lunes, 1 de diciembre de 2008

LA MAZORKA

"EL DÍA QUE DEJEMOS DE SER COBARDES,
LOS KIRCHNER DEJARÁN DE HACERSE LOS VALIENTES"
Horacio Zariategui

Los tiempos de la Mazorca.
http://www.notiar.com.ar/contenido/opinion/opi_8131.htm .

por Omar López Mato.

Cuentan que en tiempos de Rosas los paisanos habían inventado un verbo: "Pachequear". Este neologismo honraba las "habilidades" del general Pacheco, secuaz del tirano y su hombre de confianza en asuntos militares.


El general Ángel Pacheco aprovechando su proximidad al poder abusaba del mismo en beneficio propio (una vieja costumbre argentina). Se dice que gracias a sus contactos con la indiada, (era uno de los encargados de aplacar a los salvajes "con vicios y pilchas", un prolegómeno de nuestra políticas prebendarías), organizaba malones que asolaban la zona fronteriza.

Los salvajes se ensañaban con algunos ranchos que reducían a cenizas, además de sustraer hacienda y yeguarizos. El propietario quedaba en la ruina pero contento de haber salvado el pellejo. Mucho no le duraba la alegría, porque días después pasaba una patrulla del ejército (igual que nuestra policía, que llega cuando nada tiene remedio) y como quien no quiere la cosa, le pedía al infortunado los títulos de propiedad. Nada podía mostrar el pobre hombre más que cenizas y una esperanza vencida.

Era entonces cuando hacía su aparición el general Pacheco, y con magnanimidad pero por una cifra irrisoria, compraba la propiedad del desdichado que no tenía otro remedio más que aceptar. A este proceso es que la paisanada llamaba "pachequear", modos operandi que le permitió al general acumular una enorme cantidad de tierras, hasta convertirlo en un rico terrateniente.

Esta rentable proximidad al poder no fue obstáculo para obrar con calculada lentitud, cuando Urquiza avanzó sobre Buenos Aires. Lo hizo en forma tan irritante que el mismo Rosas lo alejó del mando del ejército para ponerse él al frente de las tropas que pelearon en Caseros, con el resultado que todos conocemos. Un año más tarde, el general Pacheco confraternizaba con los antiguos enemigos del rosismo, los viejos unitarios que en ese entonces sustentaban el poder.

El General Pacheco terminó sus días tranquilamente gozando de su fortuna (otro clásico nacional).

"Pachequear"... recuerde el neologismo porque se avecinan momentos en los que, a pesar del tiempo transcurrido y salvando algunas formalidades (las autoridades con indiadas urbanas y malones mediáticos) intentarán adueñarse de algunos ranchos reducidos a cenizas.

Ahora a las empresas de aviación le organizan paros de distintos gremios hasta reventar u obligan a las AFJP a comprar bonos que solo sirven para empapelar un cuarto con humedad. Casi lo mismo que malonear.

A lo largo de estos años y en varias oportunidades he comparado al Rosismo con este Kirchnerinato. Ambas son tiranías corporativas, la primera de estancieros saladeristas, y la segunda de políticos setentistas con intenciones de perpetuarse en el poder. A la Mazorca K la encabeza el Cuitiño del siglo XXI (léase D'Elía) con su carga de odio ancestral seguido de Pérsico --el frígido--, secundado por la legión moyanista y los imberbes seguidores del joven K.

En lugar de marlos sangrantes como el que relata Echeverría en su "Matadero", las hordas K hoy recurren a introducirnos en un sistema jubilatorio ineficiente e injusto. Hace años nos fue dado elegir una forma de ahorro para nuestra hipotética jubilación. Con mejores o peores manejos y con posibilidad de disenso podíamos saber cómo y dónde estaba nuestra futura jubilación. Hoy estos 85.000 millones pasan a integrar el agujero negro estatal, después que las AFJP fueron obligadas a comprar bonos del Estado Argentino, los mismos que el amigo Chávez malvendió oportunamente.

Los K continuando con su omnipotencia estatista, una vez más degluten el esfuerzo privado. Está visto que el gobierno no piensa hacer ningún esfuerzo para frenar el derroche. El sacrificio dependerá de la actividad privada. La desmedida polifagia gubernamental todo lo puede. Ya se devora al año 15.000 millones de dólares en concepto de Retenciones, que prontamente habrán de evaporarse por la baja internacional de los Comodities. ¿De dónde agenciarse fondos para seguir despilfarrando? ¡De las AFJP! ¡Que buena idea! 85.000 millones de pesos que no les vienen nada mal para solventar la fiestita y así estirar el tiempo que le falta hasta que suene el gong.

De esta confiscación a que la Mazorca entre a nuestras casas para hacer exacciones forzadas, igual que en los tiempos de Don Juan Manuel, resta un paso. Total, la propiedad privada es un mito burgués (salvo que se trate de los bienes de los jerarcas, por supuesto).

Este setentismo hibridado con Rolex y Luis Vuiton es lo más parecido al Soviet Supremo que hostigó a Rusia por casi 80 años. Tenemos una oligarquía enquistada en el poder, manejando un país riquísimo con un esquema deficitario de distribucionismo prebendario donde solo reparten las migajas de la torta. El resto se lo ha comido el vampirismo oficialista y la angurrienta máquina estatal, que para colmo este año ha presentado uno de los presupuestos más irreales de los últimos 30 años. Una pieza digna del Realismo mágico latinoamericano.

Como buenos peronistas, los K son incorregibles, no aprenden de sus errores. Al parecer no les quedó claro que ya nadie está dispuesto a que le pongan la mano en el bolsillo y menos aún a confiar en sus supuestas buenas intenciones.

Cómo decía un artículo de Alejandro Carrió "¿Usted le compraría un coche usado a Mr. K?" Yo, no. Y creo que son muchos los que desconfían de esta maniobra, que es a las claras un manotón de ahogado, como lo fueron las Retenciones Móviles.

Sin embargo, en un alarde de querer tropezarse con la misma piedra, hoy los "K" vuelven al ataque, al parecer desesperados porque sin cajita feliz se les acaba el poder. Pero presentan esta propuesta con tal cinismo que aún pretenden que le digamos "Gracias, presi", por destruir el sistema financiero y para colmo expropiar Aerolíneas, como otro ranchito quemado.

Casi igual al marlo de la Mazorca.

"Pachequear", recuerde el verbo, "Pachequear".

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