sábado, 24 de julio de 2010
DESINTEGRACIÓN
Argentina es un país sin control. Los organismos existentes en el Poder Ejecutivo, con la responsabilidad de control de gestión, de cumplimiento de leyes y normas administrativas, de alertar sobre necesidades o problemas futuros de la sociedad, no cumplen con su obligación, y lo grave es que si lo hacen, el titular del Ejecutivo suele ignorar sus opiniones o advertencias.
Por el Dr. Marcelo Castro Corbat
La Administración Pública está en una pendiente lenta pero irreversible de deterioro. La organización, jerarquías, autoridad y responsabilidades están destruidas por amiguismos políticos, padrinazgos, el poder de la corporación sindical y la creciente corrupción liderada por cabezas ministeriales. En ese clima, los funcionarios justos y cumplidores pagan por los pecadores.
El Poder Ejecutivo es un poder soberano, convertido en autocracia sin restricciones. El Poder Legislativo carece de autoridad para ordenarle lo que tiene que ejecutar y para corregir las acciones u omisiones que comete, violatorias de normas legales, administrativas o institucionales. El P. Judicial dicta sentencias y el Ejecutivo suele incumplirlas o eternizar su cumplimiento.
El P. Ejecutivo debe ejecutar lo que decide el pueblo, que tiene el derecho constitucional de gobernar por medio de sus representantes. El P. Legislativo debe fijar las políticas, nombrar al Presidente ejecutor, controlarlo, y remplazarlo si no cumple con sus obligaciones. Es el orden natural.
Dr. Marcelo Castro Corbat
Centro Segunda República
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