lunes, 25 de octubre de 2010
BARRABRAVAS
BARRABRAVAS.COM
¿Cómo definir a un barrabrava?. Lo voy a intentar…”INFRAHUMANO QUE SE HACE BRAVO EN BARRA”. ¿Qué le parece?...¿le gusta?. Bien. Ocurre que en estas condiciones, es capaz o puede ser utilizado para cometer todo tipo de delitos, desde una escaramuza con consecuencias graves, hasta el homicidio. Amigo de “la falopa”; pichón de mercenario que responde “al mejor postor”, el barrabrava, carece de oficio o profesión, así tenga asignado un supuesto “rol”, dentro de una estructura gubernamental o sindical. ¡Así como lo lee!. Y es justamente ésta circunstancia, la que le permite acreditar trabajo legal cuando no lo tiene. El barrabrava se mueve como pez en el agua, dentro de la ilegalidad; solo actúa en grupo o amparado en el anonimato que le confiere toda movilización masiva, o espectáculo deportivo – léase fulbo -, capaz de nuclear una más que importante asistencia de espectadores. En algunas circunstancias, y luego de haber dado pruebas suficientes de cobardía y total desprecio por la vida, aspira a convertirse en “líder” de ese “grupo de idiotas mal paridos”, u ocupar un cargo relevante dentro de esa subestructura.
Ahora tiene Ud., una semblanza acotada y más o menos acabada de un barrabrava. También, obviamente, y dada su condición de idiota, es utilizado como “carne de cañón, para que forajidos de “otro nivel intelectual”, pero nunca menos hijos de puta, pretendan imponer a través de la fuerza – jamás el sentido común o el derecho -, resultados que sirvan a sus apetitos y apetencias personales.
Dentro de esta “escala de valores”, también resultan útiles, aquellos que “sin ser barrabravas”, y debido a tamaña descomposición social, se prestan para “hacer número”, facilitándoles la tarea.
A ésta altura de la lectura, seguramente Ud. se esté preguntando “como terminar con semejante lacra”. ¡Vea!; en tanto contemos con gobiernos y gobernantes a quienes poco interesa bregar por el bienestar general – premisa fundamental que le otorga el mandante -; en tanto no se termine con la denominada “Patria sindical” y los pesados sindicalistas, olvídese de esa posibilidad. Le digo más, y sin ánimo de perturbarle más de lo que ya está. A éste paso, no solo no dejarán de existir, sino que se incrementarán en cantidad y agresividad.
¿Por qué la hablo de estructuras gubernamentales y Sindicatos?. Es simple. Al empleado de gobierno y a los empleados Sindicales, los pagamos entre todos y los afiliados respectivamente; a los asesores, ñoquis y barrabravas, también. En las Empresas Privadas estos personajes no existen, pues sería la propia empresa la que debería hacerse cargo de sus supuestos salarios. Además y finalmente, si un Empresario pretende “ajustar cuentas con alguien” a través de un tercero porque no le dan las bolas como para hacerlo personalmente, solo necesita recurrir a alguno de los de antes mención, ante quienes solo deberá responder por “el particular” servicio prestado. También, y sin necesidad de tomar a una Empresa privada como ejemplo, hay quienes les utilizan para la comisión de los denominados “crímenes por encargo” de los que ya tanto y tan livianamente “se habla”. ¿La tiene clara ahora?. Me dice que sí y me deja tranquilo. De otro modo ya le estaría sugiriendo “se busque un psicopedagogo/a”.
Y entonces uno busca alternativas; “si esto está tan podrido”, se plantea, una buena alternativa sería la de fundar un “Sindicato de Ciudadanos Empeñados en Recuperar la Argentina Perdida”. Si no le gusta el título, puede ensayar otro similar o el que más le plazca. De todas maneras, nada será lo que consiga. ¿Por qué?. Simple. Todo ciudadano mayor bien nacido, tiene oficio o profesión. Todo ciudadano mayor bien nacido, ha formado o pretende formar una familia. Todo ciudadano bien nacido, entiende que debe vivir ajustado a derecho, y cuenta con una serie casi infinita de obligaciones, que le harían imposible confrontar con tan viejas como repodridas estructuras.
Es probable que haciendo un nuevo “alarde de candidez”, Ud. tenga necesidad de decirme que la señora Presidente de la Nación, ha decidido tomar “cartas en materia de seguridad”, a partir del brutal asesinato de Mariano Ferreyra. ¡Es cierto!; solo debería agregar “que lo hace porque caso contrario el costo político que debería afrontar, sería tremendo”. ¿O acaso supone que la muerte de este chico, le ha conmovido tanto o más que la muerte de otros tantos chicos asesinados cuando siquiera pretendían cortar una vía?.
Ricardo Jorge Pareja
parejaricardo@hotmail.com
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