jueves, 25 de junio de 2009

BASTARDA PROPAGANDA


Segunda Opinión - 25-Jun-09 - Editorial

UNA BASTARDA PROPAGANDA CON DINEROS PÚBLICOS

por Héctor B. Trillo

La Anses ha enviado una carta a millones de jubilados, a un costo de 4 pesos cada despacho, con el objeto de publicitar el sistema jubilatorio "público" y descalificar a quienes piensan que tal sistema es cuando menos deficiente o directamente no podrá seguir funcionando.

No vamos a decir, en un país anómico, que no corresponde pagar propagandas partidarias con dineros públicos porque es más que ocioso.

Pero sí señalar el bastardo recurso que apunta al sector pasivo, que supuestamente es el que mejor performance ofrece al oficialismo kirchnerista, especialmente en el ahora denominado "segundo cordón".

Podemos hacer también algún análisis más o menos rápido de lo que en la mencionada nota se dice.

La carta se inicia con un demagógico "queridos mayores" y afirma que a los gobiernos hasta 2003 no les importaban los mayores.

¿A qué gobiernos?. Desde 1945 hasta el año 2003 hubo gobiernos peronistas entre 1945 y 1955, entre 1973 y 1976, entre 1989 y 1999 y entre 2002 y 2003. Esto significa que en los 58 años contemplados aproximadamente 26 fueron peronistas a nivel nacional.

Una confesión interesante de parte de funcionarios ineptos y que se sirven de los dineros de todos los contribuyentes para hacer propaganda de baja estofa.

A este gobierno sí le importan los mayores, por eso acaba de apropiarse de los fondos de las AFJP luego de haber modificado la ley de afiliación a las mismas apenas un año antes. Baste recordar que las AFJP acumulaban una inversión acumulada total del orden de los 100 mil millones de pesos, de los cuales el 50% eran deuda pública, dado que estaban obligadas a adquirir títulos del Estado. Mientras que el 50% estaba invertido en acciones nacionales en un porcentaje del orden del 25%, que es lo que hoy da lugar a que el gobierno designe "directores" en las empresas cuyas acciones habían sido adquiridas por las AFJP y ahora apropiadas por el gobierno. El resto eran títulos y acciones de empresas extranjeras, muchos de los cuales (como las inversiones en Brasil, del orden del 8% del total) habían sido malvendidos por la propia exigencia del Estado argentino de traer los fondos hace apenas un año.

El dinero actualmente está siendo invertido en otorgar algunos créditos a bajas tasas, "salvar" empresas quebradas o dar préstamos a multinacionales de origen norteamericano para que fabriquen autos, como si a tales empresas les hiciera falta financiamiento argentino. Todo ello con dinero de los futuros jubilados, claro. Expropiado por el gobierno, como queda dicho.

Se afirma en la misiva que estamos comentando, se intenta llevar tranquilidad a los jubilados, ya que supuestamente estarían preocupados.

Recordemos entonces que la jubilación mínima, que es hoy cobrada por la gran mayoría de los millones de pasivos, es aproximadamente de 2/3 del monto del salario mínimo determinado por el propio gobierno y su apéndice el INDEC.

También se refiere a que "no volvamos atrás, no repitamos errores".

¿Cuáles errores? ¿volver a los 58 años mencionados en los cuales casi la mitad gobernó el peronismo, que a su vez fue el gestor del régimen de jubilación mixto que creo las AFJP en 1994?

¿Hay alguna duda por parte de nuestros amables lectores de que desde que todos nosotros tenemos uso de razón los jubilados jamás tuvieron una jubilación digna?. Hoy la jubilación mínima apenas supera los 200 dólares y como decimos es lo que cobra la gran mayoría ¿Esto es preocuparse por los jubilados?

El sistema que existía hasta la apropiación y desde 1994 era un sistema mixto al cual contribuían los trabajadores de manera VOLUNTARIA y por propia decisión. No era como suele repetirse un sistema privado. Tanto no lo era, que incluso el monto aportado a las AFJP era administrado por éstas bajo control del Estado, que a su vez exigía que el 50% de las inversiones lo fuera en títulos del Estado. E incluso como decimos les exigía que repatriaran las colocaciones en Brasil. Era un sistema ideado por el propio peronismo gobernante hoy. Un sistema en el cual estaban los propios gobernantes actuales. No sólo compartieron y adularon al presidente Carlos Menem, sino que se adhirieron a AFJP en un altísimo porcentaje, como es el caso del propio Néstor Kirchner.

La nota también hace referencia a la moratoria que permitió, en 2005, incorporar a una cantidad muy grande de personas que no tenían los años de aportes necesarios. Se afirma "¿alguien puede pensar que una señora de 50 años o un señor de 65 años llegaron sin trabajar a esa edad?", esto como una manera de justificar la moratoria citada. Pregunta: ¿Y si esto es así por qué se dio fin a tal moratoria en lugar de convertirla en un régimen permanente de adhesión para personas de esas edades que no tengan los años de aportes requeridos por la propia ley?

¿Quién hizo las leyes jubilatorias en la Argentina? ¿Quiénes fijaron los 30 años de aportes mínimos? ¿Quiénes sostienen hoy tales años de aportes en las leyes hoy vigentes? ¿Por qué no modifican todo eso si verdaderamente hay que atender a las personas de 60 o 65 años que seguramente no llegaron a esa edad "sin trabajar"?

El grado de cinismo e hipocresía de la misiva es alarmante. Esta gente considera que la población es directamente estúpida, otra cosa no se nos ocurre.

El firmante de la nota es Amado Boudou, el director de la ANSES, que también afirma que se pretende sostener el empleo formal, lo cual equivale a decir, entendemos, que los aportes a empresas como la papelera Massuh apuntan justamente a eso.

El criterio según el cual empresas inviables administrativa o comercialmente pueden y deben sostenerse activas podrá resultar muy simpático a los oidos de los trabajadores de tales empresas, e incluso de los jubilados destinatarios de la burda propaganda oficial, pero no es serio.

Mucho más serio sería por ejemplo crear de una buena vez un sistema de seguro de desempleo mediante aportes de los trabajadores cuando están en actividad para el caso de que la empresa en la que se emplean deje de ser viable.

Las hoy denominadas "empresas recuperadas" son un verdadero lastre cargadas de inacción, burocracia y clientelismo político, cosa de sobra sabida por quienes más o menos están informados de lo que ocurre.

La idea de sostener empresas inviables conduce al absurdo de que, en un punto, todas las empresas del planeta serán inviables pero sostenidas con dineros públicos.

Imagínese el lector que tal sistema hubiera sido aplicado desde, digamos, 1800 hasta ahora. Entonces tendríamos empresas de carruajes, de diligencias, de telares de mano, de tranvías tirados por caballos y todo cuanto se te pueda ocurrir. Claro, se dirá que tales empresas se habrían aggiornado ¿Es imaginable suponer que una empresa subsidiada y sostenida con dineros públicos, manejada por dirigentes de extracción sindical o estatal podrá reconvertirse y alcanzar la cima en materia de avance industrial? ¿O más bien cabe imaginar un escenario en el cual la inmensa mayoría de tales empresas vegetará a lo largo del tiempo (tal como efectivamente está ocurriendo) mientras el Estado cuente con recursos para subsidiarla hasta que finalmente sucumba (tal como también está ocurriendo)? La inconsistencia de esta clase de "emprendimientos" es tan elocuente que se vuelve ridículo tener que mencionarla.

La Anses cuenta hoy por hoy no solamente con los recursos expropiados de las AFJP. Cuenta también con los aportes de los empleados activos que habían elegido seguir en tales AFJP. Cuenta además con recursos provenientes de impuestos nacionales. Y pese a eso la jubilación sigue siendo miserable y muy por debajo del salario mínimo fijado por el propio Estado en connivencia con el sindicalismo.

¿No sería mucho más lógico y realista ajustar las jubilaciones para mejorar supuestamente el estándar de vida de la gente en lugar de apostar a sostener empresas inviables o prestar dinero a empresas norteamericanas como la General Motors, siendo este un gobierno "nacional y popular" que si de algo reniega es de los yanquis?

Un gobierno que gasta dinero en propaganda bastarda, que inicia proyectos faraónicos como el tren bala, que castiga a la ganadería, a la agricultura y a la lechería sin importarle si mucha gente queda sin trabajo, que facilita créditos a los amigos o desvaloriza empresas mediante controles patoteros para luego "vendérselas" a los grupos económicos afines... Un gobierno que actúa de tal modo ¿es aquel al que sí le importan los jubilados?

Nada sirve de todo lo que aquí afirmamos si la gente por sí misma no toma conciencia de esto. Y eso lo sabe Boudou y también lo sabe Kirchner y lo saben los "candidatos testimoniales". Todos ellos saben muy bien de qué se trata.

Bastardo es aquello que degenera de su origen y de su naturaleza. Por eso la propaganda a la que nos referimos no solamente es ilegal por ser hecha con dineros públicos. Es, además, bastarda.

Héctor Trillo

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