jueves, 11 de junio de 2009

SUCIO GOLPEADO


Muy golpeado, Kirchner deja la campaña sucia
El plan de polarizar con De Narváez y presionarlo con la causa por la efedrina levantó una fuerte polvareda en Olivos y Casa Rosada, lo que obligó al ex presidente a un golpe de timón en la campaña. Hubo peleas con De Vido, con quien cada vez hay más tensión, y mucho malestar por “levantar” la imagen del empresario y victimizarlo.

La Política Online

La estrategia de polarización de Néstor Kirchner que desnudó La Política Online parece hoy haber llegado a su fin. Como se preveía, la decisión de apuntar todos los cañones contra Francisco De Narváez fue un tiro que al ex presidente le salió por la culata: no hizo más que realzar la figura de un candidato al que, por primera vez y de alguna manera, lo elevó a la altura de un rival de fuste.

El cambio de rumbo lo dejó en claro la voz misma del patagónico: “Ya dije todo lo que tenía para decir”, repitió a la prensa en su caminata de campaña por Hurlingham.

Tampoco mencionó algo sobre la diferenciación que mostró en su postura José “Pepe” Scioli, hermano del gobernador bonaerense, quien había salido a criticar la campaña sucia. Igualmente, más tarde su hermano Daniel se vio obligado a despegarse de la vocería de Pepe. "Yo prefiero al hermano mayor", apenas se permitió bromear sobre los Scioli. "Por algo, es Daniel y no Pepe el que finalmente está en la boleta", agregó uno de los funcionarios que lo acompañaba, según contó hoy Clarín.

Este mismo matutino es el que revela algo que adelantó La Política Online. En Olivos eran varios los funcionarios que criticaban el plan de polarización con De Narváez y esperaban enfocarse en la dupla del Acuerdo Cívico y Social, Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín, para levantarlos un poco y que le roben votos a la boleta de Unión PRO.

La evaluación en la Casa Rosada es que desde el domingo, cuando se conoció la citación judicial, el clima cambió y la puja se polarizó aún más entre Kirchner y De Narváez. "Era justo la estrategia que perseguía De Narváez, para dejar de lado al Acuerdo Cívico: se la facilitamos nosotros", se quejaban en la Casa Rosada.

Entendían, también, que pegarse como hizo Kirchner a la embestida judicial, incluso ratificando y recomendando la lectura de una nota que se basaba en mails obtenidos vía espionaje, jugaba en contra en vistas del electorado. Esta conclusión, de hecho, tuvo fuertes repercusiones internas.

Este medio dio muestras de la distante y tensa relación que mantiene hoy Kirchner con Julio De Vido. El reflejo fue una fuerte discusión el domingo pasado entre ambos, en la que –según La Nación- el ex presidente terminó a los gritos descalificando al ministro de Planificación. "No escucha a nadie", decía hace dos días un operador cercano a De Vido, según refleja el artículo.

Pero algunas encuestas comenzaron a aparecer en Olivos y Kirchner cambió. Lo que resta por verse, es por cuánto tiempo sostendrá esta postura. Hasta acá quedó demostrado que empezó la campaña con los dientes afilados, pasó por días de tranquilidad hasta que la causa judicial lo llevó a apretar el acelerador, aunque al parecer tenía puesta la marcha atrás.

Por eso, este aparente retorno a la sensatez hay pocos que lo den como el camino definitivo hasta el domingo 28.

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