sábado, 29 de marzo de 2008

ARGUMENTOS REPETIDOS

Señor Director:

Si un ciudadano argentino piensa diferente al oficialismo es un golpista.

Si otro ciudadano lucha para que no le quiten el 44 % de lo que gana trabajando es partidario de Videla.

Si otro ciudadano se dirige a la Plaza de Mayo con una cacerola a manifestar su disconformidad con las medidas del gobierno es un heredero de los que tumbaron a Irigoyen.

Si otro ciudadano se opone mediante un cacerolazo en la esquina de su barrio es otro de los herederos de quienes realizaron la libertadora del 55.

Si uno tiene una camioneta 4 por 4 es un oligarca, blanco al que habría que matar.

Si uno vive en Barrio Norte, Recoleta o Palermo es uno de los que apoyó el golpe de 1976.

Al menos el gobierno ha unificado los criterios, quién no opina, no piensa y se opone a su política es un personaje antidemocrático.

Solo es democrático quién piense como el gobierno manda y sino es así mandan a los encargados de hacer pensar a la gente como ellos quieren, esa gente cuyo lenguaje es la violencia, los palos y la fuerza bruta. Estos violentos son los principales aliados del gobierno.

Luego de estos días de paro ha quedado en evidencia, como lo ha reflejado la prensa extranjera, la debilidad de este gobierno. Me refiero a la debilidad en cuanto a la legitimación por parte del pueblo. Por más que la presidenta hable como si nada ocurriese y siga mofándose con argumentos insostenibles de la mayoría del pueblo argentino la situación es grave. Quienes apoyan al gobierno, cómo lo apoyan y lo qué hace el gobierno cuando la situación no sale como quiere han sido vistos por las cámaras de televisión del mundo entero.

El dislate, la negación de la realidad y el cinismo oficialista está volviendo la situación inviable. Seguramente podrán mantener la situación por medio de los golpes y la violencia y actos pagados con parte de los impuestos pagados por el pueblo y que por supuesto no utilizan para mejorar la situación de los más pobres a quienes los conforman con limosnas indignas.

El argumento de quien dice ser el ministro de economía que afirma que si no fuera por las retenciones el precio del pan sería de 8$ pesos y la leche 4 $ pesos no es así. Un ministro de economía y su gobierno tienen que tener un plan económico sustentable. Se admite que un principio de crisis como en 2001 la imposición de medidas polémicas propias de la emergencia que soportó el país, pero nó luego de cinco años de crecimiento ininterrumpido según el discurso oficial. El supuesto éxito del plan económico no puede seguir siendo expropiar de las ganancias de un sector, de mantener el impuesto al cheque y seguir manteniendo una tasa altísima de un impuesto regresivo como el IVA, eternamente. Esto es pan para hoy y tragedia para mañana.

En la reunión convocada por la presidenta entre los ruralistas y el gobierno al parecer no se ha llegado a nada hasta ahora y pasaron en un cuarto intermedio hasta el lunes. El Jefe de Gabinete habló en conferencia de prensa señalando los ofrecimientos que le han hecho a los ruralistas, varias veces repitió el interés del gobierno por los pequeños productores y en una ocasión agregó a los medianos. Cuándo se le preguntó si se había tocado el tema de las retenciones y su modificación contestó que esa resolución no era a su criterio la única manera de solucionar el conflicto. Pero al escuchar al titular de Confederaciones Rurales Argentinas Mario Llambías, de su relato se pudo observar cierta disconformidad y pesimismo, mientras tanto los cortes continúan.

Al parecer los hombres del campo necesitan medidas concretas y de rápida ejecución y el ofrecimiento del gobierno no abriga una solución inmediata sino que habla de sentarse a trabajar y concertar medidas que garanticen la rentabilidad de los pequeños productores del campo. El gobierno no modificará el impuesto a las exportaciones del 44 % que según algunos debería ser puesto en el valor anterior del 35 %.

Difícil situación atraviesa el país y que por lo visto está lejos de solucionarse, más lejos de solucionarse está el tema de quiénes operaron estos días y operarán el martes apoyando este gobierno. No es bueno ni positivo que sujetos que no gozan de prestigio para el imaginario colectivo apoyen a alguien, mejor sería dejar todo como está.

¿Quién podrá creer que los presentes en el acto son espontáneos?

Nadie, ni siquiera ellos mismos que irán por haber intercambiado algún favor personal.

¿Tiene sentido para la presidenta que el mundo vea nuevamente un acto alquilado en su apoyo?

Creemos que nó, no lo tiene y menos que se vea quiénes la apoyan. El gobierno además de gobernar para todos los argentinos y cuidarnos debe cuidar su imagen, de esta forma la dilapida rápida y contundentemente.

Alejandro Olmedo Zumarán.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es evidente mi querido Licenciado que una ves mas esquivamos el meollo de la cuestión. Hoy de lo que trata el dilema es de desentrañar cual país que queremos si uno para pocos o uno para todos.
Que si bien a los productores del interior le cuesta mandar a sus hijos a la universidad, otros directamente no lo pueden hacer, y si quiere seguiría con infinidad de ejemplos, cuyo origen data desde la creación misma de la republica, cuestiones que no han sido saldadas por la sociedad, y cada ves que hubo un intento por materializar estas aspiraciones, para quienes creemos que es posible, necesario y para quienes necesitan de estas medidas.
Hubo quienes se opusieron, y saldaron la discusión de la manera que sabían, golpeando cuarteles, eso fue así y siempre lo fue. Gracias a Dios y a la constante lucha de quienes creemos en esto y quienes derramaron su sangre en pos de sus ideales. Esta vez no fue posible, debido a la desintegración del partido militar, arma y medio por excelencia utilizado por estos sectores.
En cuanto a ciudadanos, protestas legitimas, violentos, rentados o no, me limito a expresarme como hombre, padre, obrero y soñador de una argentina con equidad, con inclusión y posibilidades para todos. Leyó bien posibilidades, herramientas de progreso, solo eso aspiramos, lo demás recae en cada individuo. O acaso yo no tengo derecho a realizar una contrapropuesta, contramarcha por no estar de acuerdo con este sector que no representa mas del 10% de la población, no puedo protestar, no soy considerado ciudadano y si tengo que ser un violento, un piquetero, un rentado por el gobierno, al cual podremos hacerle criticas y de hecho las tengo y las hago, no obstante apoyo aquellas medidas de las que estoy convencido, por ser parte de mi filosofía de vida, de mis convicciones y las que aseguraran el futuro de mis hijos y de tantos hijos de argentinos. Por ser un apasionado de mí Patria, de mi tierra Argentina, entienda y entiendan que se acabaron los momentos de fiestas para pocos, de la intolerancia, que no vamos a permitir más violencia, porque el hambre la exclusión, la falta de dignidad es violencia.
Licenciado, compatriotas soy ARGENTINO, un enamorado de mi tierra un apasionado de mi Patria, y desde la humildad les digo que voy a defender lo que creo justo, como millones de argentinos, porque la legitimidad me la da la historia, a mi y a los excluidos de siempre, legitimidad de defender los intereses de todos, y estos están representados por este gobierno. Basta de odio destilado por un sector que fue ampliamente beneficiado por las políticas de este gobierno, basta de odio solo comparable con la frase funesta, pintada hace 50 años, que usted y muchos la conocen, y otros la recordamos con tristeza, como un ultraje a nuestras almas. Basta de Viva El cáncer. Su reacción, su espontaneidad solo es comparable con ese contexto en el cual fue pintada, e inmortalizada esta funesta frase. Por el bien de todos por el bien de la Nación y para el engrandecimiento de nuestra Patria. Por eso no solo vea y exprese lo que le parece, y por eso le escribo, porque con el respeto que me merece un piquetero, producto de la misma sociedad, que en un momento compartió su lucha, con el mayor de los respetos que me merecen los trabajadores sindicalizados, porque no se si recuerda para que sirve un sindicato, cual es su fin. No estoy ni sindicalizado, ni soy piquetero pero voy a estar en la plaza defendiendo a este gobierno y eso nada tiene que ver con lo que convenga o no al gobierno, sino mas bien con la dignidad que están recuperando millones de argentinos, desde qué comenzó este procesó allá por el 2003.
Fabian H. Dominguez
fh163@ciudad.com.ar