En el perpetuo proceso de formación cultural de la sociedad humana, hay dos tiempos que impulsan su accionar: uno es buscar y dar solución a los problemas, necesidades y urgencias de la vida diaria; el otro es su genética necesidad de elaborar su proyección futura, espiritual o material.
Cuando la sociedad está en crisis, los problemas diarios se convierten en apremiantes y no queda espacio para pensar y construir el futuro. Es lo que pasó en Argentina en los últimos sesenta años y que derivó en su estancamiento social, económico, político y cultural. El actual gobierno sigue con políticas que alteran diariamente la vida de los argentinos, obligando a la sociedad a vivir atrapada en permanentes y crecientes conflictos.
La cultura que hoy se vive es encontrar nichos o agujeros donde resguardarse o medrar con las perversidades que genera el poder político. Los que no tienen defensa son los pobres, con problemas diarios. La cultura del trabajo se ha reemplazado por la cultura del oportunismo, la dádiva o el empobrecimiento. Así no es posible ordenar ni armonizar la sociedad.
Una sociedad estancada en un presente de conflictos, sin elaborar alternativas para un futuro de mayor bienestar, está culturalmente mutilada y generará la decadencia de la calidad de vida y el resentimiento social.
Es imperiosa la reconstrucció n cultural de la sociedad argentina.
25/03/2008
Dr. Marcelo J. Castro Corbat
segundarepublica@ fibertel. com.ar
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario