martes, 27 de marzo de 2012
LA BECADA
LA BECADA
Entre la inflación y el marketing personal
La presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, dijo "Descartamos que financiar al sector público sea inflacionario porque según esa afirmación los aumentos de precio son por exceso de demanda, algo que no vemos en Argentina. En nuestro país los medios de pago se adecuan al crecimiento de la demanda y las tensiones de los precios están por el lado de la oferta y el sector externo", una afirmación que quizá pueda tener su explicación desde la teoría, pero con la cual no coinciden muchos economistas y tampoco la gente que se siente crispada frente a un dólar que comienza a escaparse.
La idea del argentino común, lejos de los teóricos del sector, es que a partir del momento en que se comienza a emitir, la inflación tiende a desarrollarse. Algo que la calle sintetiza en que "cuando comienza a funcionar la maquinita la única salvación tiene el color verde, no de la esperanza sino del dólar". Pero para Marcó del Pont "es totalmente falso decir que la emisión genera inflación" ya que, según ella, "solamente en Argentina se mantiene esa idea de que la expansión de la cantidad de dinero genera inflación".
Fiel a una pauta oficial lanzó la responsabilidad a los actores habituales del periodismo al asegurar que "el pánico que se quiere transmitir alrededor de la capacidad de financiar al Estado es muy parecido al debate sobre el uso de reservas para pagar deuda".
La economista necesita refutar las diatribas que ha cosechado la nueva ley de reforma de la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina y también dar sustento a su propia posición dentro del organigrama oficial. Una manera de asegurar su lugar pendiente de ciertas confirmaciones que – inexplicablemente – no se concretan de parte del gobierno. Ratificaciones que ciertos sectores consideran una especie de chantaje a ella manteniéndola en la incertidumbre de ser o no ser.
Paradójicamente la ley aprobada días atrás otorgó poderes casi ilimitados al directorio del Banco Central (BCRA) para disponer de las reservas, pero Cristina Fernández mantiene a Marcó del Pont con un nombramiento provisorio hace más de un año y medio.
Todo es poco sustancioso. La Presidente del BCRA se ha lanzado, por una parte a proclamar las bondades de la ley que le permite una disponibilidad casi total; y por otra una campaña a su propia imagen tratando de vender a ciertos sectores oficialistas, lo conveniente que sería que estuviera confirmada en su función.
Tal vez los temores de Marcó del Pont residan en que, no estando confirmada, en el caso de que se equivocara y la inflación se manifestase de forma desmedida, pudiera transformarse en un chivo expiatorio.
Difícil fórmula la de contar con el poder pero carecer de de seguridad en el cargo que ocupa.
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