LA PERINOLA DE “EL CALAFATE”
(Por el Lic Gustavo Adolfo Bunse) (23/12/2008)
Ellos tienen un bonito “play room” en la casa de El Calafate.
Allí hay una mesa de pool, tres mesas forradas con paño verde, una pequeña mesa de ruleta que les regaló Cristóbal López, una salita para el lanzamiento de dardos, una máquina de video game y una perinola.
Como toda perinola, tiene seis caras. Pero esta tiene una singularidad :
En 3 de las caras dice “Toma todo” y en las otras tres dice “Todos ponen”.
En esa sala de juego se deciden los destinos del país, básicamente dentro de la liturgia inconmovible del matrimonio, inspirada en su libro de cabecera “Elogio a la traición” y en los tres principios políticos magnos del jefe de la familia (Postergación, improvisación y simulación).
Los autores de ese tan famoso libro, son Yves Roucaute y Denis Jeambar, quienes en algún momento llegan a sostener que en todo dirigente político, la traición es imprescindible y debe ser tomada, en realidad, como el más puro acto de pragmatismo.
Frente a la profunda crisis que se avecina en el país, provocada en forma exclusiva por la gestión conyugal desde hace 5 años, ellos han recurrido a la improvisación que es la única forma que conocen para tomar decisiones.
La referida perinola motoriza y sirve con gran eficacia al señalado principio de improvisación.
Pero el uso de ese pequeño trompo, como queda dicho, desemboca en las únicas dos opciones que ofrecen sus caras :
Robar u obligar a que se pague.
Es esta la clave para ganar las elecciones del 2009, cuya costosa campaña ya ha empezado y cuyo triunfo, consideran absolutamente asegurado.
Tal parece que ella se propuso lanzar cada 48 horas, un mini tramo del hipotético mega plan. El de las heladeras es de tal grado de ridiculez, que ni siquiera advirtieron que en el mercado hay siete marcas vendiendo esos aparatos a precios mucho más baratos y con mucho mejor financiación, sin tener que entregar nada en canje.
Ningún empresario tuvo el coraje de decirle :
“Señora, ojo que todo lo que está por anunciar es una descomunal gansada”
Frente a esto, queda poco por decir y es fácil saber lo que se viene.
La improvisación poco menos que nos golpea el rostro a todos : Cuando decidió bajar las retenciones en forma miserable, la soja tuvo mala suerte con la perinola. No podía ser de otra manera.
La voluntad y la esperanza suelen colapsar frente a las adversidades que se presentan como insalvables.
Fatalmente debe uno llegar a la conclusión de estar en medio de una sociedad cuya intención de voto se corresponde con la conducta de una manada que corre hacia un lugar inexistente, acaso por desdén, por terror, por hambre, por abnegación o por todo eso junto.
Las elecciones en Santiago del Estero fueron una viva muestra de que aquí germina bien el sometimiento que dicta un pequeño grupo de totalitarios
No se entiende que se vea una evidente vocación unívoca, impulsada por cien razones que están alineadas sólo con la angustia personal, con la visión ingenua de un sofisma, con la aparente estabilidad económica, con la gracia de los punteros sindicales, en suma, con la munificencia de la “caja”.
Queda la sensación muy amarga de que la primera minoría del pueblo argentino, tal como lo vino haciendo en el último medio siglo, va a volver a equivocarse de un modo brutal en las legislativas de 2009.
Queda también la sensación de ser uno mismo, el que está en un país que no es el que le corresponde.
En un ambiente territorial en el que es la mas pura resignación y la más irresponsable ingenuidad las que deciden el ungimiento de los gobernantes.
En un escenario en el que está todo diseñado para comprarle el voto a los pobres, a los subalimentados, a los sub instruidos, quienes, al ser mayoría, impondrán finalmente su voluntad.
Da pena que esto sea así. Pena e indignación.
Pena y conmiseración… por aquellos que han de votar con miedo a perder el cargo público, a perder el trabajo o a perder el subsidio del que viven.
Piedad por aquellos que no tienen la menor idea de la causa por la cual les han ordenado poner una boleta que deberán exhibir al subir al micro que ha de buscarlos en la villa de emergencia.
Indignación … por esta democracia matrimonial esencialmente trucha.
Una democracia tan chanta, que es normal que un político diga lo que no piensa, prometa lo que no va a cumplir, diga cualquier pavada, esconda sus intenciones y cambie de opinión en función de sus caprichos, sin explicar tal cambio. Y es normal que se crea dueño del Estado y haga de él un coto de caza para sus negocios o para sus vicios.
Una democracia donde nunca será castigado un dirigente político por sus veleidades ó inconsecuencias. No se le han de pedir cuentas porque un día censure y al siguiente idolatre a un contrincante o a otro partido.
Da pena e indignación ver a personajes del espectáculo prestarse a ese juego de transfusión de sangre para regalar algún litro de su prestigio a un par de mercaderes de la imagen.
Y a los empresarios aplaudir con obsecuencia todas esas imbecilidades.
Indigna que puedan hallar un comprensivo agasajo de todo lo que digan o hagan - en realidad… en forma resignadamente corrupta.
Cualquiera puede haber sido elegido en votaciones libres, pero será difícil ó más bien imposible, que lo haya sido “limpiamente” en un país como la Argentina.
No sólo por las manipulaciones antedichas sino porque, sobre todo, habrán sido elegidos en primer lugar - contratados, comprados, premiados ó “fidelizados”- por el aparato de sus respectivos grupos que los colocara en las listas cerradas armadas sobre “negocios a futuro” o devolución de favores.
Truchos, todos ellos, reyes de la justificación, buscadores de culpas ajenas, lavadores de manos, insinceros, irresolutos, trenzadores de arreglos y acróbatas de la promesa. Profesionales de la perinola.
Todos sus gastos, insólitos y demenciales, se podrán justificar siempre, por más escandalosos y superfluos que sean, sólo con “estar contemplados en las nobles partidas presupuestarias aprobadas con superpoderes”.
El recurso de la solemne legalidad, el de la perinola y el de la mentira sistematizada han sido empleados con la misma tranquilidad y desparpajo por parte ambos cónyuges.
Son nuestros reyes de la democracia de la perinola de “El Calafate”
Lic Gustavo A. Bunse
gabunse@yahoo.com.ar
martes, 23 de diciembre de 2008
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