Por: Alejandro Peña Esclusa
El fin de semana pasado, se creó en la ciudad de Bogotá una confederación internacional de organizaciones no gubernamentales (UnoAmérica), con el objetivo de defender la democracia y la libertad en América, amenazadas por el avance del castro-comunismo y su nueva versión, el socialismo del siglo XXI. El encuentro fundacional contó con delegaciones y adhesiones de Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, El Salvador, Perú, Uruguay y Venezuela.
UnoAmérica (www.unoamerica.org) funcionará como un mecanismo de coordinación permanente, intercambio de información y apoyo mutuo entre los sectores democráticos de América, que se encuentran en franca desventaja frente a los integrantes del Foro de Sao Paulo; porque los demócratas limitan su actividad dentro de su propio territorio, mientras que los comunistas actúan internacionalmente, por encima de las soberanías nacionales.
Tres claros ejemplos, ocurridos durante el año 2008, demuestran la desigualdad de condiciones que existe entre demócratas y comunistas.
El primero ocurrió en Colombia: Luego de la histórica Operación Fénix, que dio de baja al hombre más peligroso de nuestro Continente (Raúl Reyes), tres gobiernos vinculados al Foro de Sao Paulo (es decir, a las FARC), Ecuador, Nicaragua y Venezuela, rompieron relaciones con el gobierno colombiano. Otros gobiernos más moderados, pero también pertenecientes al Foro de Sao Paulo, como los de Argentina y Brasil, tomaron partido a favor de Chávez, dejando aislado al presidente Álvaro Uribe. Como consecuencia, la humanidad todavía no conoce todavía el contenido completo de los computadores de Reyes, incautados durante la Operación Fénix.
El segundo ocurrió en Bolivia: El gobierno de Evo Morales provocó deliberadamente una grave crisis en septiembre de este año, que culminó con la masacre de Pando, orquestada por el Ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana. Sin embargo, los integrantes de UNASUR, que a su vez también pertenecen al Foro de Sao Paulo (exceptuando uno), inculparon injustamente al prefecto Leopoldo Fernández, lo cual le costó la cárcel. Inmediatamente después, Evo Morales comenzó una feroz persecución contra la oposición, que todavía no termina, y el 25 de enero pretende imponer una Constitución totalitaria y racista.
Y el tercer ejemplo está en pleno desarrollo en El Salvador, donde Hugo Chávez está financiando descaradamente la campaña presidencial del candidato del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Mauricio Funes, a través de Alba Petróleos. Se trata de un esquema más sofisticado y perverso que el usado en Argentina, porque hay un contrato público de por medio, en lugar de los maletines secretos que Chávez envió a Cristina Kirchner.
Pocas horas después de conocida la noticia de la creación de UnoAmérica, varias organizaciones no gubernamentales de Argentina, Brasil y Venezuela, manifestaron su deseo de adherirse. Esperamos que pronto surjan otras adhesiones, que sirvan para fortalecer este nuevo mecanismo de coordinación continental, que tanta falta hacía para defender la democracia y la libertad.
jueves, 18 de diciembre de 2008
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