sábado, 2 de octubre de 2010
EL MARAVILLOSO MUNDO KIRCHNERISTA
El maravilloso mundo de Néstor y Cristina
A pesar de la crisis financiera que asola a buena parte del mundo occidental, el Indec asegura que la pobreza bajó 2 puntos porcentuales en Argentina en el último año. Los datos que el oficialismo impulsa para favorecer una candidatura oficial en el 2011 y las cifras que alejan cada día más al organismo público de la sociedad.
El maravilloso mundo de Néstor y Cristina
A pesar de la crisis financiera que asola a buena parte del mundo occidental, el Indec asegura que la pobreza bajó 2 puntos porcentuales en Argentina en el último año. Los datos que el oficialismo impulsa para favorecer una candidatura oficial en el 2011 y las cifras que alejan cada día más al organismo público de la sociedad
El organismo público, que se mantiene intervenido desde el año 2007 y en su comandancia hay funcionarios adictos al régimen de trabajo del polémico Secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, ha sido desde el momento mismo de su intervención, uno de los grandes karmas de la gestión kirchnerista.
El Indec aseguró que la pobreza afecta al 12% de la población y descendió 1,9 puntos en los últimos doce meses, así como también que la indigencia sigue en baja, ubicándose en el 3,1%, descendiendo 0,9% en el período estudiado. El descreimiento popular en los números del organismo estatal, ha dado en todo este tiempo números que muchas veces sonaron ridículos a los oídos de la ciudadanía, que van desde la cifra oficial de la inflación, hasta el nivel de inversión, tanto nacional o extranjera que tiene nuestro país.
Los menores niveles de pobreza se registran en Ushuaia, 1,9 por ciento; Río Gallegos, 2,7; Capital Federal 3,7; y Comodoro Rivadavia, 4,4 por ciento, entre otras ciudades. En tanto las regiones con mayor nivel de pobreza fueron las del Noreste con un promedio del 21,8 por ciento, y la del Noroeste, con el 14,7 por ciento.
La pobreza afecta al 23,5 por ciento de los ciudadanos de Corrientes, al 21 por ciento de los de Formosa y Resistencia, y al 20 por ciento de Catamarca, y Concordia, entre otras. En el Gran Buenos Aires, los niveles de pobreza alcanzaron al 11,2 por ciento de los habitantes, entre los cuales 2,5 por ciento son indigentes.
El manejo de los números del Indec por parte del gobierno nacional, no ha hecho más que aumentar el recelo popular a las cifras que brinda el organismo público, que había pasado las décadas en forma totalmente independiente, sin que ningún gobierno pudiera tocar las cifras oficiales, ya que ni siquiera la última dictadura militar, que gobernó el país a sangre y fuego, lo tocó.
En medio de una campaña electoral naciente, donde todos los candidatos miran de reojo las elecciones presidenciales del año que viene, estos números del organismo público son un bálsamo para el oficialismo, que puede salir a mostrar un retroceso sustancial en los índices de pobreza e indigencia, aunque dichos números muchas veces tengan poco que ver con la realidad. Desde el kirchnerismo más duro y ortodoxo, se señala que entre ambas mediciones, la economía creció el 9,0 por ciento, la desocupación bajó al 7,9 por ciento, desde el 8,8 de junio del 2009, y se implementó la Asignación Universal por Hijo, una de las políticas implementadas por la actual administración que mayor incidencia han tenido al momento de medir la pobreza y la indigencia.
Es válido preguntarse cuáles son las ganancias que tiene el oficialismo al ocultar los datos de la realidad con las mediciones “dibujadas” que hace el Indec mensualmente con la inflación, los índices de crecimiento, de construcción, de empleo, etc, etc, y que han hecho que no sólo se pierda la credibilidad en los números oficiales en la Argentina , sino en el exterior donde la Argentina sigue perdiendo cada día más el respeto internacional.
Todo este marco de situación ha llevado a la sociedad a tener un alto grado de descreimiento hacia los números que da a conocer periódicamente el estado nacional, porque es vox populi dentro de la ciudadanía que nada de lo que hace o dice el Indec es verdad. Las cifras oficiales, que son las que mueven a un Estado para hacer sus negocios tanto dentro como fuera del mismo, como por ejemplo negociar con los bonistas “old hout”, son indispensable para la construcción de un país serio, pero mientras las cifras se sigan manejando desde un despacho de la Casa Rosada o desde la Secretaría de Comercio Interior, va a ser muy difícil para el gobierno forjar una imagen de unidad ante la comunidad internacional.
agenciacna.com
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario