LA TOPADORA

LE EXPLICO, A RIESGO DE PECAR DE “REITERATIVO”.

¿Sabe qué pasa?. Lo imagino leyendo o escuchando los titulares de hoy, miércoles 30 de Junio. Y lo imagino angustiado, perturbado, apenado, torturado y todos los otros “ados” que se le puedan ocurrir, producto de su candidez, o lo que es peor aún, de esa tozuda HIPOCRESÍA que le caracteriza y no asume.

¡Pasó LA TOPADORA por Liniers!, y con ella, cuando menos la esperanza de rescatar a Buenos Aires de la inmundicia en la que se halla inmersa, Ud.y yo, incluídos. ¡No se fastidie; Ud. y yo, somos parte de la Ciudad, nunca de la inmundicia, ¿me entiende?.

Y seguramente, Ud. habrá escuchado “a las víctimas de turno” y alguno que otro funcionario “mal parido”, hacer la crítica del procedimiento, tildándole de fascista, violento, desmesurado y “DISCRIMINATORIO”, palabra ésta a la que sistemáticamente se recurre para justificar lo injustificable. ¡Y lo injustificable, es que unos cuantos ñatos, se apoderen de la vía pública para “sentar sus bases”, y sentarlo a Ud. de culo sobre la racionalidad, convertida en una espectadora más del “no debe ser”.

Las cámaras de televisión “abierta” que posiblemente tenga los días contados, se han encargado de recrear impiadosamente, la más variada gama de delitos que se cometen “en su cara”, y en la cara de quienes se supone deben velar porque ello no ocurra. ¡Y seguramente, eso le haya provocado en su momento, una profunda indignación; la misma que hoy tiene “por la manera en que sacaron a esos buenos muchachos”, de sus lugares de trabajo. ¿Acaso Ud. supone que no se ensayaron otros procedimientos en su momento?. ¡Vea!; por más que le pese, el lugar de esos “puestos callejeros” del choreo y la falopa, solo debe aparecer como resquicio, “debajo del aplastamiento”. Pero y para que no me tilde de terrible “hijo de puta”, le explico cómo se manejan “estos ñatos”, igualmente ligados a los otros ñatos y narigones funcionales al Gobierno de “la patota”.

Seguramente, Ud. al igual que yo, haya visto un contrato de “locación” extendido a nombre “del ñato usurpador del espacio público”, - apócrifo por supuesto – a través del que “le alquilan” esos metros cuadrados, para la fabricación, venta y canje de lo que se les ocurra. Y el ñato que lo exhibe victimizándose, tiene sobradamente aprendido el libreto tendiente a garantizarle impunidad…(sic), “pasé por acá, y un señor me preguntó si no tenía interés en alquilarle un espacio de su propiedad, donde poder instalar un puestito que me permitiera ganarme la vida honestamente”. Un argumento soez, grosero y más que endeble, del que “se aferran” por aquello de…”siempre habrá un boludo a quien convencer”. ¡Del mismo modo, “trabajan” quienes se apoderan de la vivienda de otro; un otro que deberá limitarse a hacer la denuncia por USURPACIÓN, y refugiarse donde pueda hasta que el Juzgado de Turno entienda le debe ser restituida, trámite que normalmente se concreta en apenas unos cuatro o cinco años. ¡Serán cuatro o cinco años, durante los que Ud. deberá ver, a través del cristal de la impotencia, como el ñato, acompañado de otros muchos ñatos y familia numerosa, usan, destrozan y cagan en esa única vivienda que le pertenece, y “le costó un ojo de la cara”. La diferencia consiste en que en éste caso, LA TOPADORA no haría más que “agravar su problema”…vería Ud. como se desploma “su casa”, y con ella, tantos años de sacrificio; el único techo bajo el que podía cobijarse y cobijar a los suyos.

Por eso le digo, ¡créame que está bien lo de la TOPADORA!; además y finalmente, el hecho a Ud. no le rozará, que es en definitiva, lo único que le preocupa. ¡Eso sí!; no sea cosa que mañana me venga llorando, diciéndome que al mediodía, salió a comprar “naranjas” con la Patrona, título que asigna a su esposa, como si se tratara de otro “ogro” que le tiene para el cachetazo, y al regresar advirtió que le habían cambiado “la cerradura”.

Ricardo Jorge Pareja