martes, 30 de agosto de 2016

FATOS NUCLEARES

CURIOSIDADES DE LA ADMINISTRACIÓN MACRI Invap canta los 40 y aún no la mandaron a lavar los platos Hija del Plan Nuclear de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en los ´70, como proveedora al igual que IMPSA, CONUAR, FAE, DIOXITEK y ENSI, para las obras que requería, evolucionó desde entonces diversificando el negocio nuclear en diferentes áreas de negocios: espacial y gobierno; industrial y energías alternativas; TICs y servicios tecnológicos, todo ello con recursos propios, sin recibir subsidios y compitiendo con las principales empresas de alta tecnología del planeta. Tras dar barquinazos en sucesivas crisis del país, Invap emergió fortalecida a lo largo de los 40 años de historia que cumple el jueves 2, cumpleaños al que llega con 1420 empleados, de los que 85% son profesionales y técnicos altamente especializados. Arrancó con un capital inicial, actualizado a hoy, de aproximadament e US$ 300 mil, y su patrimonio neto es de alrededor de US$ 55 millones. Factura por año el equivalente a US$ 200 millones. La demora en construir el satélite Arsat 3 dispuesta desde el Ministerio de Comunicaciones de Oscar Aguad pone en riesgo el 40% de la planta de personal, afectada a la Gerencia Aeroespacial. El gobierno nacional le tiró algunos contratos de reactores y trabajos para TDA, el BCRA le adelantó créditos, pero la tijera no deja de pasar por los costos desde comienzos de año. Lo acusaban a Macri de querer mandarlos a lavar los platos, pero lo único que definió es que quería a la empresa como proveedora de servicios tecnológicos para la NASA, los franceses y empresas privadas como Dow o Grobocopatel, con las que ya comparte proyectos. En 2010 Invap inauguró la sede central, en donde concentró casi todas las actividades, que con el crecimiento de la empresa estaban repartidas en 20 dependencias, la mayoría en Bariloche. Las 40 velitas de la torta de cumpleaños de la empresa estatal rionegrina Invap Sociedad del Estado, nacida y criada en San Carlos de Bariloche, se soplan el jueves 02/09 y no hará falta apagar la luz, porque todo este año ha sido de tinieblas por haber tenido que someter a ajuste el modelo de gestión de tecnología y competitividad que incubó desde el comienzo, con la con la creación de equipamiento nuclear y la extensión de su prestigio internacional a la fabricación de satélites y la industria aeroespacial. La celebración sorprende a INVAP en pleno intento de adecuar su estructura a la fuerte baja en los niveles de actividad, ya que no logró cobrarle a la administración de Mauricio Macri una deuda de $ 1.000 millones que contrajo el gobierno de Cristina Kirchner, se encuentra frenado el desarrollo de Arsat-3, y no aparecen nuevos contratos con el Estado Nacional -su principal cliente-. La consecuencia son fisuras en la cadena de pagos a proveedores, que es el otro eslabón del entramado industrial y la sinergia, que promueve el desarrollo tecnológico de Invap, y que involucra a empresas de todo el país. Apenas si logró hace poco que la banca pública le concediera créditos hasta US$ 13,5 millones para el desarrollo de tecnología aplicada. En esa línea, días después, el Gobierno nacional contrató la construcción de radares, destinados a pronosticar lluvias capaces de provocar inundaciones. Poco antes de esos desembolsos devengados, las autoridades de Invap eligieron el silencio ante el congelamiento del emblemático proyecto satelital. Previamente, para amortiguar posibles despidos en masa, reasignó personal de la Gerencia Aeroespacial que iba a trabajar en el Arsat-3 para otros proyectos. No es poco, ya que se trata del 40% de los 1.300 empleados que tiene en total Invap. Fuentes íntimas revelaron a la página web CIC que durante los últimos 3 meses el personal jerárquico cobró su salario de manera desdoblada y, en diferido. Y en el último mes, ese pago en tramos se efectuó fuera de término. Asimismo, esgrimieron como otro indicador de la compleja situación financiera que atraviesa la firma rionegrina la suspensión del habitual revalúo salarial de todo el personal, fijado cada 3 meses. Esta vez, esa actualización salarial simplemente se postergó hasta este mes. Ya el pasado abril se despidió por lo menos 50 trabajadores en la sede Bariloche. Las cesantías fueron simultáneas, y corresponden al área de servicios tecnológicos, lo que INVAP justificó aduciendo "motivos particulares". Esas sigilosas desvinculaciones se habían concretado pocos días después del anuncio de la paralización de la construcción del satélite geoestacionario Arsat-3, por no poder “autofinanciarse” con la comercialización de Arsat- 1 y Arsat-2, según argumentaron las nuevas autoridades de la firma estatal Arsat. Los técnicos fueron desplazados de sus cargos, pese a que el gobernador Alberto Weretilneck aseverara -a través de un comunicado oficial- que no habría despidos en Invap. El personal, ante el panorama que se presenta por delante, no está para festejos, sobre todo en momentos en que se evalúan forzosos retiros voluntarios, advierte CIC. Antes bien enfrenta la histórica veda a la actividad sindical que rige en la empresa y comienza a organizarse y definir acciones. Estiman que, para fines de año, la problemática se profundizará y, según sus propios cálculos, "podrían perderse cientos de fuentes laborales" en Invap, confiaron a CIC. El gobernador Weretilneck, sin embargo, no es tan pesimista. En el marco de una entrevista radial nacional, consultado sobre la situación financiera actual de Invap, respondió: “No, bien, bien. Obviamente con las cuestiones presupuestarias y de déficit fiscal que hay, que hacen que los pagos no sean lo que tienen que ser, pero en términos políticos, la empresa no está teniendo inconvenientes”, admitió, ambivalente. Trabajos en ejecución Tampoco es que estén cruzados de brazos: en este momento Invap tiene contratos de provisión nuclear con organizaciones de Arabia Saudita, Argelia, Brasil, India y Venezuela. Y cada vez más países incluyen la opción nuclear en su matriz energética. En los últimos años se registró un crecimiento significativo en los requerimientos del Estado Nacional a través de la CNEA, Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), Arsat S.A., Ministerio de Defensa, Ministerio de Seguridad, Subsecretaría de Recursos Hídricos, Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y empresas de petróleo y gas. Entre los contratos en ejecución se destacan: > la ingeniería de los reactores nucleares multipropósitos RA-10 para la CNEA, y RMB para Brasil y centros de medicina nuclear también para CNEA; > los satélites de observación de la Tierra: SAOCOM, SARE y SABIA-Mar para CONAE. > Para Arsat, el 3er. satélite de comunicaciones –ARSAT 3- (delayed, como se diría en la pizarra de un aeropuerto) y > la implementación de la Plataforma Nacional de Televisión Digital Terrestre. > Para el Ministerio de Defensa los radares primarios y secundarios de vigilancia del espacio aéreo. > Para la Subsecretaría de Recursos Hídricos, los radares meteorológicos, entre los más importantes. Por otra parte, desarrolla y produce, desde hace varios años, diferentes equipos aerogeneradores y componentes asociados, así como también turbinas hidrocinéticas, sistemas médicos y otros. En la visita a la planta de Bariloche realizada en los primeros meses del año, el presidente Macri dejó un claro mensaje: que quería ver a la empresa como proveedora de servicios y desarrollo de tecnología que funcione en sociedad con empresas privadas como Grobocopatel, la NASA o Francia. ¿Qué sucederá con todos los proyectos que desarrolló Invap en estos años, como radares, satélites y reactores nucleares, por encargo del Estado Nacional? ¿Qué será de los 1.400 empleados actuales? Previo a los '90, durante la presidencia de Raúl Alfonsín, atravesó una crisis que la obligó a reducir en un 75% la plantilla de personal, de 1.100 a 320 personas; los empleados cobraban en tramos, incluso, algunos llegaron a colaborar con recursos propios en la compra de insumos para no detener la producción. No se quedaron en el achique sino que salieron a buscar contratos en el exterior para sobrevivir. No les fue mal entonces: Australia contrató la construcción de un reactor, que fue un espaldarazo internacional del que se siguen cosechando dividendos y prestigio en tecnología nuclear. “Los científicos australianos hablan maravillas de ese reactor en cuanto congreso mundial asisten, y esa es la mejor propaganda que habrá influido para que la empresa francesa Areva haya tenido la iniciativa de sumar su potencia a la capacidad específica que ha demostrado Argentina, a fin de ir a la licitación en Sudáfrica juntos con una oferta más competitiva. No es así en todas las licitaciones. Habíamos ganado una hace 6 años en Holanda, compitiendo contra los coreanos y los franceses, ese proyecto se reavivó y de nuevo estamos compitiendo con ellos”, dijo hace poco el gerente general Héctor Otheguy, quien está en el cargo desde 1992. 2 gerentes en 40 años Antes que él ocupaba esa silla el fundador Conrado Varotto, quien en 1972 les dijo a un puñado de colegas, todos muy jóvenes y entusiastas, egresados del Instituto de Física Dr. José Balseiro (IB), al regresar de un viaje de estudio a Estados Unidos: “Tenemos que hacer cosas que sirvan”, recordó Cacho Otheguy, y agregó: “Recién recibidos, hacíamos los primeros pasos en ciencia básica y no es que eso no servía, al contrario. Varotto nos mostró el camino por la ciencia enfocada hasta llegar al desarrollo tecnológico, aplicar los pasos anteriores a algo concreto e inmediato, que es lo que terminamos haciendo”. Así, los jóvenes científicos montaron una oficina en una de las pequeñas habitaciones que compartían de a 2 los estudiantes del Balseiro, en el Centro Atómico Bariloche (CAB), y la empresa nació el 01/09/1976 en el complejo de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) en el kilómetro 9 de la avenida que une el centro de la ciudad de Bariloche con el Hotel Llao Llao. Se llamó Investigaciones Aplicadas -de ahí su nombre actual- y era esa oficina, los laboratorios prestados por el CAB y el equipamiento que financiado por la provincia de Río Negro, desde entonces propietaria del 100 % de su patrimonio. “Nacimos como una empresa ‘incubada’ por la CNEA, que nos dio un enorme apoyo y facilitaba sus instalaciones. La provincia, que siempre nos apoyó, aportó el primer capital para equipamiento y nos pusimos en marcha”, agregó Otheguy. Empezaron fabricando esponjas de circonio (elemento de uso en aplicaciones nucleares) y fueron creciendo con distintos desarrollos hasta que en 1982 fabricaron el primer reactor atómico de investigación, el RA-6, en el CAB, ambos productos para la CNEA. Después vinieron otros desarrollos nucleares entre los que se destacó la venta a Australia del reactor de investigación OPAL, y la vertiginosa carrera en la industria aeroespacial, con la fabricación de satélites de observación y de comunicaciones, y radares para el control aerocomercial y de seguridad de fronteras. El directivo estimó que INVAP nació con un capital de US$ 200.000 y hoy el patrimonio total es de US$ 50 millones de la misma moneda. Eran una decena de físicos y hoy son 1.420 empleados directos, entre científicos, técnicos, profesionales y otros roles. Además crearon varias firmas subsidiarias y tercerizan trabajos a 150 empresas en Bariloche y el resto del país. En 2010 inauguraron la sede central, en donde concentraron casi todas las actividades, que con el crecimiento de la empresa estaban repartidas en 20 dependencias, la mayoría en Bariloche. Desde 2002 la empresa cuadruplicó su tamaño y capacidad. Pasó de una facturación anual de US$ 35 millones a US$ 200 millones de la misma moneda en el ejercicio 2015 y estiman que para el 2016 se repetirá dicha cifra. “Nunca tuvimos un presupuesto estatal, vivimos de lo que vendemos y reinvertimos todas las utilidades. Varotto la organizó así y sigue funcionando de esta manera”, sostuvo. Varotto comandó la empresa hasta 1999 cuando se trasladó a Buenos Aires convocado para crear y presidir -hasta ahora- la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), multiplicó las capacidades de Argentina, se asoció en proyectos con la NASA y la Agencia Espacial Europea, y colocó al país en la vanguardia de las 8 naciones más desarrolladas en este ámbito. Para INVAP la ida de su hacedor y poderosa locomotora no significó un hecho traumático sino por el contrario el impulso definitivo: “Varotto pasó de ser nuestro jefe a nuestro principal cliente, y siempre con la misma filosofía, de hacer todo lo que hacemos por el desarrollo de la República Argentina”, concluyó Otheguy. Solos en la madrugada Invap no reconoce competidores nacionales en las principales áreas de negocios que cubre. En el ámbito internacional compite con las grandes empresas que desarrollan tecnología nuclear con fines pacíficos, tales como Areva, AECL, Siemens (abandonó el negocio en 2011), Kepco, entre otras. Tanto en Egipto como en Australia INVAP ganó las licitaciones públicas e internacionales correspondientes al diseño, construcción de reactores nucleares de investigación y producción de radioisótopos. Haber ganado la licitación en Australia muestra el nivel competitivo de la tecnología nuclear nacional, porque es un proyecto llave en mano de un centro nuclear cuyo valor hoy es de us$ 300 millones. Es la mayor exportación de alta tecnología de una planta llave en mano, vendida al contado. Otheguy explica qué tiene en común el polirrubro tecnológico que abarca INVAP: nuclear, satelital, radares, equipamiento médico, televisión digital. “Se trata de la ejecución concreta de proyectos complejos y cuanto más lo son, menos competidores tenemos. En Argentina, ninguno. Y la tecnología de gestión de esos proyectos nos permite pasar de uno nuclear a uno satelital. Y esa tecnología nos permite poder firmar un contrato hoy, ponerle un precio fijo en base a una oferta, a un estudio, y decir que dentro de 6 años va a haber una instalación nuclear, como fue el caso de Australia o de Egipto, que va a cumplir ciertas características bien precisadas y ciertos parámetros de operación, la performance, es como si uno dice voy a hacer un avión que tiene que volar a tantos metros de altura, a tal velocidad, consumir tanto combustible por kilómetro, tiene que llevar tantos pasajeros. Para toda esa especificación se está en el día cero. Y se promete en seis años tenerlo en calidad, en tiempo y en el costo. ¿Qué es lo que tiene en común todo lo que hacemos: nuclear, satelital, radares, equipamiento médico, televisión digital? En general se trata de la ejecución concreta de proyectos complejos y cuanto más lo son, menos competidores tenemos. En Argentina, ninguno. Y la tecnología de gestión de esos proyectos nos permite pasar de uno nuclear a uno satelital. Y esa tecnología nos permite poder firmar un contrato hoy, ponerle un precio fijo en base a una oferta, a un estudio, y decir que dentro de seis años va a haber una instalación nuclear, como fue el caso de Australia o de Egipto, que va a cumplir ciertas características bien precisadas y ciertos parámetros de operación, la performance, es como si uno dice voy a hacer un avión que tiene que volar a tantos metros de altura, a tal velocidad, consumir tanto combustible por kilómetro, tiene que llevar tantos pasajeros. Para toda esa especificación se está en el día cero. Y se promete en seis años tenerlo en calidad, en tiempo y en el costo”, se explaya. “Todos los países tienen no una, varias empresas de este tipo, pero son muy pocas las que tienen la diversidad de áreas que tenemos nosotros. Las hay grandes en lo espacial pero que no son nucleares. Lo mismo al revés. Hay sinergia entre los proyectos y hay cierta posibilidad de especialistas (ingenieros, técnicos, armadores de equipos electrónicos) que lo hacen para la parte nuclear también lo hagan para la parte espacial”, completa. Coyunturas al margen, Invap se desarrolló como una empresa estatal que funciona bajo la lógica de una privada, y el estandarte de la meritocracia disciplinante, que inculca con fervor a su cohesionado personal. Tener que apelar a emisión de obligaciones nacionales para financiar el crecimiento en un mercado de capitales en el que participan bancos privados, estatales, Anses, requiere como condición presentar en la Bolsa balances trimestrales, auditados, aprobados por la CNV y hechos públicos. Además de cumplir con las normas internacionales de información financiera desde los tres a cuatro años que empezaron. “Vistos como empresa, estaríamos entre las mejores del ámbito privado en cuanto al gerenciamiento y el manejo administrativo-financiero”, afirma Otheguy. Les cuestionan los grupos sindicalizados que los recién llegados a la firma estatal sean recibidos con contratos de confidencialidad: tienen vedado divulgar detalles sobre el salario, condiciones laborales y proyectos. Todo dato alusivo a la empresa y sus actividades, es información clasificada. Prohibición de sindicalización; excesivas jornadas de trabajo; salarios asimétricos y discrecionales; ausencia de paritarias; incentivo económico en horas extras. Meritocracia, el nuevo trending topic de vieja concepción liberal, que procura la equidad por mérito propio, y no la igualdad por acción del Estado como distribuidor del ingreso.

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