jueves, 28 de octubre de 2010

PRESO


"CON GANAS DE HABERLO
VISTO PRESO"


Hablan de un luchador.
Un adicto al trabajo.
Un enamorado del Poder y del bién de los argentinos.
Que lo conmovió la muerte del ferroviario del PO llevándolo al borde de la muerte.
Y vendrán los homenajes, Monumentos, Loas de los Buitres que esperan algo de carroña antes de que lo coman los gusanos.
Muchos que dirán "Hay que apoyar a Kristrina".
Yo, ante la suprema Majestad de la Muerte, los Designios de la Divina Providencia, cómo católico, algún rezo, modestísimo, pero rezo al fin, por su alma, no me privaré de hacer.
No sería sincero sin embargo si no dijera que me embarga una sensación casi igual a la que sentí cuando se abatió a Santucho
Ni tampoco me olvido de los miles de argentinos que duermen en la calle, mientras él y su séquito de adulones, impunemente, multiplicaron su patrimonio por centenas de veces.
Que se ocupó con prolijidad germana, de mantener vivo el odio que signó los setenta, odio visceral en lo que se basaron la mayoría de sus actos.
Ni de la larga centena de camaradas de armas muertos sin atención médica en los cubiles en dónde a partir de su rencor, fueron confinados arbitrariamente sin que medie sentencia judicial alguna
Ni de los muertos por la delincuencia desatada, retozando alegremente al ver desmantelada la Policía y sin ser tenidos en cuenta como delincuentes por la Justicia garantista que él impuso.
Ni de los papelones con su firma que nos alejan del mundo.
Su encandilamiento por Chávez
Ni que logró con esmerado esfuerzo, dejar al país sin Defensa.
El odio contra el campo, la Iglesia, la Justicia, los Medios no-genuflexos.
Entonces, al margen de que algo ruegue por su alma, con el derecho pleno, el mismo con que en 1952 se pintaban carteles que decían "Viva el Cancer", entiendo que ha muerto un Gran Hijo de Puta.
Y no hago futurología.
Venga lo que venga, si hay elecciones, nada será peor que lo que se vivió con éste delincuente contumaz y su apego profundo al odio.
Me quedo con ganas.
Con ganas de haberlo visto preso.
De haber podido devolverle al menos parte del daño que le hizo a la Nación y a todos sus habitantes.
Y tal cómo en la mañana de hoy, ante la carroña hecha cadáver y festín para los gusanos, vuelvo a gritar:

¡VIVA LA PATRIA!

1 comentario:

Caia dijo...

Muy bien expresado! Coincido plenamente!