La función esencial de un ministro es la de llevar adelante el desarrollo armónico del área donde tiene jurisdicción, tanto en los recursos humanos como materiales comprometidos, con idoneidad.
Esta premisa básica parece estar ausente en varios sectores del gobierno nacional pero se expresa con claridad meridiana en el área de Defensa, en donde se sobrepone más abiertamente la incidencia ideológica sobre el deber ser.
GARRÉ manifiesta con sus actitudes uno de los objetivos principales de este gobierno, el crear entre los recursos humanos del área - los militares, como diría Ramón CARRILLO en su compendio de Guerra Psicológica, “un clima mental, una serie de sentimientos que, conduciéndolos por las sucesivas etapas del miedo, del pánico, de la desorientació n, del pesimismo, de la tristeza, del desaliento, en fin, los lleve a la derrota”.
Por otro lado, cumpliendo con otro objetivo del gobierno, en los recursos materiales no ha influido en nada, al contrario, estos son cada día más obsoletos y ponen en serio riesgo la vida de quienes son depositarios y usuarios de los mismos.
El incendio del Almirante IRIZAR, la caída del Mirage y la consecuente muerte de su piloto son ejemplos muy recientes de lo arriba mencionado.
La autorización dada por ella para que se represente un soldado estaqueado en una muestra por la Gesta de MALVINAS habla a las claras de la concepción gramsciana que la alimenta con un odio inmenso hacia los militares, resaltando lo negativo y no lo positivo de una situación que por definición ya es una atrocidad, la guerra misma.
Con esta concepción y si pudiera hacerlo, es probable que Nuestro Prócer mayor, El General Don José de SAN MARTIN, sería también cuestionado.
¿Como cree el lector que se mantuvo la disciplina del Ejercito de Los Andes al cruzar la cordillera con soldados granaderos alistados por “leva”, con escasos alimentos y pertrechos y en condiciones ambientales adversas?
GARRÉ no ha hecho nada en toda su gestión, o desde otro punto de vista, ha hecho todo. El país esta indefenso.
Dr. Luis A. G. Somoza
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