jueves, 28 de octubre de 2010
INCERTIDUMBRE
Incertidumbre política en Argentina tras la muerte
de Néstor Kirchner
Por CARMEN DE CARLOS /
CORRESPONSAL EN BUENOS AIRES / ABC
Al ex presidente le preocupaba que el Gobierno de su esposa pudiera caer por falta de peso propio. La obsesión le consumía. Su muerte abre la lucha por el poder en el país.
“Acá está en marcha una máquina de impedir permanente. No quieren que el proceso avance, no quieren que Cristina (Fernández) gobierne”. Néstor Kirchner, la otra cara de una moneda acuñada a medias con su mujer, pronunciaba estas palabras en marzo, pocas semanas después de pasar por el quirófano. Su corazón, una vez más, le obligaba a hacer el paseíllo por los corredores de un hospital.
A Kirchner le preocupaba en vida que el Gobierno de su esposa pudiera caer por falta de peso propio. La obsesión le consumía. Esto explicaba su permanente demostración de fuerza. El mensaje entre empresarios, ejecutivos nacionales y extranjeros, era el mismo: El presidente soy yo. Era su manera de proteger a Cristina Fernández aunque no eran pocas las voces que se alzaban para decir exactamente lo contrario. “No favorecía a Cristina”, apunta Sylvina Walger, autora del último libro sobre la jefa del Estado, “Cristina, de legisladora combativa a presidenta fashion”.
La pregunta que ronda por buena parte de las cabezas de políticos está directamente relacionada con las preocupaciones de Kirchner. ¿Terminará Cristina su Gobierno? ¿La acompañará el peronismo? ¿Cómo gobernará a partir de ahora?
Rosendo Fraga, director del centro de estudios Nueva Mayoría, reflexiona: “La falta de Kirchner deja la sensación política de que falta el presidente. Es como si se planteara el interrogante de cómo va a actuar el vicepresidente”.
En rigor, el vicepresidente es Julio Cobos, un radical que creyó en las promesas de cambio y aceptó acompañar en “la fórmula” electoral a Cristina Fernández. Hoy no se dirigen la palabra y él no oculta sus deseos de presentarse el próximo año a las elecciones presidenciales.
Él era quien ejercía realmente el poder
“Hasta el último momento se encargó de hacer evidente que él era quien ejercía realmente el poder y no su esposa”, recuerda Fraga. En trece meses de mandato que le quedan a Cristina Fernández, pensar en una sucesión anticipada no parece un escenario probable.
“Ella tiene la oportunidad de ejercer el poder por sí misma. Tiene la oportunidad de modificar, rectificar, corregir, cambiar una serie de aspectos, estilos, orientaciones y políticas impuestas por su marido, que llevaron a una situación inédita: que un gobierno con la economía creciendo al 9% tenga sólo la aprobación de uno de cada tres ciudadanos”.
Sylvina Walger observa: “es demasiado pronto para conocer los pasos de Cristina. Es una mujer muy influenciable, todo dependerá del grupo que logre rodearla, porque ella sola es incapaz de tomar decisiones lógicas”.
Hugo Moyano, ambicioso jefe de la CGT (Confederación General del Trabajo), ha convocado a la poderosa organización sindical peronista “con mucha tristeza para dar el total apoyo a la gestión de la presidenta”. El olfato de Moyano, peronista tradicional, le advertía que se viene una etapa turbulenta. No muy lejos de esa opinión se encontraba la presidenta de abuelas de Plaza de Mayo. Estela de Carlotto, entre lágrimas, reconocía su desolación: “No sé qué hacer con Cristina, queda tan sola al mando de un país”.
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