domingo, 31 de octubre de 2010

ÚLTIMAS HORAS DE KIRCHNER


EL HOMBRE QUE CAUSO LA MUERTE DE KIRCHNER Y SUS ÚLTIMAS HORAS



A la tarde, partió junto con la jefa del Estado a El Calafate sin asistir al acto del 28° aniversario de la unidad básica que catapultó a Zannini y a su ex chofer y amigo entrañable Rudy Ulloa Igor.



A Ulloa lo volvería a ver el martes, en la última noche de su vida, en El Calafate. Junto con el empresario Lázaro Báez compartieron una cena en la residencia de los Kirchner. La sobremesa incluyó charlas de políticas y también de obra pública, según algunas versiones.



Otras dicen que por momentos tuvo un tono más fuerte de lo común. Algunas fuentes indican que había discutido por teléfono con Hugo Moyano.



Habría ocurrido en la noche del martes, en plena reunión con el empresario santacruceño. La conversación se habría interrumpido cuando al ex Presidente le pasaron un llamado del todopoderoso titular de la CGT. El líder camionero habría mantenido una fuerte discusión telefónica que dejó a Kirchner alterado, según se comenzó a comentar en el círculo más cercano al matrimonio presidencial.



Moyano le reprochó a Kirchner la falta de apoyo a su flamante conducción en el Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires. Ese mismo día había convocado al consejo partidario del partido, pero más de la mitad de sus integrantes -en su mayoría intendentes del conurbano- pegaron el faltazo y lo dejaron sin quórum para sesionar.



En la lista de ausentes de peso, figuraban el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández; el ministro del Interior, Florencio Randazzo; y el presidente provisional del Senado, José Pampuro, tres hombres que respondían a ultranza al ex Presidente. La movida enfureció a Moyano, que pretendía designar a un protesorero de su confianza en el partido y además mudar la sede de reuniones a Capital.



Otro reproche devino por la falta de freno al juez federal Norberto Oyarbide, quien citó a indagatoria a Marcos Hendler, testaferro de Hugo Moyano y presidente de la Droguería Urbana, en el marco de la megacausa por los medicamentos adulterados. Hendler deberá presentarse ante el magistrado el próximo 23 de noviembre.



El dueño de Droguería Urbana es investigado en la causa por irregularidades en la venta de medicamentos a la obra social del sindicato de Camioneros que conduce Moyano.



En la causa se sostiene que "(Hendler) es una de las pocas personas que el superintendente de Servicios de Salud, Héctor Capaccioli admite conocer y haber tratado en el marco de la recaudación oficial para la campaña de Cristina 2007".



Este último dato es el que puede vincular el expediente por lavado de dinero durante la recaudación proselitista de ese año con la mafia de los medicamentos.



Sin embargo, lo más revelador del tema es que en la denuncia que investiga Bonadío aparece la silueta de Moyano, quien "habría girado cerca de $70 millones a Droguería Urbana, una firma nacida en el 2003 — junto a la llegada del kirchnerismo al poder— y de la cual se sospecha que Moyano es testaferro a través de Hendler".



Esa droguería, no casualmente, está siendo investigada por haber sido una de las tantas empresas sospechosas que aportó dinero a la campaña de Cristina de Kirchner.



En fin, después de la discusión telefónica Kirchner continuó la reunión, pero como era habitual en él, no podía ocultar su furia. Estaba claro que contradecía todos los consejos médicos que demandaba su salud, y que se había vuelto incontrolable luego de su segunda internación en el año.



En la mañana del miércoles, sufrió dos paros cardíacos y falleció.


      
Jorge Velasco Suárez

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