martes, 23 de diciembre de 2008

VACANTES Y CAOS

LA GACETA DE TUCUMÁN.


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Cartas al director
En varios juzgados de los Tribunales siguen sin decretarse escritos presentados en agosto o setiembre y que, ante la proximidad de la Feria Judicial, lo harán en febrero. Secretarios, prosecretarios y aún empleados de esos juzgados redactan borradores pero no puede decirse que estén decretados si no son firmados por algún Juez. La situación se multiplica por la cantidad de vacantes existentes y es caótica. Cabe reflexionar que en esta cuestión al parecer se priorizó una lucha –quizás justificada- del Colegio de Abogados con el Poder Ejecutivo, para evitar la designación discrecional de los jueces subrogantes, sobre el verdadero interés de los justiciables, que ven con horror que sus litigios se demorarán. La cobertura definitiva de los cargos no se produce y ni siquiera los pliegos fueron a la Legislatura, que ahora está en receso. Una administración de Justicia no puede ni debe funcionar así (con escritos que eventualmente se decretarán a los cinco meses de presentarse). Si alguna de las dos partes en disputa no depone sus posturas, los mayores perjudicados serán quienes alguna vez acudieron a Tribunales con la esperanza de que allí conseguirían resolver sus diferencias, y quienes fueron o sean en el futuro víctimas de alguna injusticia sabrán que el Poder Judicial no está en condiciones de reparar. Y esto a su vez, probablemente, incrementará la litigiosidad y generará un círculo vicioso de injusticia, engaño y depredación. Cabe recordar aquella anécdota del rey Salomón sobre las dos madres que disputaban la maternidad de un niño. Es sabida la respuesta del sabio rey: “partid por el medio al niño vivo y dad la mitad de él a la una y otra mitad a la otra”. Así, cuando una de las dos mujeres se dispuso a renunciar a sus derechos con tal de que el bebé viviera, el rey se convenció de que ella era la verdadera madre. ¿En este conflicto, quién es la verdadera madre de los sufridos justiciables, actuales y potenciales? ¿O las penurias de los litigantes no conmueven a ninguna de ellas, y el bebé fatalmente será descuartizado?

Marcos Rougés
marouges@hotmail.com

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