sábado, 24 de julio de 2010

RITMO BIPOLAR


Seguimos siendo una nación eternamente subida a una “montaña rusa”, donde los ánimos varían a tal velocidad que lo que hoy es válido mañana pasa a ser el infierno más temido.

Por José Marcelino García Rozado



Néstor y Cristina se pavonean adjudicándose un triunfo por el matrimonio homosexual –en contra de una muy amplia mayoría popular- como si los votos radicales, socialistas, independientes sumados a las “enfermedades”, las ausencias y las deserciones no hubieren jugado ningún papel.

Argentina pasó a ser una de las muy pocas naciones, a decir verdad casi ninguna, donde el matrimonio homosexual tiene tales características de igualación total de derechos con los matrimonios heterosexuales; situación muy poco difundida por los medios de comunicación masiva, que ocultaron que si bien en Holanda, España, Canadá, Noruega, Suecia, Islandia Sudáfrica y Portugal existe la “legalización” del matrimonio gay, en casi ninguno de esos países esta legalización “igualó” como lo hace en Argentina la totalidad de los derechos legales, responsabilidades y protecciones que el matrimonio brindaba a los héteros.

Confundir “tolerancia” y antidiscriminación con lo aquí sucedido es materia de estudio de legislaciones existentes en otras sociedades, aquí consideradas progresistas y avanzadas, y que buscando protección e incorporación de las minorías no avasallaron principios culturales básicos y arraigados en la sociedad. Sólo un par de naciones igualaron culturalmente a las mayorías con las minorías, al igual que lo acabamos de hacer los argentinos.

Si este desconocimiento del sentir cultural mayoritario de la población es aceptado como un “avance progresista”, o peor aún, si este ninguneo del sentir mayoritario es proclamado por la primera magistratura nacional como una victoria, tal como lo hiciera la señora Presidente de la Nación al señalar “…no siempre las mayorías tienen razón” estamos entrando definitivamente en un camino de inconstitucionalidad democrática grave y muy peligroso.

Acostumbrados los argentinos a este nivel sangriento de confrontación entre el poder ejecutivo y otros estamentos de la sociedad, que sólo terminan mostrando el grado sublime de agresividad instalada en la sociedad y que se palpa en el cotidiano derrotero de una inseguridad plagada de criminalidad y muerte como nunca antes se viera, este nuevo “avasallamiento” del sentir popular mayoritario jalona el sube y baja de la eterna montaña rusa en la que nos hemos transformado como sociedad.

Considerar la votación y promulgación de esta supuesta ley de igualdad como un “paso histórico en el reconocimiento de las minorías oprimidas” tal como lo señala el informe del Conicet, es desconocer los valores fundamentales arraigados en el sentir popular argentino. Considerar como “minoría oprimida” a la comunidad gay, es ante todo un profundo desconocimiento de lo que son las minorías oprimidas y excluidas de nuestra muy querida Patria.

Los hambrientos, los sin trabajo, los sin futuro predecible esos son los verdaderos sectores “oprimidos”, y que además no son “minoría”; a ellos debería el Estado y los poderes de él emanado, brindarles “igualdad y reconocimiento” de derechos legales, responsabilidades y protecciones, atributos hoy inexistentes en muy amplias fajas de la sociedad sufriente de la nación.

Las victorias de hoy no son garantía de nada, las subidas y bajadas vertiginosas de la montaña rusa provocarán alegrías y decepciones, y como en otros períodos tanto o más trágicos de la historia argentina, es la voluntad lo que conduce los actos de los políticos. Han pasado a vivir días de gloria poco tiempo después de haber sufrido pérdidas al hilo que ya no pesan, o al revés.

No basta con decir o votar que se está a favor o en contra; la demanda de la sociedad es más amplia y exige asumir el reto de reflexionar, y en éste acto reflexivo hacer valer sólo aquello que la sociedad quiere y exige. Y dentro de ésta obligación democrática existen valores y prioridades que ningún funcionario puede eludir como mandato popular mayoritario, y no es el matrimonio gay dicho mandato.

Acerquémonos a los desposeídos, verdaderos oprimidos, y preguntémosles si necesitan de nosotros y de la sociedad y sus representantes –pues eso sólo son los legisladores, los funcionarios del ejecutivo y los de la justicia-, de nuestro amor, de nuestro acompañamiento en este camino difícil, para que ellos también sean felices (como enseña la doctrina peronista y la católica) como lo somos nosotros. Y atendamos sus necesidades y carencias.

Existiendo la “unión civil” tal como lo pidieran oportunamente la organización Gays por los Derechos Civiles (2005) y luego la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bisexuales y Trans al impulsar la modificación del Código Civil donde se contemplaban los derechos a la herencia y a la obra social, a decir por su pareja en caso de necesidad extrema y a tantas otras necesidades y requerimientos legales, dimos el presente “salto al vació” generando nuevas discriminaciones.

Cambiar la institución del matrimonio requería tiempo, discusiones serias y consenso, elementos todos inexistentes en esta apresurada aprobación, apenas dos meses en diputados y uno escaso en el senado nacional. El consenso brillo por su ausencia, tanto en las audiencias públicas como, muy particularmente, en la aprobación popular. Y específicamente, ningún país del mundo donde existe (8) el matrimonio homosexual, carece de regulaciones muy serias sobre fertilización asistida y régimen de filiación abierto.

Argentina determina que los hijos dados a luz por la esposa son del marido; con la nueva norma aprobada se creará un verdadero caos filiatorio, pues dos hombres o dos mujeres podrán anotar en el Registro Civil un hijo como propio sin tomar en cuenta el derecho del progenitor biológico al reclamo de maternidad o paternidad. “¿Y el derecho humano de ese niño a conocer su identidad biológica? ¿Tendría entonces ese niño tres padres o madres? ¿Cómo se discerniría la patria potestad del menor?” se pregunta la Senadora PJ disidente Sonia Escudero.

Sumamos más inconsistencias e incongruencias, un hombre casado con una mujer, en caso de disputa, pierde la tenencia de su hijo menor de 5 años en manos de su esposa, no así en el caso de dos hombres casados donde el juez decide a quien otorgarle la tenencia según el interés del menor; una mujer casada con un hombre no puede elegir darles su apellido a los hijos, cosa que hace una mujer casada con otra mujer. Un matrimonio heterosexual debe esperar 3 años de casado para poder adoptar mientras que los casados gay no esperan ningún tiempo.

“¿Cuál es entonces el verdadero proyecto de la igualdad y la no discriminación?” La nueva Ley de matrimonio homosexual discrimina y desiguala por imprevisión e incoherencia normativa, pues la labor llevada delante de manera superficial e ingenua –cuando no hipócrita y confrontativa- pues aboliendo términos del Código Civil como “esposa” o “madre” y “esposo” o “padre” no se logra reemplazar a los progenitores que siempre van a ser un hombre y una mujer. Reemplazar aquellos términos por “cónyuges” o “progenitores” sólo traerá conflictos legales producto de una malsana técnica legislativa.

Las leyes de por sí no tienen la virtualidad de cambiar ninguna realidad, y por mucho que acordemos en que no se debe discriminar a nadie por su elección sexual, aquella práctica discriminatoria se combate con educación y nunca con imposición; la opción “unión civil” nunca fue una opción de segunda o discriminatoria, pues esa fue la opción presentada por la misma comunidad gay en 2005, una opción “moderna y flexible”, consensuada por ellos mismos y que además atraía por su perfil “contractual y consensuado” a parejas heterosexuales que no estaban dispuestas a contraer matrimonio legal y tradicional.

Abordar el problema de los niños nacidos en relaciones de hecho, y por fuera del matrimonio es primordial si pretendemos asumirnos como una sociedad moderna y progresista en serio, y no ingresar en esta guerra que lleva adelante la administración K eligiendo nuevamente a una institución representativa de la enorme mayoría de argentinos.

Porque estamos a merced de una política gubernamental de distracción permanente de las cuestiones centrales, a través de chicanas y agresiones que buscan cambiar el eje de la discusión de los problemas centrales de la nación, como son la pobreza, la educación, la salud, la seguridad y el crecimiento con desarrollo que implica realmente integrar y no discriminar a las muy amplias fajas sociales hoy realmente discriminadas y excluidas.

¿Cuándo vamos a poder abordar los verdaderos problemas de la gente?

Perón nos decía respecto de éste tema:
En el libro de Enrique Pavón Pereyra, “Perón, tal como es”, (Transcribí a Perón para que no queden dudas respecto de lo que pensaba el conductor del peronismo.1) (Ed. Machaca Güemes, Buenos Aires, 1973), que reproduce las respuestas de Perón a las preguntas que formula el autor, y en el capitulo XVIII: Una situación que vive el mundo, Perón hace observaciones históricas de las que deriva conceptos vinculados a la actualidad.
Al pasar por la “Revolución Francesa” dice que ésta “es una creación eminentemente burguesa” que pasa por “la etapa de la anarquía inicial de esa revolución. Se hacen las liquidaciones-como en todo tipo de revoluciones cruentas- hasta el 14 de Brumario en que Napoleón da un golpe de estado y toma el poder (…) Pone en venta las grandes posesiones que [la Revolución] les ha quitado a los monárquicos, al clero y a la milicia, y las vende baratas. La burguesía –que es la única que tiene poder adquisitivo en la Francia de ese momento- las compra. Compra esas posesiones, y cuando las tiene en su poder están ya ellos transformados en los dueños de Francia.
Napoleón los llama tranquilamente y les dice: “Bueno…, muy bien…Ustedes tiene esas posesiones, pero, ¿hasta cuándo las van a tener? Las tendrán mientras dure yo. El día que yo caiga pierden las posesiones y tal vez las orejas…” (pags.212-215)
-El General en el mismo capítulo, pero en la pág. 211, hablando de la “partidocracia” dice que: “este mundo está influenciado por las organizaciones de todo tipo, es decir por las estructuras políticas, sociales y económicas nacidas en el año 1800. En la Revolución Francesa. Vale decir en una época perimida por el tiempo y por la evolución”
Pichetto- en el Senado- se apoye en ella para apoyar el plan de casorio de los más iguales que los demás festejando “la importancia de la fecha, 14 de julio, la primera revolución laica en el mundo. Una revolución impresionante que modifica las estructuras de un país, Francia; que plantea fuertemente la visión de un estado y la vigencia de una ley para todos: el principio de libertad, igualdad, fraternidad. Tiene que ver con este debate” (...) “Esa Revolución avanzó mucho más, a cosas que nosotros no nos planteamos, como fue la expropiación de los bienes de la Iglesia, en realidad no vamos a llegar a tanto”.
En la página 211, porque ahí el General dice que “Los partidos demoliberales, burgueses…¿qué son? Son un producto de la Revolución Francesa que no han evolucionado en sus estructuras… Por eso no están a tono con estos tiempos.”
-Perón dice que “Inglaterra, que no ha sido partidaria nunca de una revolución cruenta, violenta, ni profunda, hace evolucionar también sus formas hacia un partido único. Es decir hacia la supresión de los partidos políticos. ¿Y qué es lo que crea?...Crea el Partido Conservador y el Partido Laborista. Pero esos no son partidos. Son alas que están manejadas por la masonería desde atrás, y que toman el poder cuando les conviene a los conservadores (…)
¿Qué quiere decir eso?
Que eso está manejado desde la masonería. Vale decir un partido con dos alas.”
Perón cuenta que cuando en 1905“se produce la primera revolución comunista que fracasa y tiene que exiliarse sus jefes, Lenin se va a Inglaterra…Trotski se va a París… y, en fin, [a] los que quedaron allí [en Rusia] los liquida, a todos, el poder de los zares”; leer bien la página 214.
El General (en la página 220) comenta qué cosa son “las grandes Internacionales. Está la internacional Comunista y la internacional Capitalista. Aparentemente contrapuestas entre sí pero, en realidad de verdad, completamente de acuerdo. Y si no hay que retroceder a la Historia.
En 1938 cuando aparecen Italia y Alemania, que son terceros en discordia, dentro de este acomodamiento imperialista, se unen esas dos fuerzas aparentemente antagónicas, para aplastar a ese tercero que va contra ellos.
Pero es que no son solamente esas dos fuerzas internacionales. Está la masonería internacional, está el sionismo internacional, está la Iglesia Católica, que también es una fuerza internacional. Y qué casualidad… cuando combatían contra esa fuerza, las cinco estaban unidas… Aún cuando normalmente ellas aparecen: la Masonería como contrapuesta a la Iglesia, el comunismo contrapuesto a la Iglesia, los comunistas contrapuestos a los capitalistas, todos ellos están, entre ellos, aparentemente contrapuestos. Pero cuando se aparece un tercero en discordia, se unen las cinco grandes fuerzas para aplastarlo. ¡Son las fuerzas internacionales, que en el fondo están manejadas desde una sola central! Que ha penetrado en todas las demás. Esa es la realidad de la instrumentación internacional."
¿Y vos que te crees que le pasó a Perón en 1955 y a Isabel en 1976? Y no sé si te acordás que Isabel estaba en contra del aborto, de la publicidad de los anticonceptivos, y bien a favor de la familia…¡Y sin embargo sufría el embate “moral” de los “religiosos”…!
En la página 222:
-¡Los imperialismos no se mantienen nunca por la fuerza! Dicen los yanquis que ellos no van a ceder porque son ricos. Cartago era el imperio más rico que ha habido en la historia de la humanidad y Escipión el Africano terminó en una semana con Cartago.
Dicen que son fuertes, ¡Bendito sea Dios! Más fuerte que el Imperio Romano no ha habido ninguno. Sin embargo el imperecedero Imperio Romano ha quedado reducido a su mínima expresión. De una palabra, de un término, de un calificativo…de italianos.
(…) Porque los imperialismos se pudren por dentro. Vea el estado de Inglaterra –que ha sido un imperio poderoso-,que acaba de hacer una ley para que el homosexualismo sea una cosa legal, siempre que se practique en privado…¡¡¡Pero si eso mismo pasaba en Roma y pasaba en Grecia en la época de la descomposición!!! ¡¡¡Son los signos de la decadencia!!!


Buenos Aires, 22 de Julio de 2010.
Arq. José M. García Rozado.
MPJIRucci – LIGA FEDERAL
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(1) Enrique Pavón Pereyra, “Perón, tal como es”, (Ed. Machaca Güemes, Buenos Aires, 1973).

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