viernes, 23 de marzo de 2012

CRECEN


¿In crescendo?
Disculpada desde el progresismo cultural, envalentonada desde la inercia legislativa y apañada, casi atizada, desde esa laxitud pavorosa y familiar de tantos jueces cobardes, nuestra delincuencia de calle, hasta ayer una deriva individualista de marginados e idiotas morales va convirtiéndose poco a poco en cofradía, en ritualidad de monstruos organizados, en gangsterismo y en mafia.
Otra más. Asaltar, robar y matar no basta ya. Hay que hacerse respetar, hay que erigirse en casta, hay que estipular castigos, honrar a los caídos "en servicio" y vengarse de aquellos que osen defenderse de sus verdugos.
Hay que perseguirlos si salvaron sus vidas en primera instancia y rematarlos, como implacablemente persigue y remata una casta impune a quienes discutan su derecho a todo.
Convaleciente aún, diezmado por las balas y anegado en lágrimas por no saber si su hijo se recuperará, Baby Etchecopar debe enfrentar a estas horas una nueva amenaza de parte de rateros sin ley devenidos gángsters: "Mataste a uno de los nuestros. Lo van a pagar vos y los tuyos". No es el primero al que esto le ocurre, sólo es el más famoso.
Que nos quieran matar y nos tengamos que defender a tiros ya no es el final de un día escalofriante sino el principio de otros muchos días de miedo. Le llaman "revictimización", y a los peleles del progresismo les parece un fenómeno sociológico "interesantísimo". ¿Para usted lo es?

No hay comentarios: