En reiteradas oportunidades hemos visto al presidente Kirchner en sus acostumbradas monólogos en el Salón Blanco de la Casa Rosada o en concentraciones o lugares públicos, pero de total y garantizada audiencia propia, ponderando las bondades y eficacia de su gestión de gobierno. Siempre con los clásicos denuestos, descalificaciones y frecuentemente con verdaderas agresiones, para la oposición o simplemente contra aquellos que piensan diferente.
“Tengamos memoria” es uno de sus latiguillos más usados, refiriéndose irónicamente a sus antecesores en el cargo. Nunca una autocrítica. Siempre el “auto bombo”. El gobierno pareciera que nunca ha cometido un error o equivocación.
Siempre mirando al pasado, olvidándose del presente y fundamentalmente del futuro.
Su soberbia y autismo, de tanto descargar responsabilidades políticas al pasado, de tanto mirar para atrás, lo convierten en un verdadero obstáculo que compromete seriamente el futuro del país.
Pero el tema no es tratar sobre la personalidad del presidente. La nota se refiere a un gesto que utiliza frecuentemente en sus soliloquios. En sus discursos, en los que gusta usar gesticulaciones para dar énfasis a sus aseveraciones, suele levantar graciosamente sus brazos mostrando sus manos, mientras expresa “las manos limpias” refiriéndose a la transparencia, claridad y honestidad de su gobierno. A la ausencia de corrupción de su gobierno.
No obstante desde casi el principio de su gobierno, se sospechaba la posibilidad de una probable corruptela en ciernes, por las personas, casi todas amigos, que había seleccionado para la distribución de los principales puestos en el gobierno.
Hoy casi a cuatro años del comienzo de su mandato, ya no queda absolutamente ninguna duda. La corrupción desde que asumió Kirchner, convive cada vez más profundamente en el seno del gobierno de los argentinos.
Hay infinidad de indicios y acciones en las gestiones gubernamentales que permiten afirmar que en el gobierno se habría formado una estructura interna, que podría permitir la corrupción y facilitar a los delincuentes saquear o utilizar discrecional e impunemente los dineros de los argentinos. A continuación enumeramos algunos aspectos de gestión y organización que corroboraría lo expresado:
· El manejo irrestricto del presupuesto sin el adecuado análisis y aprobación por el Congreso Nacional.
· El manejo de la gestión presidencial a través de decretos de “necesidad y urgencia” sin ser sometidos posteriormente al Congreso.
· Concentración del presupuesto y manejo del mismo, prácticamente en una sola persona: el ministro de Planificación, Julio De Vido.
· La síndica general adjunta de la SIGEN - Sindicatura General de la Nación, es la Sra. Alessandra Minicelli, esposa del ministro de Planificación. ¡La sindica es la que tiene que auditar la gestión de su esposo!. ¿Se habrá visto alguna vez algo tan absurdo y torpe?
· La Corte Suprema de Justicia fue conformada a gusto y conveniencia de Kirchner, pese a los innumerables cuestionamientos de muchos sectores de la ciudadanía, referente a los antecedentes de algunos de sus integrantes.
· El cuestionado Consejo de la Magistratura fue constituido, pese a la cerrada oposición de diferentes instituciones y de la oposición, de manera tal de permitir al oficialismo obtener la mayoría para poder imponer a su voluntad.
· Grosero intento del oficialismo, afortunadamente fallido, de limitar la independencia y la autonomía funcional de la AGN - Auditoría General de la Nación.
Todo parecería conformar una estructura en que las decisiones del Ejecutivo escapan a todos los organismos de control estatal. Si a ello le sumamos una ausencia al acceso a la información, estamos ante una situación en la cual, para el Ejecutivo está todo permitido.
Actualmente se están investigando al menos 416 causas graves, por un monto total de 8.467 millones de pesos, incluyendo delitos públicos y privados. (Ver “El peor golpe de la gestión K”. barlovento@grupos. yahoo.com. ar)
Lilita Carrió acusó de saqueo y corrupción al ministro de Planificación Federal Julio De Vido y al presidente Néstor Kirchner.
"De Vido es Kirchner, no es un personaje corrupto autónomo. En este Gobierno hay caja centralizada", señaló.
Como corolario podemos concluir que el gobierno de Kirchner estaría encabezando el gobierno más corruptos de los últimos años.
Kirchner no debería mostrar más ostentosamente sus manos y afirmar que son “manos limpias”. Todo indicaría, y el escandaloso caso de Skanska no hace más que confirmarlo, que deben ser “las manos más sucias” de este nuevo período democrático. Ya parece grotesco tratar de seguir embaucando a la ciudadanía con ese axioma. ¿O pensará el presidente que los argentinos somos todos estúpidos?
Ya llegará el momento en que deba rendir cuentas, tal como lo indica la fórmula de juramento que realizó ya casi de cuatro años atrás. “...que Dios y la Patria se lo demanden”. Tendrá la posibilidad de demostrar la limpieza o suciedad de sus manos
Dr. ALFREDO RAÚL WEINSTABL
alfredo@weinstabl. com.ar
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