domingo, 13 de mayo de 2007

QUE NIVEL PRESIDENTE!!!!!!!

Durante un acto en la Casa Rosada el presidente Kirchner en relación a la manifestación que se había efectuado en la provincia de Santa Cruz expresó “...que la cobardía más grandes de esos patoteros...” refiriéndose a aquellos que se habían concentrado frente al domicilio particular de la familia del primer magistrado.

“La pobre vieja, que estaba sola allá, preguntándome ¿que hago Néstor”. No había ni un perro, ni un perrito, cuidando a mi mamá...” pasando luego a una fuerte arremetida y crítica contra el gremio docente.

En su acostumbrado monólogo y gesticulando, en otro de sus párrafos expresó que “...me quieren extorsionar. ..” y otros términos violentos y agraviantes hacia los manifestantes.

En realidad el objetivo de este breve artículo no es analizar los dichos del presidente sino la forma en que los pronunció y se dirigió a los argentinos. No parecía un presidente que se dirigía al país, con las palabras adecuadas, con la prudencia y moderación que era de esperar, para aquietar las aguas y buscar una solución a conflicto, sino la de un desaforado hincha de fútbol en la popular quejándose del arbitraje del partido.

El estilo y el comportamiento de Kirchner siempre nos avergonzó. Aquí vemos en esta crisis, de la cual también es responsable, que después de cuatro años en el puesto más relevante en el gobierno, no solo no aprendió nada, sino que hay un franco retroceso.

También nos parece casi una humorada, que diga que lo quieren extorsionar. Justamente el, que hizo de la extorsión su principal forma de conducir los asuntos del Estado.

Obviamente, de haberse producido los hechos que él manifestó, cosa que dudamos, ya que Kirchner ya no es en absoluto creíble, repudiamos enfáticamente cualquier tipo de violencia verbal o física o intento de atemorizar a los parientes y familiares del presidente .

12-May-07
ALFREDO RAÚL WEINSTABL

1 comentario:

Anónimo dijo...

Inseguridad y violencia

Muy seguro el ministro de Seguridad aseguró: "La inseguridad no es real... es una sensación", y los que digan lo contrario son perturbados que sufren alucinaciones u opositores nazi-fascistas que quieren desestabilizar al gobierno. "No señor, qué aparezca en los medios no significa que sea verdad" argumentó el León de la selva bonaerense. "La prensa amarilla se dedica a manejar la información para incrementar la sensación de inseguridad" gritó sin ponerse colorado un bigotón exasperado. ¡Lástima grande que el índice de delincuencia no sea medido por el INDEK!, ahí se acabaría toda discusión alrededor de esta fantasía, los números oficiales son ciencia.

Y mientras el tema se debate entre lo real y lo irreal el presidente Kirchner reconoce que él, su familia y su mudo vocero recibieron amenazas telefónicas, asegura que un miembro de Al Qaeda intentó inmolarse en su casa con un camión skanska y que a su hermana Alicia intentaron convertirla en un filet a la romana arrojándole harina y huevo. Pero la inseguridad no es tal insisten, "bajo ningún punto de vista puede asegurase que haya inseguridad". Entonces, aquí que creemos fervientemente en lo que nos dice el gobierno nos preguntamos qué es lo que pasa.

Para llegar a una conclusión comenzamos a hacer un repaso, hacemos Memoria (cómo nos enseñó K) y encontramos que un cura quiere arrojar al ministro de Salud al mar con una piedra al cuello, que un funcionario piquetero toma una comisaría para poder comerse una grande de muzza gratis, que un tirador loco acribilla gente en Belgrano, que pungas paqueros asesinan por 10 pesos, que proliferan los fanáticos golpeadores de octogenarios, que hermanos psicóticos organizan emboscadas para tomar el poder de una barra brava, que patovicas trastornados golpean jovencitos que quieren entrar a un boliche, que jovencitos golpeados por patovicas incendian boliches, políticos en campaña que abusan de las agresiones verbales, que la "mano de obra desocupada" de los setenta secuestra a peligrosísimos teóricos del gremio de los albañiles, que en los barrios cerrados se permite el ingreso de delincuentes -tanto como para comprar terrenos y casas como para robar-, que policías desquiciados lanzan granadas de gas lacrimógeno a la cara de docentes que reclaman un aumento de salario, que piqueteros violentos rompen a patadas los vehículos de la gente que quiere atravesar a toda costa los cortes de calles y, a su vez, vemos a conductores enfurecidos que quieren atropellar a piqueteros, vemos arqueros que lanzan patadas karatekas contra los delanteros contrarios, al jurado de un programa de tv que insulta a los participantes, a conductores de programas chimenteros que se acusan de extorción, a jueces que acusan pesecuciones y a perseguidos que acusan a jueces, vemos que...

Tal vez no haya inseguridad, puede ser, le damos la derecha al presidente, pero es innegable que vivimos en una sociedad violenta. Y como dice el dicho, "la violencia genera violencia", y en un país verticalista como la Argentina, en donde la cabeza es el presidente, su obligación es pacificar. Un presidente violento traslada esa violencia a través de esa escalera vertical, desde acá decimos basta de discursos violentos, de funcionarios violentos que persiguen a periodistas, a opositores y todo aquel que piense distinto. Y ante todo, recordar que Violencia es Mentir.

Saludos,

Delfín Beccar Varela
www.elpasquin.com.ar