jueves, 6 de octubre de 2011
CRISIS GLOBAL
¿Está preparada la Argentina para enfrentar la crisis global?
Por Nidia G. Osimani
PREOCUPANTE PANORAMA ECONÓMICO
Hace pocas horas, Cristina Fernández dijo en Santa Fe, inaugurando el Plan Estratégico 2020, que el kirchnerismo "ha construido una macroeconomía que, ante estas turbulencias, nos permite seguir firmes y presentar planes como el de hoy".
El 26 de septiembre último, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández admitió que “ la Argentina no está blindada ante la crisis internacional”.
Ayer, el presidente de la Unión Industrial Argentina, José de Mendiguren, quien además mantiene las mejores relaciones con el Ejecutivo Nacional, advirtió no solo que “ la Argentina no está blindada ante la crisis” sino que además, ya empezó a tener problemas.
Desde enero del corriente, la Bolsa porteña se viene desplomando con alternancias de leves subas. Las acciones más afectadas corresponden al sistema financiero y empresas de energía.
Lo mismo ocurre con los bonos que ya acumularon un retroceso superior al 35%, porque Brasil sigue devaluando su moneda. Brasil, ni más ni menos que el principal socio comercial de la Argentina.
Esto indica que los productos nacionales siguen perdiendo competitividad frente a los productos brasileros y la única forma de revertir esta tendencia sería devaluando el peso, medida que el Gobierno Nacional, a través de sus veraces voceros como Aníbal Fernández, se encargó varias veces de negar.
Además, Brasil puso trabas a algunos bienes del rubro comestibles (por ejemplo golosinas y galletitas), y hace pocas horas se conoció la decisión de suspender, entre otros, personal del rubro automotriz por exceso de stock. Aunque al final la empresa Fiat, llamativamente, dio marcha atrás con la medida.
Paralelamente a esto, el precio de la soja sigue en retroceso, ya registró en septiembre casi un 20% de baja. También está bajando el precio de los Futuros de granos.
La reservas del BCRA siguen también en descenso porque éste organismo sale a frenar el precio del dólar, a lo que se suma una importantísima fuga de capitales que se acrecentó en los últimos 60 días.
La gente, lentamente, está retirando dinero de los bancos, para traducirlo a otros bienes, para sacarlo del país o para guardarlo en el colchón.
Asimismo, el crecimiento proyectado del PBI en este nuevo Presupuesto 2012, es menor y hasta se han programado ajustes en subsidios y otros gastos.
La inflación no da tregua y sigue fiel en su avance, ignorando los denodados esfuerzos que hace el Indec para ocultarla, y pese a que el secretario de comercio Guillermo Moreno siga haciendo sus clásicos disparates tratando de asesinar a todos los mensajeros.
Es que el modelo sustentado en superávit gemelo (fiscal y comercial) hoy deficitario, parece un queso gruyere, soja y Brasil dependiente, casi sin inversiones, inflación al galope, sin desarrollo real de la economía, reservas del BCRA en estado crítico, con un creciente riesgo país de 1000 puntos, frente a un primer mundo que no solo se está cayendo a pedazos sino que encima se complota para impedir que los Organismos Internacionales nos otorguen créditos por falta de cumplimiento de nuestras obligaciones en materia de lavado y pago de fallos del CIADI.
Y todo esto, para la Sra. Cristina Fernández es haber construido “una macroeconomía que, ante estas turbulencias, nos permite seguir firmes (…)”.
Lo mas “paradójicamente racional” en medio de tanta incoherencia, parecería ser ponerse a rezar. En una de esas, la soja nos escucha y no sigue bajando.
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