LA MINISTRO DE DEFENSA Y LA CUPULA MILITAR
Durante más de 20 años trabajé como Gerente de Recursos Humanos en distintas empresas, cumpliendo con las obligaciones propias de mi función que eran, entre otras, la prevención de accidentes, el cuidado de las personas.
Que el personal trabaje en condiciones de máxima confiabilidad, considerando a la seguridad como de vital importancia en el ámbito laboral.
Que todos los elementos, equipos, maquinarias, herramientas y/o cualquier material sea seguro y esté debidamente mantenido.
Que el personal tuviera muy claro que debía comunicar cualquier condición de trabajo que pudiera alterar o poner en peligro su seguridad, la de sus compañeros o la del personal a su cargo.
Que de no cumplir con mi misión, por descuido, negligencia o mala praxis y ante cualquier acontecimiento, estaba expuesto a un sumario y a la pérdida de mi trabajo.
¿Me pregunto?
¿Cómo puede ser que en Noviembre de 2005 cae un helicóptero de la Fuerza Aérea en La Pampa, cuatro heridos; que en Marzo de 2006 cae un avión Pucará en Santa Fe con dos heridos; que en ese mismo mes cae un avión Lear Jet, con 6 muertos; que el 13 de septiembre del mismo año cae en Villa Mayo un avión Gruman del Ejercito con 2 muertos; se incendia el Irizar, gracias a Dios cerca de las costas argentinas y sin pérdidas humanas, solo con daños materiales de importancia entre ellos la pérdida de dos helicópteros y por último el 1 de Mayo cae un avión Mirage y muere su piloto, y no escuchemos hablar de sumarios, renuncias, despidos, habiendo reconocido la Ministro de Defensa que el material militar es viejo o que estaba en situación de un posible mantenimiento?
La ministro de defensa reconoce las limitaciones por lo tanto es responsable de todos estos desgraciados acontecimientos, de las vidas humanas y las pérdidas materiales.
Su pertinaz y notorio rechazo a todo lo militar la lleva a actuar con desidia, indolencia, abulia y arrogancia, a pesar de ser la responsable del área.
Los argentinos pagamos los sueldos no solo de la ministra de defensa, la de sus secretarios, asesores y la del personal militar superior responsable de todo lo acontecido, el que por omisión o por temor a contradecir a la ministro, está involucrado.
Renuncie ministro no exponga mas vidas humanas y no le siga ocasionando a la argentina otras pérdidas materiales, que ocasionan su conducta negligente.
No exenta de responsabilidad la disciplinada, dócil y sometida cúpula militar.
Permiten estos jefes, por conveniencia, por falta de hidalguía -eufemismo de un exabrupto-, que los amordacen.
Renuncian a ser conductores para manejar y manipular a la gente a su cargo, imponen la aplicación de las tiras, al liderazgo.
Hoy lo más importante para ellos es mantener indemne su grado, su puesto, su cargo y algún amigo político.
¿No era que no se podían ejecutar órdenes inmorales?
¿No es inmoral mandar al mar un barco sin el mantenimiento adecuado, a volar aviones, helicópteros, sin estar en óptimas condiciones?
VICENTE PANDO
vicentepando@hotmail.com
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