martes, 20 de septiembre de 2016

DILEMAS DE MACRI

El foro de inversiones y los dilemas de Macri por Hugo E. Grimaldi Promesas y dudas sobre el real deseo de cambio que tiene la gente. Es sencillo adherir desde la teoría pero representa un mar de sacrificios. Existen en la Argentina de hoy demasiados prejuicios que vienen de arrastre y que tienen que ver con la ideología y con el desconocimiento, un mix sustentado en un relato que también aquí produjo una suerte de lavado de cerebro con el que los populismos embaucan a las sociedades, mientras en ellas se degrada la calidad educativa, se cristaliza la pobreza y se genera un ambiente de resignación, al tiempo que avanzan las bandas de narcotraficantes y se entroniza la inseguridad. Ese germen, que probablemente tarde un par de generaciones en erradicarse, es el verdadero fundamento de la llamada "grieta" que mantiene divididos a los argentinos. Además, está el miedo de mucha gente al cambio de valores que propone el gobierno de Mauricio Macri, giro al que es más sencillo adherir desde la teoría pero que, a la hora de la verdad, representa un mar de sacrificios. El Gobierno llama a todo esto "restricciones políticas" y por eso, ha decidido, dejar de lado los shocks y avanzar con paso gradualista para bajar la inflación, salir de una recesión que ya lleva cuatro años y generar empleo vía inversiones, después de algunos porrazos, sobre todo por el lado de las tarifas. El ritmo no conforma para nada a quienes le endilgan a cada rato al Presidente la palabra "ajuste" ni tampoco a los más ortodoxos, quienes lo acusan de tener un costado peronista. No se salva Macri, ya que le pegan por izquierda y por derecha, aunque él mismo explica sus medidas desde la racionalidad de un ingeniero: "Tomamos decisiones para evitar la crisis que se nos venía encima. Muchas fueron difíciles, dolorosas, pero las tomamos cuidando a aquellos que están en situación más vulnerable, los que primero sufren cuando se agotan los resultados del cortoplacismo", dijo en la apertura del Foro de Negocios e Inversiones que organizó el Gobierno con singular convocatoria. Como marco necesario de todo ese proceso de recomposición, a la vista ha quedado expuesto un condimento adicional y explosivo, como es la actuación ahora veloz de la Justicia para dilucidar la magnitud de los eventuales hechos de corrupción del gobierno anterior y saber si todo fue parte de un "plan sistemático" para esquilmar al Estado. Si existió y se prueba, también quedará acreditado que ese pus que se llevó los recursos de todos hacia bolsillos ajenos y su correlato estatista de controles y cepos fueron los que provocaron la explosión inflacionaria, disfrazada de consumismo y distribución vía subsidios. En este sentido, la venda podría caérsele a muchos convencidos por el kirchnerismo de que la felicidad eterna era posible. En esa historia la ex presidente Cristina Fernández está más que comprometida, mientras que políticamente ha perdido sustento dentro del peronismo y hoy es un claro factor de división interna. Ante los tironeos que se suelen dar con la oposición, la prensa y los analistas suman dramatismo a la hora de evaluar posturas que parecen irreconciliables, pero en verdad se trata de la hojarasca del asunto. En este sentido, el Gobierno ha sido un muy hábil constructor, ya que hasta ahora ha obtenido leyes fundamentales para modificar las condiciones macroeconómicas. Cuánto durará esa luna de miel nadie lo sabe, pero igualmente, ocurre que por estos lares se exacerban tanto esos tironeos casi naturales que se los presenta como el abismo, cuando en realidad es lo que ocurre en todo el mundo y nadie se rasga las vestiduras. Por lo tanto, ése no parece ser tanto problema para el Gobierno, al menos por ahora, aunque las legislativas del año que viene ya están haciendo ruido a partir de los reacomodamientos de fuerzas. Voluntad Los inversores, que llegaron en masa al Centro Cultural Kirchner (CCK) para escuchar definiciones de boca de los funcionarios, se llevaron una gratísima sorpresa cuando el presidente de la Corte Suprema, Ricardo Lorenzetti, más que un juez un político, les edulcoró los oídos con un "Tenemos cinco miembros designados por tres presidentes distintos, tenemos pluralidad y previsibilidad. La Corte no va a cambiar su jurisprudencia porque cambie el Gobierno y eso es seguridad jurídica". Sin embargo, ésa no fue su principal preocupación. Desde lo político, preguntaron mucho por el 2017, pero no por saber si Sergio Massa será el principal contendor o si el peronismo irá dividido o no a la elección o cómo jugará el sindicalismo o aún la Iglesia que, compelida por el deseo corporativo del papa Francisco, pide un "pacto social" que no cuadra con la impronta macrista, sino porque tienen en claro que la Argentina es cíclica y que la gente puede cambiar de opinión y, si no se la convence, retroceder otra vez varios casilleros. Lo concreto y es lo que más sensibiliza a los visitantes de todo el mundo, es que quizás por aquellas observaciones sobre cómo calan los populismos, presumen que el país de los argentinos se resiste culturalmente a parir un nuevo sistema que lo coloque en el mundo. Este es el costado estructural de todo la situación y, al respecto, observan que Macri & Cia. no le han encontrado nunca la vuelta al asunto y que en nueve meses fueron para atrás en muchos temas, por sucesivos errores de gestión y de comunicación. Hay todavía buenos números de aprobación, pero también es cierto que desenamoraron a muchos enamorados. Para los empresarios, superar un panorama como el actual necesita mostrar mucha fuerza de voluntad y la pregunta que han buscado responder es si Macri la tiene. Si el principal inconveniente que ataca al oficialismo es cultural, debido al proteccionismo que enfermó a la sociedad junto a la creencia en la gratuidad y los subsidios más el discurso sobre el rol de un Estado paradojalmente cada vez más bobo, entonces es necesario que alguien salga a explicarlo, dicen. Lo cierto es que al Gobierno le faltan docentes y el principal debería ser el propio Presidente. Lo intenta, pero lo acosan tanto con comparaciones falaces o malévolas, como con el neoliberalismo de los 90 o aún con el nazismo, que lo sacan de escuadra. En este sentido, saben que Macri no es un predicador y que no hay en su gobierno, salvo la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, alguien con el carisma suficiente para explicar las cosas con claridad. Igualmente, algunos suponen que el Presidente debería intentar retomar el centro del ring, ya que concientizar sobre la malevolencia de aquella visión para cambiar la brújula de prioridades de la gente sería una gran prueba a superar para también demostrar que no está de paso. Patas para arriba Además, hay en el Gobierno muchas situaciones periféricas patas para arriba: Gabriela Michetti está enredada en una situación de dinero robado que el kirchnerismo aprovechó para emparentar con el affaire Felisa Miceli; Juan José Aranguren, quizás el personaje más probo del Gobierno, ha quedado emparentado con el diablo y se lleva todos los cachetazos, mientras que la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich no deja de tropezar con cada cosa que tiene por delante. Más allá de sus temores sobre el futuro accionar de la ciudadanía y sus preferencias sobre el ritmo del ajuste, quienes estuvieron en el CCK solicitaron que el Gobierno se embarque lo antes posible en una reforma tributaria y previsional y en otra laboral que le permita bajar costos a las empresas. Algo se conocerá bastante pronto al respecto. Manejar esta última cuestión será bastante difícil con los gremios, quienes han salido a ladrar bastante por el tema del poder adquisitivo de los salarios y la pretensión oficial de no reabrir las paritarias este año y limitar las del próximo, bajo el concepto de que hay que comenzar a pensar en la inflación futura sin mirar hacia 2016 y ya han sumado críticas a la posibilidad de que la caducidad del impuesto a las Ganancias sobre los salarios se extienda por un par de años. En los últimos siete días hubo dos novedades bien concretas sobre ambos temas. En materia de precios, el INDEC reflejó auspiciosamente 0,2 por ciento de suba en los precios minoristas, eso sí sin el impacto del gas que se sentirá en octubre, tal como lo ha determinado el Gobierno en el comienzo de la audiencia pública no vinculante que se lleva a cabo. No obstante, todo indica que en 12 meses el techo de 43 por ciento habrá caído bastante y para el optimismo oficial "a la mitad". Otro hito fue la presentación en el Congreso de los números más significativos que se utilizaron para elaborar el Presupuesto 2017 y en él se estima una inflación aún más baja, entre 12 y 17 por ciento. Más allá de las auspiciosas proyecciones del PBI (+3,5%), la suba de la recaudación (26,8%) y del gasto total (22,1%), que buena parte de la oposición consideró entre "optimista" y "realista", el ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, señaló que en el caso de Ganancias sobre los salarios "vamos a ir modificando de manera gradual las escalas del artículo 90 porque quedó vetusta, pero no tenemos recursos para hacerlo en un año o dos años". Este pase para 2019, promesa electoral del Presidente que ahora se dilata, ya ha comenzado a ser criticado por bancarios y camioneros sobre todo, cuyos afiliados están alcanzados más que ningún otro gremio por el impuesto. El proyecto irá a fin de mes al Congreso y lo que hizo el ministro fue preparar el terreno para las malas noticias. Las diatribas que le han empezado a llegar al Gobierno señalan que otros sectores se les eliminaron cepos y retenciones rápidamente y que para los trabajadores no se sigue la misma línea. Hugo Moyano, beneficiado por la restitución de fondos de las obras sociales, también tocó la campana de los reproches. Lo hizo de modo indirecto, sin aludir al asunto, pero pegando dónde puede doler: "que no pase lo de los 90, si no estamos retrocediendo en vez de avanzar", dijo. El Foro empresario fue una tentación para hablar de aquellos años y ni que decir qué pasará en materia de improperios con la llegada, después de diez años de interdicción kirchnerista, de una misión del Fondo Monetario Internacional para verificar los números clave de la economía.

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