viernes, 21 de octubre de 2016

VIEJO TRUCO DE MACRI

ANÁLISIS DE DIARIOS El Gobierno apela al viejo truco de 'sacar los trapos al sol' para luego blanquearlos El gobierno propone blanqueos a capitales, a ahorros resguardados de la voracidad política, a las causas judiciales, al ejercicio democrático electoral, y dispara las consignas a través de la prensa mientras no consigue exteriorizar los costos del ajuste en la política de ingresos, ya que el bono que instaló en los diálogos con las cúpulas sindicales y empresarias le llega a pocos trabajadores y no compensa a la mayor parte de las franjas salariales acordadas en paritarias, que sufrieron el deterioro de la inflación. Como ya aseguró el objetivo central que era el levantamiento del paro general, ahora se abocó a sacudirle la modorra a los potenciales blanqueadores de dinero en los colchones para que entren en el plazo inicialmente fijado mediante subterfugios administrativos. En eso anduvieron Clarín y lo s diarios económicos, mientras La Nación, con otro target de lectores, prefirió no menear más el asunto y dejarlos “en libertad de acción”. Un análisis de las tapas de los principales diarios nacionales. La tapa de los principales diarios nacionales de este viernes 21/10. ¡Alerta en el título principal de la tapa de Clarín sobre la primera prórroga al blanqueo para declarar los dólares de los colchones! Es casi una proclama que lleva tácitamente la firma del ministro de Economía Alfonso Prat Gay, del administrador de AFIP, Alberto Abad, o del que le pone el gancho a los pagos de la pauta oficial. Parten de caracterizar el perfil de lectores del diario de mayor circulación como que pertenecen a la clase media que resguardó ahorros fuera del alcance de los mismos políticos de distintos signos que, tras desplazar a un gobierno constitucional, vivaron con triunfalismo en el Congreso el repudio de las deudas con bonos emitidos por el Estado y el corralito de los depósitos bancarios. La transición y el arribo de un gobierno surgido de las urnas les dio margen a los fondos buitres y los bancos a barrer por “chauchas” y quedarse con esas acreencias inutilizadas convertidas en “basura” que estaban en manos de muchos ahorristas del país y del exterior. De este modo, se posicionaron ante el negocio que acordaron con la administración de Néstor Kirchner con las sucesivas ofertas de canjes con quitas, más otras moratorias y blanqueos “a medida”. Ni entre ellos estuvieron de acuerdo porque Paul Singer se cortó solo en los tribunales de Nueva York para ir por todo. No acordó con el gobierno de Cristina Kirchner, pero sí con el de Mauricio Macri ni bien asumió, que ahora intenta aprovechar el acoso de los gobiernos del Primer Mundo a algunos (no todos) los paraísos fiscales para asustar a los poseedores de fondos no declarados en el medio de toda aquella saga y que los vuelvan a poner a la vista y alcance de las mismas manos que se enrojecieron aplaudiendo el default en 2001. Sugestivamente, el socio de Clarín en la propaganda oficial, La Nación, “jugó callado”, en términos fulleros, y no le dedicó ni un rincón de su portada a la prórroga del plazo para depositar la tasa del blanqueo. ¿Rebeldía? Se supone que el segmento de público que lo sigue no necesita de cartelones para enterarse de medidas administrativas, pero además en la edición web vio el video de la entrevista que José del Río le hizo a un exégeta del neoliberalismo, dirigió una de sus catedrales, el CEMA, y fue presidente del Banco Central y ministro de Economía del menemismo, Roque Fernández. “El país tiene más deuda que cuando entramos en el default”, rescataron los editores en el título para que se enteren aquellos que no hicieran click en el video. “Era del 40% del PIB y hoy es mucho más: si aquella deuda era impagable, ¿por qué no podría serlo ésta?” , dijo, y amplió: “Es incorrecto seguir pensando que la deuda es chica y hay margen para seguir tomando”. # Atenti al ladri Si un “nada que ver” con el kirchnerismo ni con el progresismo, ni mucho menos con la izquierda “revolucionaria”, lanza públicamente semejante advertencia en plena definición del blanqueo, ¿no será que refleja lo que piensa la mayor parte de los que tienen escondidos los varios cientos de miles de millones de dólares que se evaporaron en años de la superficie institucional de las finanzas argentinas? La clase alta mediática representada por el diario de los Saguier-Mitre-Noble seguramente está identificada con aquella línea de conciencia y, además de necesitar que le pongan avisos, le presta más atención a la espina que tienen clavada los “colchoneros”. Hasta en la propia intimidad del Banco Central son contestes de que si no se llegan a juntar US$ 3.0 00 millones en esta tanda (hasta ahora no reúnen ni 1.000 millones en los 10 días que faltan para que venza el plazo de declaración), los inversionistas del palo verde para arriba que tendrían que exteriorizar encima con multa y/o quedarían escrachados en las futuras DDJJ lo rumiarían más de una vez. Como sobrevivieron a muchas crisis y está claro que no comen vidrio, esos casi seguros lectores de La Nación se interesan también por las cuentas fiscales, en las que crece el gasto cuando, a diferencia del kirchnerismo, la emisión ya no cubre, lo cual significa más endeudamiento y espanta a Roque, quien refleja el clamor de los capitalistas: “sustentabilidad fiscal”. Los periódicos especializados en economía, obviamente con mayor proporción de clientela que sigue las alternativas de las finanzas, destacan la prórroga, que en un pícaro recuadro vinculado Ámbito le da una pincelada “indalística”: “Festival de deuda”. El Cronista, con tanta tipografía en la tapa que marea, se da autobombo con la flexibilización del plazo para blanquear en la parte superior y se lanza con otro anticipo: que el gobierno entregará el bono a estatales en enero a cuenta de la paritaria 2017, o sea, no compensará aunque sea en parte la inflación pasada, como propone con el de los privados. Ámbito a su vez pincha ese globo, al poner de relieve que alcanza al 13% de los asalariados. Asimismo, Página 12 pone el dedo en el ventilador de la nueva versión de la burocracia sindical, cuando revela que si se quisiera compensar la caída del salario real de este año, el bono debería estar entre $12 y 15 mil. Pasto para las 3 CTA, que según la portada de Crónica anunciaron una jornada nacional de lucha para el 4 de noviembre. Tampoco a La Nación le interesa este tema, porque se le escapa del radar. No así la reforma política, que dada la hora en que se sancionó en la jornada precedente, más el #NiUnaMas contra los femicidios, le quitaron protagonismo en la edición anterior de papel. La reinstalación del tema en la tapa recuerda que ya tiene señal de largada la carrera electoral de 2017, otra suerte de blanqueo, pero esta vez político, que propone el gobierno debajo de la cima del poder. Tras dejar sentado que representa un fuerte impacto en la vida política, enumera que con la lista única perderá peso el aparato del que se vanaglorian los grandes partidos nacionales; que la paridad de género en las listas obligará a los partidos a abrir sus puertas a más mujeres, y que la posibilidad de que el candidato a vicepresidente sea elegido después de las primarias flexibilizaría el armado de alianzas. Pero de inmediato, la página web del mismo diario explota la polémica en cuanto a la presunta vulnerabilidad del voto electrónico, que expertos afirman que puede hackearse y qu e desde el gobierno responden que se trata de una fantasía. Si Donald Trump se diera una vuelta por Argentina encontraría un argumento contundente para justificar su provocador desafío de que “voy a aceptar el resultado si yo gano”. Un porcentaje de nuestra ciudadanía hasta podría estar de acuerdo con esa visión, ya que descalifica a la democracia cuando pierde el control del Poder Ejecutivo en elecciones que fueron limpias, hasta que alguien demuestre lo contrario.

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