El deconsuelo de la militante jujeña Milagro Sala. Fuente: Télam
VIUDEZ EN LA CASA ROSADA
Escribe Lillian Calm: “La noticia me sorprendió como a todos. Impensada e imprevista. En cualquier escenario político argentino imaginable, éste sí que no había sido ni siquiera previsto. Error humano, pues nos recuerda que no somos dueños de la vida ni de la muerte”.
Primero fue Juan Domingo: quedó viudo cuando murió Evita Perón. Y luego María Estela Martínez (la llamaban Isabelita), cuando murió Juan Domingo. Hoy es Cristina quien queda viuda en la Casa Rosada. Una Cristina que ahora que ha muerto su marido, quien era el virtual candidato de las presidenciales del próximo año, lo más seguro es que sea ella quien se presente a la reelección. Total, contaba últimamente con más popularidad que él, pero aunque es previsible que tras este deceso se sume a la campaña un ingrediente sentimental, todos saben que Cristina sin Néstor no es Cristina.
La noticia me sorprendió como a todos. Impensada e imprevista. En cualquier escenario político argentino imaginable, éste sí que no había sido ni siquiera previsto. Error humano, pues nos recuerda que no somos dueños de la vida ni de la muerte.
Como toda muerte, me ha sobrecogido muy de veras la de Néstor Kirchner.
Debo reconocer también que como periodista me quedó la debacle. Apenas horas antes había despachado para Temas y Noticias una columna que por esas casualidades de la vida se centraba en una fuerte crítica a los Kirchner. A ella y también a él. Había que levantarla. Con urgencia le advertí al editor cuál era el tema para evitar que fuera subida a la web y le dije que dentro del día le enviaría otra. Pensé por unos minutos en un tema alternativo, pero comprendí que si bien debía hacerle a la primera unos retoques, no podía desecharla totalmente.
Podía interpretarse, eso sí, como de muy mal gusto criticar en este momento a los Kirchner. Sin embargo no podía eludir la actualidad.
Hoy que Argentina está de duelo por un ex Presidente y porque ha muerto el marido de su Mandataria, hoy que el Presidente Sebastián Piñera no sólo se ha quedado en condolencias sino ha decidido viajar a los funerales, rescato lo rescatable de esa columna que ya no fue. Pero que tiene verdades.
Decía que no hay nada peor que estar picada y que no podía negar que lo estaba, lo que no me sucede a menudo; pero lo peor es que esta vez me había durado demasiado. Por eso había decidido escribir, a ver si con eso me aplacaba, aunque fuera un poco.
Anotaba textualmente:
“No soy de gritar Ceachei… Chi Chi Chi, le, le, le, simplemente porque no es mi estilo, pero para mí, que no soy de estadios, ésta es más que una simple arenga deportiva que se comenzó a corear en las primeras décadas del siglo pasado. Es un signo de unidad nacional que enciende, que enaltece más allá de la cancha, y lo hemos comprobado ahora en la gesta de Atacama.
“Con el estallido comunicacional de Chile en el mundo al rescatar a los 33 mineros de la profundidades de la tierra, muchos extranjeros que lo oyeron y re-oyeron en las trasmisiones televisivas comenzaron también a corearlo (…) Y así muchos otros no chilenos se sumaron, entusiasmados, a la euforia nacional. Bienvenidos sean.
“Pero lo que me causó estupor, y es por eso que estoy picada, fue que la Presidenta de Argentina, a sólo días de pegarnos una bofetada, escribiera en su twitter (parece que como una forma de felicitar por el rescate de los mineros al Presidente Piñera), ‘Chi, Chi, Chi, le, le, le. Los mineros de Chile y de Dios’”.
Y continuaba: “Nada menos que ella, que apenas horas antes había concedido asilo político al presunto asesino de un senador de la República de Chile, desconociendo de paso que en nuestro país existe un probado Estado de Derecho. Con ello le daba una cachetada no sólo a la democracia, sino que a nuestra justicia y al país entero… fuera del Partido Comunista, por supuesto, que solidarizó con el señor Galvarino Apablaza”.
Seguí anotando: “Lo primero son las buenas relaciones con los vecinos en política internacional y lo tengo muy claro… a pesar de las permanentes veleidades de algunos de nuestros hermanos. Pero, resulta que los argentinos tampoco se hayan qué hacer con Cristina…
“Hace sólo unos días el Premio Nobel 2010, el escritor peruano Mario Vargas Llosa, señaló que Cristina representa la “decadencia” de Argentina, que conduce una administración “corroída por la corrupción” y que “basta oír hablar” a la Presidenta “para saber lo que es el populismo”.
Paso. No tengo nada que agregar.
Y anotaba otra opinión: “Pero eso no es todo. También en estos días habló el ex Presidente de Brasil, Fernando Henrique Cardoso, y sus declaraciones fueron profusamente divulgadas más allá de la Cordillera. Al preguntársele cómo veía a los Kirchner respondió que “como expresión de ese caos político argentino. No tienen arraigo en la institucionalidad ni visión de largo plazo. Sólo quieren el poder por el poder mismo. No entiendo cómo pueden seguir tanto tiempo sin que haya una alternativa en la Argentina. Me parece que a la elite argentina le falta liderazgo”.
Paso de nuevo. Nada que agregar.
Y tras detenerme en la crisis institucional, en la crisis económica y en la crisis de liderazgos (me salto otros detalles) me refería al recrudecimiento de la delincuencia y a la guinda de la torta: en pleno Buenos Aires la… ¡huelga de basureros! (léase, en elegante, “paro de los trabajadores de los centros de disposición final de residuos”).
Luego incluía un párrafo más que crítico: “El panorama no puede ser más desolador cuando la primera mandataria incluso pasa por encima de los dictámenes de su propia Corte Suprema para darle una estocada a Chile. Quizás pensó que iba a arreglar el desaguisado al anotar en su twitter el Chi Chi Chi, pero la política internacional, afortunadamente, no se hace sólo por twitter”.
Y terminaba: “¡Qué gran país ha sido Argentina! Ojalá todos los argentinos corearan el Chi Chi Chi. Pero no Cristina. Tampoco Néstor. No tienen derecho”.
Hasta ahí llegaba mi columna. Hoy la leo y me parece tremenda. Es por ello que le cambio el final. En vez de apuntar “tampoco Néstor” escribo muy sinceramente: ruego por el alma de Néstor Kirchner.■■■■■
Lillian Calm
Temas.cl
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