jueves, 8 de marzo de 2012
MALVINAS Y PETROLEO
PEDIDO DE INFORMES
Resolución
Se solicita al Poder Ejecutivo Nacional que informe en qué situación ecoambiental se encuentran los espacios marítimos de jurisdicción nacional en el Atlántico Sur a raíz de los recientes y repetidos derrames de hidrocarburos producidos frente a las costas, en la zona de Río de Janeiro, República Federativa de Brasil y qué medidas se han adoptado o se prevén adoptar para neutralizar y resarcir la contaminación de nuestro mar.
FUNDAMENTOS
En 2009 se produjeron cincuenta y seis derrames de hidrocarburos significando 1.597.000 barriles; en 2010, los derrames fueron cincuenta y siete y los barriles esparcidos en las aguas 4.021.000; en 2011, las fugas de hidrocarburos fueron cincuenta y los barriles 3.895.000.
El último accidente acaeció en la ‘Bacia dos Campos’ a 130 km de Río de Janeiro, en noviembre de 2011.
La prensa carioca y, en general, brasileña ha dado abundante información respecto de estos graves hechos que afectan al ambiente y al ecosistema del mar.
En Brasil hubo y hay justificada alarma.
No se puede omitir que las autoridades del país vecino están preocupadas y despliegan acciones conducentes a pàliar los efectos de los derrames y para evitar su repetición. Inclusive, el cambio de autoridades de la empresa Petrobras – plasmado hace un par de semanas – se inserta en la búsqueda de correcciones fundamentales para prevenir nuevos accidentes en las tareas de explotación mar afuera.
Todos sabemos que existen corrientes marinas. En nuestro Mar coexisten dos: la del Brasil, cuya secuela llega hasta Mar del Plata, y la del Sur.
A través de la corriente del Brasil, nuestras costas, playas, la fauna ictícola, pueden verse afectadas.
Esta Cámara necesita información fehaciente. Es mejor actuar a tiempo que hacerlo cuando los estragos ya son irreversibles.
Además, la Cámara debe conocer si alguno de los sectores económicos o comunidades eventualmente perjudicados ya ha expresado su reclamo.
Todo lo que se refiere a la biodiversidad, al ecosistema y en este caso especialmente a nuestro Mar Argentino debe ser celosamente cuidado.
En el marco del MERCOSUR y de la Unión Sudamericana es evidente que debe propenderse a una mayor y más institucionalizada cooperación entre todos los países miembros. Adicionalmente, pareciera llegada la hora de una estrategia acerca del Atlántico Sur que no sólo se refiere a la seguridad en términos tradicionales, sino que debe abarcar la preservación ante las amenazas y realidades contaminantes.
Nuestro Atlántico Sur debe ser un mar nuestro – compartido con los corribereños del Africa occidental -, seguro, sin colonialismo anacrónico y también sin contaminación.
Por lo expuesto, pido a la Cámara la aprobación de este pedido de Informes.
ALBERTO ASSEFF
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