sábado, 13 de junio de 2009

KRETINA Y KARADURA



Papelón: Hilda Molina negó que Cristina haya destrabado su viaje
Apenas se conoció el permiso de Cuba para que la médica pueda viajar a la Argentina, la presidenta se hizo cargo en persona del anuncio. Hasta utilizó un mecanismo inédito: se comunicó vía telefónica desde Olivos a la sala de prensa de Casa Rosada. Sin embargo, la médica contó que fueron gestiones urgentes y personales con el más alto nivel del gobierno cubano. Incluso, no se descarta una negociación del Vaticano.

La Política Online |

Una extraña sorpresa se llevaron los periodistas acreditados en la Casa Rosada cuando de los altoparlantes de la sala de prensa salió la voz alegre de Cristina Kirchner, en comunicación directa y telefónica desde la Quinta de Olivos. “Quería comunicarles a ustedes esta muy buena noticia” dijo la Jefa de Estado, que no quería dejar pasar ni un minuto para adjudicarse, de algún modo, la noticia del permiso de Cuba para que la médica Hilda Molina pueda viajar a la Argentina.

Sin embargo, se podría frente a un papelón importante. Es que apenas unas horas después, la propia Molina aclaró que en la autorización no había habido participación del gobierno argentino alguna, tampoco de la embajada –incluso dijo que no conocía en persona a la embajadora, Juliana Marino- y que se trataba de una gestión personal con el más alto nivel del régimen castrista.

“Mi mamá está malita, por eso me dieron el permiso”, comenzó a contar en diálogo con el periodista Nelson Castro, por radio Mitre. “Mi madre hace 15 días que se puso muy enferma y yo comencé gestiones suplicando al gobierno cubano, porque lo único que hacía era clamar por mí. Les pedí por favor que me dejaron ir a estar con mi madre los últimos días, y que después volvía y que hagan lo que quieran hacer conmigo”, siguió su aclaración.

Cuando se la consultó si había habido alguna gestión del gobierno o la embajada argentina, respondió: “Yo no se si mi familia ha tenido algún contacto en Buenos Aires, pero desde que la embajadora nueva llegó, yo no la conozco. Es más, hoy estuve en la embajada y fui atendida por el concejero Gómez. A mí no me han dicho nunca nada”.

Reconoció que con el embajador Darío Alessandro sí tenía contacto permanente y “hasta el último día que estuvo en Cuba, se despidió”. Pero “las gestiones estuvieron hasta la salida de mi madre; después se terminaron totalmente”.

La propia Marino tuvo que aceptar que “no estábamos esperando ninguna novedad en particular” y que “se presentó la señora Hilda Molina y le entregamos una visa de cortesía por 3 meses”. Sin embargo, aprovechó para intentar sumar un poroto al Canciller, Jorge Taiana, y a la propia Cristina: “Ha tenido un papel importantísimo en este tema junto a sus funcionarios. Es bueno ponderar a la cancillería y a la Presidenta”.

Taiana destacó desde España que "tenemos una profunda alegría y satisfacción por la autorización del gobierno cubano otorgada a la doctora Molina a visitar la Argentina" y subrayó "que la paciente y perseverante estrategia implementada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner logró su objetivo humanitario de reunir a la familia en nuestro país".

"Este es el resultado de una tarea paciente, discreta y perseverante que ha buscado lograr el objetivo con un único propósito humanitario", señaló.

Según pudo saber este medio, no habría que descartar tampoco una negociación importante del Vaticano. En su entrevista con Nelson Castro, Molina aclaró que en el permiso que obtuvo del gobierno cubano hubo un importante rol de la Iglesia Católica de ese país.

El año pasado, y tras gestiones del Gobierno argentino y una fuerte presión de cubanos anticastristas en el exterior y organismos de derechos humanos, La Habana ya había dado una señal de alivio, cuando autorizó el viaje a la Argentina de la madre de Molina, Hilda Morejón, para conocer a sus bisnietos y reencontrarse con su familia. Ahora, Molina podrá hacer lo mismo.

Hay que recordar que este año, cuando Cristina viajó a La Habana, no sólo no pudo volver con la noticia que esperaba gestionar, que era el permiso para el viaje de la médica, sino que de esa gira hasta acá el tema quedó congelado.

La propia Molina confirmó el viaje por la tarde en declaraciones radiales: "Hoy me dieron el permiso y me dijeron que podía volver a Cuba cuando lo desee, pero ellos saben que yo voy a asistir a mi madre y cuando ella se reponga vamos a regresar, porque no me quiero quedar en la Argentina".

Molina viajará mañana y llegará el domingo por la madrugada al país, donde podrá estar por un lapso de treinta días, aunque con la posibilidad de extenderse. Más allá del permiso, la neurocirujana consideró que "esto no responde a un cambio, sino a una situación de emergencia, que es la que está pasando con mi familia".

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