lunes, 24 de marzo de 2008

INTERPELACIÓN

Les acompaño (ver abajo) la declaración conjunta de Confederaciones Rurales
Argentinas (CRA), Federación Agraria Argentina (FAA), Coninagro y Sociedad
Rural Argentina (SRA) sobre el paro del sector rural, para su difusión.

Informo asimismo que el PRO ha presentado en la Cámara de Diputados de la
Nación proyectos para prohibir que se sigan fijando impuestos a las
exportaciones por medio de resoluciones del ministro de Economía, sin
intervención del Congreso, utilizando para ello una ley de Onganía (el
Código Aduanero) claramente inconstitucional, especialmente después de la
reforma de 1994 que prohibió las delegaciones de facultades del Congreso sin
límite de tiermpo o en cuestiones que no sean de mera "administració n".
También hemos propuesto limitar las retenciones en monto y en tiempo,
derivar en parte su recaudación a fortalecer la cadena de valor
agroalimentaria y hemos pedido la interpelación del ministro Martín
Lousteau.

Federico Pinedo
Diputado de la Nación (PRO)
Interbloque Propuesta Federal
Presidente

Riobamba 25, of. 947
Ciudad de Buenos Aires, Argentina
Tel. (54-11) 6310-7447


El aumento de las retenciones anunciado el 11 de marzo no sólo provocó una
reacción nunca antes vista en el campo argentino, sino que, además, puso de
manifiesto la sólida unidad del sector que nace de la certeza de todos los
hombres de campo del país de estar viviendo un verdadero despojo.

No se trata de que no queramos contribuir, lo que de hecho venimos haciendo
con creces en los últimos años, sino de que el tributo que se nos exige hoy
excede toda medida lógica y está reñido con cualquier noción de equidad,
máxime cuando surge a pocos días de la cosecha, con todos los análisis de
costos y los gastos realizados.

No somos sólo las cuatro entidades las que pensamos así. Somos los 300.000
productores del país. De ahí la autenticidad y la fuerza del reclamo, que
nace de las bases hacia la dirigencia.

También estamos totalmente de acuerdo con que esta unidad lograda no debe
perderse. Y hablamos de la unión de todo el país agroindustrial: del campo y
de la industria, los servicios y el comercio que se ven reactivados por él.
Y de los miles de trabajadores y profesionales argentinos, cuyos salarios
dependen de la solidez del sector. En definitiva, hablamos de un desarrollo
equilibrado de todo el país. Esta unidad es la clave para salir adelante,
como sector y como Nación. Porque el campo argentino tiene mucho que
aportar. No sólo en retenciones e impuestos. El agro genera hoy más de un
tercio de los empleos argentinos y, con buenas medidas, puede generar
muchísimos más.

Hace tiempo que esta política económica basada en una excesiva presión
tributaria necesita cambios. Estamos convencidos de que es hora de buscar
modelos más sustentables y previsibles, que no desalienten al productor.
Vemos que el país está ante una oportunidad histórica de la mano del campo,
y queremos ser parte de la discusión acerca de cómo debemos hacer para que
todos los argentinos estemos mejor.

Nos hablaron de cambios, de concertación y de pacto social. Nos preparamos
para el diálogo, al acercar propuestas y una agenda. Las cuatro entidades de
la producción hemos pedido formalmente, por lo menos, en tres ocasiones
reuniones con el ministro de Economía. En lugar de contestar nuestros
pedidos, en vez de unirse al debate, el Gobierno sistemáticamente insiste en
una política que, de no ser corregida, podría provocar escasez de
agroalimentos en la Argentina, el país de los agroalimentos.

El aumento de las retenciones carece de fundamentos técnicos, porque es
evidente que a futuro tendrá el efecto inverso al deseado: provocará una
desinversión y una merma en la producción que ampliará aún más la brecha
entre una demanda creciente y una oferta cada vez más limitada. La medida es
especialmente dañina con los productores de soja y girasol, con la excusa de
fomentar el vuelco a otras actividades, como el trigo o la carne, hoy
ampliamente reguladas y deprimidas.

Pero la medida carece también de visión política, porque quienes la tomaron
no comprendieron ni anticiparon esta reacción genuina, espontánea del campo
en su conjunto. Y no sólo del campo. Porque la mayoría de los argentinos
comprende que un sector agropecuario fuerte, sano, de pie, no sólo es fuente
de bienestar, sino también de valores y de costumbres, que hacen a nuestra
identidad y a nuestro futuro como Nación.

A esos argentinos les decimos que acá estamos y acá estaremos, dispuestos,
como siempre, a ser parte fundamental del gran porvenir que todos podemos
tener. Unidos.

CRA - FAA - Coninagro - SRA

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