DESPEDIDA DEL CAMPO

El campo despide al que se fue…



EL PASAJERO del INFIERNO



Echado allí, inmóvil en el piso

de ésto, que dicen, es la Patria

mirando desde lejos, ya perdida,

a la cruel ironía de la vida.



No lo sé, y no es por suerte

que en el día de este censo,

el descuento te llegara

y te borre para siempre de mi suelo.



Con la total farsa del conteo,

para ver si somos africanos

o tal vez de algún pueblo originario,

y descubrir que soy un argentino.



¡Basta ya! y esto se acaba,

el tiempo malo no es eterno

Lo que ha de ser será,

y el diablo se ha vuelto p`al averno.



Escuchen el llanto tan sentido

de algún piquetero revoltoso,

cuando doña Justicia me lo mande,

a la cueva de barrotes, como a un oso.



Muchos cambiarán ahora sus colores

acomodando sus jergones y peleros,

por que son bichos mañeros

y sobre todo, los fugaces camaleones.



¡Vive y despierta Patria mía!

se oyen retumbar los guardamontes,

cuando cae en ellos un talero

y el lazo brama por tu cielo.



No olvides, ni aún en campo ajüera,

que el blanco y el celeste

son los únicos colores

de nuestra épica bandera.



El cruel emisario de la hoz

que acompaña al cruel martillo,

ha partido del pago del invierno

y seguro llegado ya al infierno.



Carlos Diez San Millán

( 27 de Octubre de 2.010)

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