ADUANA

CORRUPCIÓN EN LA ADUANA II
TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A ECHEGARAY
Por Christian Sanz


El viernes 9 de enero de 2009, diario La Nación publicó en su sección "Cartas de lectores", una grave denuncia que involucró a funcionarios públicos del aeropuerto de Ezeiza: "El 28/12 llegaron a Buenos Aires dos tías mías que venían de España en el vuelo A7 039 de Air Comet, con hora de aterrizaje a las 8 de la mañana. Luego de hacer todos los trámites y cuando por fin ya estaban por retirarse de Ezeiza, un joven, empleado de la Aduana, les pidió que lo acompañaran a un mostrador. Les hizo unas preguntas de rigor formal y luego les dijo que si no querían demorarse en abrir las maletas deberían pagarle 50 euros para poder retirarse sin problemas. En el apuro, mis tías abonaron lo sugerido y él les emitió un recibo con los números de pasaporte, en el cual decía que las maletas habían sido revisadas y que tenían todo en orden. Ellas tenían que mostrar aquel recibo si alguien se lo solicitaba e incluso les dijo que una vez que salieran de Ezeiza podían hacer un avioncito con ese papel y tirarlo.
¿Sigue quedando tela para cortar en nuestros aeropuertos? Entrar o salir del país puede hacer que uno pierda alguna máquina de fotos, perfumes y cremas, y por qué no algún bolsito más cómodo para acarrear todo aquello. Pero, ahora, con el sistema de los 50 euritos se puede evitar que se entrometan los amantes de lo ajeno. Se hizo el día el empleado, ¿no?María Carolina Regis, DNI 28.535.568" (1).
La denuncia, que pasó sin pena ni gloria por las páginas de La Nación, es algo recurrente en Ezeiza y por cifras superiores a 50 euros. Esto ocurre ante la inacción -¿o complicidad?- de una funcionaria ampliamente denunciada por Tribuna de periodistas: Rosa Nélida García, directora de la Aduana de Ezeiza e íntimamente relacionada al titular de la AFIP, Ricardo Echegaray.
¿Puede García no saber que ocurren este tipo de hechos? ¿Será lo que explica su enorme patrimonio personal?


Hombres de negro

Pocos saben que el actual titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, es quien verdaderamente "gobierna" la Dirección Nacional de Aduanas; la directora formal, María Silvina Tirabassi es sólo un "sello de goma".
Rodeado de colaboradores, en rol de "cómplices", Echegaray no deja de "escuchar" y ejecutar los postulados musitados por Héctor Guaraz -actual Director de la Aduana de Buenos Aires- y Rosa Nélida García, ambos nombrados por el inefable Echegaray.
Guaraz supo ser ladero de Marcelo Goldberg, ex director de Asuntos legales de la Aduana en el periodo 2003-2004, amigo de Eduardo Luis Duhalde, actual Secretario de Derechos Humanos, y del Gral. Martín Balza, en épocas en que el Director de Aduanas era José "pepe" Sbatella.
"Guaraz tiene fuertes vinculaciones con empresas dedicadas a la importación de tintas gráficas y colmó su bienestar económico en cuanto Echegaray lo nombró en su actual cargo. Es un secreto a voces que el gordo Guaraz se cebó y hoy no resiste una denuncia por enriquecimiento ilícito", admitió una importante fuente de aduanera a este periodista.
Lo cierto es que Tirabassi intentó en su momento despedir a Guaraz pero no pudo, ya que este integra el pequeño "círculo áulico" que rodea Echegaray.
Lo mismo ocurre con Rosa García, dueña de una mansión de aproximadamente un millón de dólares ubicada en la localidad de Martínez. "García no deja de meter la cuchara en cuanto la oportunidad se le presenta, Echegaray le tiene miedo por su vinculación familiar con la periodista María Laura Santillán, de ahí, que no la rajasen cuando sus compañeros aduaneros salieron esposados del hall central de Ezeiza", admitió la fuente antes referida.
Esto explica claramente por qué prevalece la inacción oficial frente a las permanentes denuncias que se hacen en Ezeiza.


Concluyendo

Desde hace al menos cinco años, este periódico viene denunciando diversos hechos de corrupción en la Aduana. Se han publicado incluso los nombres, apellidos y números de legajo de algunos de los empleados de esa dependencia relacionados con hechos de corrupción (2), sin que nadie moviera un dedo para modificar esa realidad.
Sin embargo, a la hora de hablar de lucha contra el delito, los funcionarios más importantes de la Aduana suelen jactarse de trabajar para erradicarlo "de raíz", un verdadero despropósito.
¿Hasta cuándo habrá que tolerar esta imperdonable complicidad oficial para con la corrupción?

Christian Sanz

(1) Ver http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1088159

(2) Ver http://www.periodicotribuna.com.ar/Articulo.asp?Articulo=2506



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