DEJESE DE JODER

¡SEÑORA!...¿Y SI SE DEJA DE JODER?

¡Que no haga cambios en el Gabinete, así ninguno sirva para nada que tenga que ver con hacerle un favor a la Patria, es una cosa!. De ahí a que se tome el permiso de pretender meter la mano en la Selección, es otra muy distinta, señora. ¡El argentino es futbolero por excelencia, señora!. Vea; si Ud. agarra mil argentinos “al boleo”, y les pregunta “que sienten por la Patria”, la mitad se le va a cagar de risa en la cara, y otros cuatrocientos noventa y nueve, se quedarán contemplándole como si Ud. estuviera “colifa”, ¿me entiende, señora?. ¡Exactamente!; ese uno que dejé afuera, se lo regalo a modo de “eslabón perdido”, concediéndole la gracia de que atinará a ensayar una respuesta. ¡De ahí que ya me importe poco lo que haga Ud. con su Gabinete; de última, se los llevará puestos!. En cambio sí me importa y mucho, que se meta con lo que resulta más sensible a la gente, EL FULBO. Por otra parte, señora, ya es hora de que se deje de joder con la oratoria. ¡Lo único que va a conseguir, es hacerles el caldo gordo a las bestias incapaces de articular una sola frase!...porque la oratoria, si se reitera sin solución de continuidad ante un auditorio particularmente limitado…limitado en todo sentido, ¿me entiende, señora?, termina convirtiéndose en algo así como pretender hacerle escuchar “La Boheme” a un fans de la Bailanta, ¿me explico, señora?. Además, en este país, todos somos expertos en Fulbo, señora. Todos estaremos en capacidad de refutar uno a uno, los repetidos conceptos de sus repetidas oratorias; seremos ochenta millones de “orejas” atentas y expectantes “a lo que diga”, a cambio de las pocas orejas que hoy le coceden “pelota”. ¡Creo que tiene que “bajar un cambio”, señora.!. ¡De última, lo único que va a conseguir es que “la gilada” se avive, y empiece a “considerarla” tal cual lo ha hecho con el Ministro del Bigote, quien debidamente persuadido, parece haber empezado a meter “violín en bolsa” o cuando menos, aliviarnos de su “pesada, endeble e insoportable sanata”. Por ello, y desde el humilde espacio que me concede la tozuda constancia de la escritura, le pido que no se meta en “camisa de once varas”, señora. Mejor quédese metida en la camisa del Derecho…¿Ud.es abogada, señora?, o salga de compras para ver si encuentra una “paqueta camisa de fuerza”, donde poder meter la rabiosa humanidad de su marido. ¡Con el Fulbo no, señora!. ¡Deme bola, que así como hoy me putea, mañana me lo va a agradecer!...¡ojo!, le digo mañana mismo. ¡Cuando pienso en el otro mañana, a Ud. y a su esposo no los registro!.

Ricardo Jorge Pareja, parejaricardo@hotmail.com