lunes, 24 de marzo de 2008

CRIMEN O VIRTUD

Crimen o virtud, un camino difícil de recorrer
¿Existe alguna relación entre despenalización de la tenencia de droga para consumo personal, la no radarización del país y la ausencia de control del juego de azar?

Por Carlos Lionel Traboulsi
Presidente Partido Demócrata Cristiano de la Argentina

La pregunta seguramente tiene distintas respuestas: puede ser considerada una casualidad producto de la inoperancia e insensatez de funcionarios y políticos; o, por otro lado podemos afirmar que es producto de un plan seriamente diseñado argüido para efectuar suculentos negocios.

Es evidente que estos tres temas por separado son un problema, pero juntos conforman un círculo disvalioso del crimen organizado que ataca a la cultura misma de los argentinos y que solo encuentra detrás un "gran negocio" que pareciera ser la motivación de algunos "políticos, supuestos especialistas y funcionarios" que lucran con el futuro de nuestro Pueblo, involucrando en sus criminales negocios a otros funcionarios y políticos que de buena fe piensan en procesos de curación de los adictos, enfermos, jugadores, etc., no criminalización, transparencia, acción social con el juego, etc.

Es cierto y estamos convencidos que no podemos criminalizar las conductas de los adictos, pero también es verdadero que el Estado no puede perder la única herramienta que tiene para conminar a alguien a reencontrar el camino de la reinserción social y recuperación de su salud. Si no hay posibilidad de coerción penal a través de una norma, nadie puede ser obligado a hacer lo que la ley no prohíbe. En este sentido nadie puede aspirar a que un adicto se cure o se someta a un tratamiento si este no quiere y existe ausencia de normas que lo obliguen. Es imaginable el drama de las familias con adictos o enfermos que hoy ven, a pesar del respaldo legal, que no pueden lograr la curación de sus seres queridos; mañana, si triunfa esta postura despenalizante, lo que tendrán que sufrir frente al desamparo normativo.

La ley 23.737 hace ya 10 años fue un paso importante que empezó a tratar al adicto como enfermo producto del camino que abrió el caso Bazterica de la Corte Suprema de Justicia de la Nación; pero el Estado, a pesar de la ley vigente, no mostró voluntad política para efectivizar la misma pues no creó la infraestructura necesaria a fin de lograr la curación y tratamiento de los adictos y el encarrilamiento de las conductas de quienes no lo son, generando un colapso del sistema judicial penal y un consecuente abarrotamiento de causas. La pregunta que debemos hacernos entonces es: Si está la posibilidad del gran negocio donde la droga puede entrar fácilmente al territorio sin controles fronterizos y aduaneros en atención a la falta de control del espacio aéreo; si la despenalización de la tenencia permitirá la impunidad del comerciante minorista de la droga y por último los grandes narcotraficantes podrán lavar el dinero en el juego que carece de control, el Estado ahora mostrará su voluntad de terminar con estos males.

Es un tema que debe hablarse con todas las letras, deben escucharse todas las opiniones y debe existir una férrea voluntad del Estado para encontrar una solución, convocando a todos los actores sociales, profesionales y partidos políticos para debatir seriamente estas cuestiones y generar políticas de estado sobre el particular y evitar el filtrado de argucias jurídicas que siempre quedan en una norma para que el negocio perdure.

Los responsables de las distintas áreas no solo deben estar consustanciados con querer terminar con estos flagelos sino demostrarlo con acciones concretas. En este sentido antes de despenalizar hay que crear la infraestructura necesaria para la atención y curación de los adictos, generar los canales adecuados para brindar una educación suficiente a fin que la sociedad acompañe; terminar con los aterrizajes clandestinos, terminar con la impunidad del juego y la instalación masiva de casas de juegos de azar en todas las grandes ciudades que lleva a la alienación de las personas quienes sin darse cuenta se van insertando en un mundo irreal que lleva a grandes dramas familiares donde muchos pierden todo, sus propias familias y hasta la dignidad; estableciendo asimismo las herramientas suficientes para obligar a una persona a querer ser asistido en el caso de adicciones tanto a la droga como al juego.

La solución la tenemos en nuestras manos, de nosotros depende terminar con este triángulo de la muerte o asentar definitivamente en nuestra Patria el Triángulo de las Bermudas que pondrá en riesgo el futuro de nuestras familias.


Más información www.politicaydesarrollo.com.ar
Contáctenos politicaydesarrollo@gmail.com
titulares_pyd@yahoo.com.ar

No hay comentarios: