jueves, 27 de octubre de 2016
MACRI NERVIOSHOO
ANÁLISIS DE LA PRENSA ESCRITA
Ni Macri se salvó de que los diarios lo registren “nerviosho”
La obsesión de pasar un fin de año en paz, sin piquetes, saqueos o huelgas de transporte, tiene un costo monetario sin techo que se cubre con endeudamiento. Pero ni así el gobierno deja de tropezar con otros “palos en la rueda” que le alteran los nervios al presidente Macri: la tapa de La Nación documenta como título principal del día su enojo con trabajadores no proletarizados, como los pilotos de Aerolíneas y los jerárquicos de los trenes, por los paros sorpresivos. O sea, arreglar los planes con las organizaciones sociales, dar una compensación fija para que le toque más a las remuneraciones más bajas, tirarles algo a jubilados, no garantiza el soft landing de 2016. La clase media salió también a la palestra y le muestra los dientes. Hasta se le complicó el Congreso, que creía tener en armon� � tras arreglar con los gobernadores, y en esta semana los tiras y aflojes internos, tanto en sus filas como en la oposición, mandaron para atrás iniciativas que creían consensuadas, como el ingreso de inversores privados en la obra pública. En la víspera, la intención de remover a Gils Carbó había naufragado por averías en la propia nave oficialista. Los diarios reflejan un mejunje entre el interés general que atienden y los temas específicos de la economía.
Macri y una semana con malas noticias desde el Congreso
El gobierno de Mauricio Macri concentró la artillería de subsidios y concesiones en cruzar en paz el rubicón político de las fiestas de fin de año: que no haya piquetes orientados a saquear supermercados, que las organizaciones sociales no copen las ciudades con ruidosos reclamos, que no se hagan ollas populares para la foto, que no haya paros ni bloqueos al libre tránsito de las celebraciones. En definitiva, ninguna reminiscencia con aquel cierre trágico del 2001.
En eso abocó a los ministros Carolina Standley, Jorge Triaca, y hasta se costeó una visita al Papa en el Vaticano, pero los diarios de hoy reflejan que le empezó a saltar la liebre en la relación con los otros poderes, el Legislativo y el Judicial. Y que se enrarece el clima con las representaciones gremiales del personal no proletarizado de las empresas públicas, como en los ferrocarriles y Aerolíneas Argentinas.
Martes con el traspié para remover a la Procuradora Gils Carbó y miércoles con un revés no menor al trámite iniciado por el gobierno nacional para incluir por ley a los empresarios como inversionistas en la obra pública, las acciones políticas del jefe del bloque Cambiemos, Emilio Monzó se desplomaron, al írsele de las manos todos los acuerdos previos que se habían tejido. De una versatilidad que lo llevó de integrar los gabinetes de gobernadores peronistas como Carlos Ruckauf y Daniel Scioli, terminó siendo coordinador de campaña de Macri en 2011 y componedor parlamentario del oficialismo en minoría. Viene mal su semana, aunque la parada brava se la juega con el tratamiento del Presupuesto 2017, herramienta fundamental para encarar el año electoral que viene.
Si se ojean las portadas de la fecha (27/10), de mayor a menor en las circulaciones, se advierte que un Clarín omite abordar la retahíla de derrotas y centrarse en la corrupción y baja un póker de ases: el procesamiento al fiscal general de San Isidro por encubrir a narcos, el tarifario de las mafias que operan en la Aduana contra las que acomete el repuesto en el cargo Gómez Centurión, la gran foto del general César Milani haciendo la “V” al salir de Tribunales luego de declarar por su supuesto enriquecimiento ilícito y finalmente la figurita exterior que se emparenta a los K, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, enfrentando una masiva marcha opositora.
La Nación toma la posta defensiva de la Casa Rosada y destaca en su título principal la acometida de Macri contra el personal jerárquico de los trenes y los pilotos de los aviones por los paros sorpresivos que afectaron el tráfico aéreo y terrestre. La frazada corta le juega al Presidente una mala pasada, porque vincula la paz social desde la clase media baja en menos y deja afuera a una porción que cree no tan necesitada, pero que le recuerda que no por ello tiene la pólvora mojada.
También destaca el reciente hecho policial que conmueve a una opinión pública a la que la inseguridad no termina de colmar la capacidad de sorpresa: el chico de 13 años que mató a uno de los ladrones que habían entrado en su casa y maltrataban a su madre y hermanito. La indefensión de la ciudadanía continúa subvirtiendo los términos y ahora un menor termina con su vida marcada para siempre por una situación en la que nunca debió estar involucrado. No sólo el desenfreno delictivo convierte a cada vez más personas decentes en víctimas, sino también los va agregando en la lista de los victimarios, mientras los verdaderos causantes del daño dan vueltas en las puertas giratorias como si fueran un carrusel.
En parecido contexto, el matutino deja constancia también del procesamiento del jefe de los fiscales de San Isidro por presunta vinculación con los narcos.
Economía e interés general se aúnan
Concuerdan los diarios económicos en resaltar el revés parlamentario del gobierno, porque esta vez afecta al rubro inversiones, del que mucho se habló y poco de nuevo surge. Para Cronista, pone en duda hasta US$ 40 mil millones en obras públicas, Ámbito lo califica de mal día para Macri en el Congreso e incorpora en las cuitas legislativas el impulso panperonista a una emergencia social que cuesta $150 mil millones que no figuran en el Presupuesto.
BAE Negocios pone el acento en la debilidad parlamentaria del oficialismo, que complica su gobernabilidad, por afectar proyectos claves.
El protagonismo del Congreso y del Palacio de Justicia en la actualidad imbrica el interés general con la economía, lo cual deja un espacio a la prensa ciudadana para dedicarle los titulares a la efectivización del aumento del subte a $7,50 al cesar la cautelar que lo mantenía en suspenso. La “gente como uno” debe tener marcado en su agenda el viernes como día importante para su economía, no la de las inversiones, los subsidios, etc., reservadas para la “gente importante”, sino porque otro tarifazo, el de la luz, se yergue sobre el poder adquisitivo de sus ingresos, consumado el del gas en la pasada audiencia de agosto.
Antes de fin de año todos tendremos a pagar la s nuevas facturas de los servicios públicos, ya corregidas, con la mala noticia que ratificó el ministro de Energía, Juan José Aranguren, de que habrá apagones para las fiestas si el clima no ayuda. Iniciar el Año Nuevo a oscuras con servicios que son caros y de los peores sería una sevicia adicional y fija, como el bono compensatorio de inflación que cada vez llegará a menos.
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