jueves, 28 de octubre de 2010

Y AHORA ???


NÉSTOR KIRCHNER HA MUERTO: ¿Y AHORA QUÉ?



Por Ignacio García



(Intelligence, Defense and Security)



La pareja presidencial de Néstor Kirchner y Cristina Fernández ha quedado coja. Néstor Kirchner fue el principal eje político de su sector con fuerte ascendencia sobre los movimientos sindicales y agrupaciones de izquierda, con los que logró sustentar la base política de sus dos gobiernos. Dos por que el de Cristina Fernández no fue más que la continuación de sus políticas. En donde los conflictos con todos los estamentos con que se pudiera relacionar gobierno alguno, fueron enfrentados siempre desde la imposición y descalificación brutal, más que la del consenso y la mesura en protección de no sólo de la imagen país o los legítimos derechos de su contraparte, Si no que se buscó agudizarlos hasta romper con las regulaciones que rigen el estado de derecho.



Existía la controversia entre kirchneristas y cristinistas en cuanto a quien sería el próximo candidato a la presidencia. Con la muerte de Néstor, Cristina ahora tiene la vía libre. No sería extraño verla asumiendo un papel de víctima, viuda y hereda natural, cual Eva Perón, pero del justicialismo.



La nueva viuda quedará a la deriva políticamente. Su estructura de personalidad no le permite alejarse de un apoyo personal y cercano en quien apoyarse, o ser dirigida, para enfrentar con la intensidad a la oposición con la fuerza con que venían haciéndolo los K, tanto interna como internacionalmente. Ni menos resolver las dinámicas de conflicto que necesariamente debían literalmente patear, para instaurar en la Argentina, un gobierno de carácter personalista, autoritario, populista y alineado con el chavismo revolucionario.



Por lo tanto o Cristina termina su gobierno a duras penas, si es que llega a terminarlo, o la izquierda más radical en Argentina tratara de copar el vacío de poder que se produce ante la falta de ímpetu del kirchnerismo.



Pero lo que está claro, es que el principal dínamo de los conflictos en Argentina, está ahora descansando en paz. De ahora en adelante, se desatara una lucha por el poder.



No está claro si Cristina Fernández llegue al término de su gobierno. Podrían darse situaciones de violencia social ante la arremetida de la izquierda montonera, los sindicatos que en Argentina funcionan más como mega mafias en conjunto hasta con barras bravas y piqueteros, todos verdaderos grupos de choque callejero que no vacilan en abrir fuego contra quien tengan por delante, y no me refiero a declaraciones, si no a armas de fuego.



La imagen de una mujer con carencias de mando y evidentes falencias intelectuales como estadista, como lo es Cristina Fernández, sola en el poder, es una pieza de carne apetitosa que las fuerza sociales de la vanguardia anti sistémica en argentina, querrán comerse en un festín de desorden callejero y demandas de todo tipo, que podrían surgir en tan sólo unos meses.



Por otra parte y a nivel ya regional, la ausencia de Néstor Kirchner en la UNASUR, debería ser una oportunidad para revitalizar la instancia e instalar un verdadero enfoque democrático que impulse en América Latina gobiernos democráticamente fuertes y apegados al estado de derecho y el pleno respeto a los DDHH. Así mismo, el chavismo pierde uno de sus aliados importantes. Sin Kirchner detrás de Fernández, las próximas elecciones presidenciales argentinas si ya estaban en peligro de perderlas, ahora, esa posibilidad es aún más cierta.



Por ahora, unos llorarán en Argentina, otros celebrarán, pero la democracia tanto en Argentina como en América Latina, salió ganando. Ahora veremos de qué está hecha Cristina Fernández.



La muerte de Kirchner abre un vacío político e incertidumbre en el peronismo



20MINUTOS.ES / AGENCIAS



La muerte de Néstor Kirchner deja un gran vacío político en Argentina y siembra de incertidumbre las filas del Partido Justicialista (peronista), que lideraba el ex mandatario argentino y también secretario general de la UNASUR.



Scioli ha mantenido veladas disputas con el ex presidente en las últimas semanas Kirchner, fallecido este miércoles a los 60 años, era el político con mayor impacto popular junto con su esposa y sucesora en la jefatura del Estado, Cristina Fernández, según los últimos sondeos con vistas a las elecciones presidenciales de 2011. La mayoría de los consultores políticos coinciden en señalar que la jefa del Estado ha heredado soterradas pujas internas en el peronismo, entre otros grandes desafíos en lo que resta de su mandato.



El peronismo está dividido entre el gubernamental Frente para la Victoria y el Federal, que desde fines de 2008 reúne a gobernadores provinciales y antiguos dirigentes “de peso”, entre ellos el ex presidente Eduardo Duhalde (2002-2003), acérrimo rival del matrimonio Kirchner. Tras la muerte de Kirchner, el liderazgo del peronismo pasa formalmente a manos de su vicepresidente, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, que en las últimas semanas había mantenido veladas disputas con el ex presidente.



Scioli, quien fue vicepresidente de Kirchner (2003-2007), soporta embestidas de Hugo Moyano, líder de la Confederación General del Trabajo, el mayor sindicato del país, quien ocupa interinamente la jefatura del peronismo de la provincia Buenos Aires. Para quienes sostienen que Kirchner era el “verdadero poder” en el país, su muerte obliga a su esposa y mandataria a “ocupar el centro de la escena” política, como afirma el analista Rosendo Fraga en una columna publicada en la web del diario La Nación.



Fernández tiene la oportunidad de modificar y corregir una serie de políticas impuestas por su marido Fernández “tiene la oportunidad de modificar, rectificar, corregir, cambiar una serie de aspectos, estilos, orientaciones y políticas impuestas por su marido, que llevaron a una situación inédita, que un gobierno con la economía creciendo al 9% tenga la aprobación de sólo uno cada tres”, advirtió. Las últimas encuestas, de hace unas semanas, indican que Kirchner y Fernández reunían cada uno el 30% de intención de voto, dato que abonaba múltiples conjeturas sobre quién sería el candidato del oficialismo para las presidenciales de octubre de 2011.



En el segundo puesto en intención de voto, a una distancia de entre 15 y 20 puntos porcentuales, aparecen el vicepresidente Julio Cobos, enemistado con el Gobierno, el conservador alcalde de Buenos Aires, Mauricio Macri, y Ricardo Alfonsín, hijo del fallecido ex presidente argentino Raúl Alfonsín. Ante la opinión pública, Macri, Cobos y Alfonsín forman un grupo opositor difuso en momentos en que los tres afilan su estrategia para lograr ser considerados líderes de la oposición, comenta uno de los analistas consultados.



La imagen de Ricardo Alfonsín, de la Unión Cívica Radical, segunda fuerza política del país, crece al calor del prestigio de su padre, fallecido en 2009, pero choca con los golpes de efecto que da Cobos, que regresó al partido tras desmarcarse del oficialismo, al que había llegado junto a otros radicales por medio de acuerdos con Kirchner.



Cobos, caso inédito de un vicepresidente argentino que se pasa a la oposición, aumentó su popularidad por su voto decisivo en la aprobación de una ley que suponía un fuerte aumento salarial a los jubilados y vetó Fernández hace diez días. Muy por debajo en las encuestas aparecen Duhalde, antiguo mentor político de Kirchner, además de otros dirigentes del peronismo Federal, entre ellos dos gobernadores provinciales, que se disputan con el ex mandatario la candidatura presidencial para 2011.

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