domingo, 23 de octubre de 2016
ONCE MESES
CASI 11 MESES EN EL PODER
Un Macri en transición vive días complejos, que podrían ser diferentes
Mauricio Macri lo está haciendo bastante bien pero comunica horrible sus logros: ese es el enfoque de Claudio Chiaruttini, que reitera en su nuevo editorial dominical para su programa radial Sin Saco y Sin Corbata. De acuerdo a su punto de vista, "La comunicación y marketing político instrumentado desde la Jefatura de Gabinete, bajo la atenta dirección de Jaime Durán Barba y Marcos Peña, tiene 4 características que cualquier asesor las consideraría etapas de un suicidio político". Urgente24 hace la observación de que Macri no es un niño, si Marcos Peña y Durán Barba disponen esa estrategia es porque el Presidente de la Nación la autoriza y avala. Urgente24 hace otra observación al interesane texto de Chiaruttini: que existan medidas u oportunas o positivas que no lucen es básicamente la consecuencia de que no hay un plan ni económico ni de gobierno, y eso impide que sean incorporadas a una estrategia general de comunicación.
20/10/2016: Mauricio Macri, junto al titular del Consejo Interamericano de Comercio y Produccion, Adrián Werthein, en el Alvear Palace Hotel. Foto NA
por CLAUDIO M. CHIARUTTINI
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Sin Saco y Sin Corbata). No tener mayoría propia en ninguna de las dos cámaras del Congreso Nacional, tiene un costo inmenso en las cuentas públicas del primer año de gestión de Mauricio Macri. Sin embargo, pese a la persistente recesión y los pronósticos agoreros que surgen del panperonismo y de aquellos que están apurados por volver o llegar a la Casa Rosada, el PRO avanza a su mes N°11 en el poder con fuertes esperanzas de cumplir con la agenda parlamentaria que se plantearon al comenzar 2016.
Con sofocones, desinteligencias internas, abundantes desprolijidades y cambios en los textos originales, el Gobierno ya tiene encaminada la implementación del voto electrónico y la “Ley del Arrepentido”, y tiene casi cerrada la negociación para co nseguir la aprobación del Presupuesto 2017 (aunque con un inmenso costo fiscal y transferencia de recursos a las provincias, lo que implica alimentar la máquina electoral del peronismo y ceder antes la alianza de Sergio Massa y Miguel Ángel Pichetto para construir la candidatura presidencial del titular del Frente Renovador).
Además, para que forme parte del “paquete” de leyes negociadas entre la Casa Rosada y los 2 popes del panperonismo, el PRO ingresó al Congreso 4 proyectos prometidos en la campaña electoral o al comienzo de la gestión:
> la reforma del sistema de ART (accidentes de riesgo de trabajo),
> la autolimitación de los superpoderes (una jugada astuta del Gobierno, para evitar que el panperonismo se lo imponga, de hecho, dentro del texto del Presupuesto 2017),
> la reforma del Ministerio Público Fiscal (que permitirá vaciar de poder a la Procuradora General ultrakirchnerista Alejandra Gils Carbó); y
> la tipificación del delito de “Responsabilidad Penal para Personas Jurídicas”, que implica la norma 1ra. para imputar a las empresas (en forma directa) por actos de corrupción cometidas por sus directivos.
Si no fuera por la comunicación presidencial descafeinada, insípida y desarticulada del PRO, cada uno de los logros alcanzados en el Congreso y cada uno de los 4 proyectos presentados merecían un acto en Casa Rosada, o una conferencia de prensa o una retahíla de declaraciones de político y funcionarios del macrismo (y sus aliados) celebrando cada uno de los logros obtenidos o promesas cumplidas, dado que si el oficialismo no celebra sus éxitos, ¿quién lo va a hacer? La oposición, seguro que no.
La comunicación y marketing político instrumentado desde la Jefatura de Gabinete, bajo la atenta dirección de Jaime Durán Barba y Marcos Peña, tiene 4 características que cualquier asesor las consideraría etapas de un suicidio político:
1. Cuando hay un logro, no se celebra, ni se explica la importancia de haber alcanzado la meta establecida como objetivo.
2. Cuando se comete un error, se explica mal, se hace prueba-error y se asumen todos los costos políticos de las improvisaciones.
3. Cuando hay una política pública compleja que se debe aplicar, se la explica mal, poco y en forma confusa.
4. Cuando se cumple una promesa electoral, no se le recuerda al ciudadano, pero sobre todo al votante, que se hizo lo propuesto.
De esta forma, las malas noticias son repetidas por los opositores hasta el cansancio, mientras que los logros o los planes a implement ar se pierden en la marea diaria de noticias. Así, el Gobierno logró descongelar la relación con Francisco, pero lo importante fueron las preguntas de Antonia Macri al Papa o las fotos de Mauricio Macri bicicleteando en Roma.
Las gestiones de la Casa Rosada lograron desactivar el primer paro general del Gobierno de Mauricio Macri y todo queda envuelto en la discusión de si habrá o no bono para los empleados públicos, el rechazo de algunos sectores a pagarlos y los opositores panperonistas minimizando el impacto del dinero extra en los hogares. El éxito político, se desvaneció.
En paralelo, nadie recuerda que el kirchnerismo nunca pagó “bono navideño”, salvo a los jubilados y pensionados, aunque presionaba a los gremios para que lo solicitaran a los empresarios, banqueros e industriales; quienes terminaban por pagarlo, luego de refunfuñar un poquito.
A causa d e que a Mauricio Macri le interesa la interna de la AFA, entonces se repite hasta el cansancio que finaliza el “Fútbol para Todos”; pero poca difusión tiene el hecho de que, gracias a la colaboración de Francisco, en el Ministerio de Desarrollo Social se conformó una “mesa de negociación permanente” para evitar cortes, piquetes y saqueos hacia fin de año. Un logro inmenso, que queda tapado, por ejemplo, por la discusión si avanzan o no las causas contra Cristina Fernández y el kirchnerismo, un tema que le sirve a Margarita Stolbizer y Sergio Massa para hacer marketing político.
Tampoco tuvo repercusión la firma de un nuevo e innovador convenio colectivo de trabajo para los trabajadores petroleros de yacimientos de gas y petróleo no convencionales, una de las claves para bajar los costos de exploración y explotación, que puede ser clave para incen tivar inversiones en “Vaca Muerta”, a la espera de un aumento de barril de petróleo internacional, que haga más rentable esta operatoria.
Una encuesta realizada por la Reserva Federal de Dallas mostró que 50% de las empresas encargadas de producir combustibles no convencionales aumentarían su producción si el precio del barril del petróleo se ubica entre los US$ 55 y US$ 64. Es cifra llega a 70% su el crudo toca US$ 75 el barril. Y si en la Argentina se tienen precios de producción similares, hoy están muy por arriba, ese escenario podría repetirse y “Vaca Muerta” dejaría de ser una promesa repetida.
Pero la importancia del nuevo convenio para empleados petroleros de áreas no convencionales es que puede servir de modelo para otros sectores donde los costos de mano de obra son muy altos, como mineros, camioneros, portuarios y petroleros. Un giro que ningú n empresarios puede criticar, pero tampoco lo celebran. Y ese fue el reclamo que le hizo Mauricio Macri, tanto en IDEA como en el Consejo Interamericano de Comercio y Producción.
Si bien el Presidente de la Nación va a esos actos sin anuncios (aunque en IDEA oficializó la firma del Decreto que creó la Mesa de la Producción y el Trabajo) y desplega un discurso de “autoayuda” que crea una inmensa brecha con el mundo empresario, la Casa Rosada tiene cierta razón al reclamar al “Circulo Rojo” que se “rompan el traste”, frase poco feliz, si las hay, para un Mandatario que debe seducir, en vez de imputar.
Las encuestas sostienen que la gestión del PRO es considerada un Gobierno de CEOs, que toma medidas a favor de los “grupos concentrados”. La Casa Rosada ha cumplido con casi todos los pedidos que han acercado los empresarios a la Casa Rosada. Sin em bargo, siguen postergando sus decisiones de inversión, aunque argumentos no les faltan.
El Gobierno tiene una agenda social. La cumple, pero no se nota. El Gobierno tiene una agenda pro-inversión. La cumple, pero no se nota. El Gobierno logró regularizar la situación en los mercados financieros, devolver el crédito externo para el país y logró la mejor colocación de deuda de la historia argentina; pero se critica al Gobierno por emitir tanta deuda.
El Gobierno ha fallado en reducir el déficit fiscal. El Gobierno ha fallado en poner en funcionamiento el Estado con rapidez (una encuesta de Gustavo Córdoba y Asociados muestra que 75% de los entrevistados considera que los avances de la Casa Rosada son “lentos” o “muy lentos”). Y el Gobierno ha contenido la inflación a fuerza de una inmensa recesión, pero no pudo evitar que el poder de compra del salario se derrumbara.
Y entonc es nos encontramos en un escenario complejo. Un Gobierno que no le habla a los empresarios, industriales, banqueros e inversiones con las palabras que ellos quieren oír; y un “Círculo Rojo” que naturaliza o no registra los logros de la Casa Rosada y mantiene alta una lista de demanda de compleja resolución en el corto y mediano plazo. Todo esto condimentado por los problemas de comunicación y marketing político citados.
Pero en este escenario, donde 54% de los encuestados por Gustavo Córdoba aprueba la gestión de Gobierno de Mauricio Macri, 52% cree que el Presidente de la Nación hizo menos de lo prometido, 49% no quiere la reelección y sólo 1 de cada 3 consultados vieron con buenos ojos que el Mandatario abriera la posibilidad de un nuevo período en la Casa Rosada.
La Argentina está en transición. Y es una transición en todo sentido. El peronismo, intenta rearticularse. La alianza Cambiem os busca institucionalizarse y estabilizarse. El kirchnerismo y la izquierda dura buscan sobrevivir. El Gobierno está cerca de conseguir cumplir con su agenda parlamentaria, pero a un costo inmenso. El empresariado confía en el Gobierno, pero posterga sus decisiones de inversión. Los inversores esperan que el PRO gane las elecciones del año que viene para hundir capitales en la Argentina. Los economistas se debaten entre “rebote” o “crecimiento”. Y están los que apuestan al blanqueo y los que boicotean, en forma insistente y militante. La puja distributiva y de poder, impacta y se expresa en todo ámbito.
Es otra brecha. Entre los que quieren y ven un macrismo exitoso y triunfante y los que esperan que el Presidente de la Nación trastabille para someterlo o acelerar su regreso o ingreso a la Casa Rosada. Eso en las arenas del poder. En la calle, la opinión pública sigue estando divid a en 3 tercios:
> macristas,
> antimacrista, e
> independientes.
Tal es la división que reina en la Argentina, que los sindicalistas más duros, de las zonas más pobres, fueron los impulsores en rechazar el “Operativo Aprender”; lo que implica que muchos docentes y padres no quieren que se evalúe si sus alumnos o hijos están siendo bien enseñados. Con argumentos banales y “politiqueros” intentan cristalizar la decadencia educacional argentina. Una demostración de una sociedad que no piensa en estar mejor, sino en demostrar que tiene poder, por el poder mismo.
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