de esta etapa.

Podrá recibir algunos recursos extra, o más endeudamiento.

Y todo, tal vez, casi al módico precio de, simplemente abandonar la crispación…

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