sábado, 15 de octubre de 2016

LA INUNDACIÓN QUE VIENE

LA ARQUITECTURA ELECTORAL Y LA RENTABILIDAD EMPRESARIA IGNORAN LAS CATÁSTROFES Puerto Madero y, más allá, la inundación que viene, advierte Swiss Re La agenda electoral se impuso a los pronósticos catastróficos en las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay y las inversiones públicas reprogramadas ignoran la perspectiva de inundaciones que bajen del nordeste y afecten a más de medio millón de pobladores y al 30% del PBI regional que se genera a la vera de esos cursos de agua. Ni siquiera en las compañías del polo sojero que se extiende por el litoral santafesino y bonaerense se tiene en cuenta la maroma que viene bajando por el tobogán fluvial, cuyo cauce enriquecen las precipitaciones copiosas y continuas. El número uno de Nidera reclamó al Estado inversiones para bajar los costos pero no hizo mención alguna al riesgo de inundaciones, como sí la aseguradora y reaseguradora Swiss Re lo pondera en su estrategia para vender pólizas especiales. Uno de cada tres argentinos vive en áreas altamente expuestas al desborde de las aguas, calculó. Inundaciones, una catástrofe anunciada. Un preocupante pronóstico de inundaciones prolongadas en las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay presentó la aseguradora Swiss Re, en el que evaluó que las pérdidas económicas podrían totalizar US$ 3.500 millones y más de medio millón de personas, de los 11 millones que viven en el área, se verían afectadas. El curso del Paraná, sobre el que se extienden los puertos del complejo sojero donde se genera casi el 30% del PBI regional, amenaza con desbordes por las excepcionales precipitaciones continuas que se esperan, lo cual dejará sumergidas grandes extensiones de tierra a lo largo de ambos ríos, en el nordeste, incluyendo las ciudades de Rosario, Santa Fe, Resistencia, Corrientes y Paraná. Este último es el río más largo que atraviesa el país. Junto con sus principales tributarios, forma una cuenca que ocupa gran parte del norte y el centro argentinos, extendiéndose por un total de aproximadamente 2.600.000 km2. El eventual daño no sólo implicaría el desvío de recursos públicos y gubernamentales que serían necesarios para reconstruir la infraestructura y asistir a la población afectada -sostiene el reporte- sino que también dejaría a las pequeñas empresas de la zona en una situación delicada: edificios y mercancía dañada, interrupción de operaciones y el lucro cesante ocasionado perjudicarían la viabilidad económica de las mismas, por lo que miles de hogares necesitarían encontrar una forma para enfrentar los daños causados por la inundación. Llama la atención que frente a este panorama, en el marco del Coloquio de IDEA, el chairman de Nidera Argentina, Alejandro Figueroa, haya obviado el riesgo inminente de las inundaciones para referirse a “deudas pendientes desde la infraestructura. Siempre hablamos de una articulación entre lo público y privado. Muchas empresas del sector, incluida Nidera, hemos hecho importantes inversiones en la parte de la cadena logística que nos toca, puertos, embarques, áreas de almacenamiento, de forma de minimizar el costo logístico hacia nuestro cliente del exterior”, según expuso ante la periodista Silvia Naishtat. Otra demostración más de la frivolidad del publicitado evento anual. Con anteojeras enfocadas a la rentabilidad del negocio, exhortó al gobierno a “complementar esas inversiones privadas, que ya están operativas, con una mejora de la infraestructura que permita acceder desde el campo hasta la industria, es decir infraestructura vial, ferroviaria”, sobre las que ya se están dando señales con el plan Belgrano, sobre todo apuntando al Norte del país y ha tomado nota de esas necesidades”. Deberían hacerle llegar un ejemplar del estudio “El riesgo de inundación en Argentina”, desarrollado por la compañía proveedora de reaseguros y seguro Swiss Re, en la 2da. edición del Seminario sobre Inundaciones en Argentina (un tema que obsesiona a la gobernadora María Eugenia Vidal, por ejemplo), que se llevó a cabo el jueves 13/10 en en el Hotel Hilton de Buenos Aires. Concurrieron los ejecutivos de las principales compañías de seguros y representantes del sector público y juntos analizaron la oferta y demanda de pólizas contra el peligro de inundaciones en el país. “Hoy 1 de cada 3 argentinos vive en áreas altamente expuestas a inundaciones, llegando a un total de 14,2 millones de personas en todo el país. La mayor parte de la población que vive en zonas proclives a inundación se concentra en las regiones del Gran Buenos Aires, la Pampa y el Gran Chaco, representando el 65% de la población más expuesta”, evalúa el reporte. Advierte que, cada año, la economía podría perder alrededor del 0,15% del PBI debido a eventos asociados con inundaciones. “Si bien a primera vista este puede parecer un monto menor, representa una pérdida económica anual de US$ 700 millones. Con aproximadamente US$ 235 millones, la región del Gran Buenos Aires supone casi el 35% de esta pérdida anual esperada. La siguen las regiones de La Pampa y el Gran Chaco, con el 18% y 12% respectivamente de la pérdida anual esperada”, detalla. A lo que agrega a los polos industriales a lo largo y ancho del país en el alerta amarilla: 15 de los primeros 25 parques industriales están ubicados en áreas proclives a inundación. (Recalculando Adrián Mercado... ). En los últimos 50 años, 75 grandes inundaciones fueron reportadas en Argentina, afectando a 13 millon es de personas y causando más de 500 muertos. Con pérdidas equivalentes a US$ 22.500 millones desde 1980, las inundaciones son la catástrofe natural más costosa que afecta al país, ya que 58% de las pérdidas económicas generadas por catástrofes naturales están vinculadas a una inundación. Crecimiento económico y poblacional aguado Sea por la corriente del Niño, las represas, el desmonte del Amazonas y el recalentamiento, el crecimiento económico y poblacional, la urbanización, de cara al futuro, los aseguradores esperan que el impacto de las inundaciones en la estructura social y económica de Argentina se agrave. De acuerdo con estimaciones de las Naciones Unidas, en 2025 Argentina tendrá más de 45,4 millones de habitantes, con 93% viviendo en ciudades. La urbanización ha sido reconocida como el factor más determinante de la exposición a inundaciones. “Basándonos en una estimación de un crecimiento anual de 0,88% de la población urbana a lo largo de la próxima década, podemos esperar que 15,5 millones de argentinos estén expuestos a inundaciones en 2025. Esto significa un adicional de 1,3 millones si lo comparamos con los números actuales”, profetiza. De acuerdo con los pronósticos de Oxford Economics, el capital fijo crecerá en promedio 3% anual durante los próximos 10 años. Ya sólo debido a este crecimiento, la pérdida anual esperada aumentaría en US$ 250 millones durante la década siguiente, alcanzando los US$ 1100 millones en 2025. Tomando en cuenta los récords históricos de precipitaciones de los últimos 40 años, apunta el informe que la temporada cálida en Buenos Aires se ha vuelto paulatinamente más lluviosa, con precipitaciones medias que aumentan de 10% a 40% en las recientes 4 décadas. Las precipitaciones extremas de más de 100 m m en un lapso de 24 horas casi se duplicaron entre 1980 y 2000. Las proyecciones para las próximas décadas sugieren que el incremento general de las lluvias verificado durante los últimos 50 años en el este y el centro de Argentina continuarán por el resto de este siglo. Asimismo, se espera que los fenómenos climáticos extremos se tornen no sólo más frecuentes, sino también más intensos. Totalmente ajenos a la amenaza climática en ciernes, tanto el gobierno nacional, el bonaerense como las intendencias volvieron a hacer girar la rueda de la inversión infraestructura, con especial foco en las obras de sanidad, junto con las viales, una vez superado el abrupto parate de la obra pública desde el cambio de Gobierno de diciembre ante la necesidad de auditar las licitaciones públicas. Al ser el horizonte de corto plazo las elecciones legislativas del año que viene, el peligro de inundaciones no entró en el c iclo de inversiones en marcha. Así, el diario El Cronista Comercial recogió de fuentes oficiales que la Nación lanzó un plan de obras de la empresa estatal Agua y Saneamientos Argentinos SA por $ 2.800 millones, cuyo objetivo será equilibrar la cantidad de usuarios que tienen agua corriente con los que tienen cloacas. El lanzamiento de las obras está muy lejos de la prometida inversión de US$ 21.000 millones en agua y cloacas que auguró el Gobierno en su plataforma electoral, recuerda. Entonces, se pretendían tender 55 mil kilómetros de tubería para agua y otros 30 mil kilómetros de cloacas. Luego de que AySA se dedicara estos 6 meses "a mantener el servicio", tal como confirmaban fuentes del gobierno en off the record, las obras finalmente comenzaron a aparecer, de la mano del plan "Agua Más Trabajo". Con la nueva gestión es el Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (Enhosa) el encargado de coordinar los trabajos de extensión de redes y el municipio donde se haga la obra sea el impulsor. Según el plan oficial, Enhosa dispondrá el año próximo de $ 432 millones de pesos, de los cuales $ 278 estarán destinados a inversiones. Por otro lado, en la Provincia de Buenos Aires también está en marcha el Plan de Obra anunciado en agosto por la propia gobernadora Vidal, en la obra del Derivador 31, ubicada en Calle 530 y Avenida 31 de la ciudad de La Plata. El programa bonaerense prevé inversiones globales por $ 22.880 millones y promete para este año no sólo poner en marcha 1.300 obras, sino también generar más de 33.000 puestos de trabajo. A su vez, el distrito bonaerense sumará $ 50 mil millones en obra pública entre 2016-2017, según afirma el ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires, Hernán Lacunza. Estas acciones son apoyadas, a su vez, por otras inic iativas que las fortalecen para su mejoramiento. Entre ellas, se encuentra el proyecto de ley de "transparencia y buenas prácticas de la obra pública", promovido por subsecretario de Coordinación de la Obra Pública Federal del Ministerio del Interior, Obras Públicas y Vivienda, Ricardo Delgado. En las intendencias también existe un gran deseo de participación en materia de sanidad, aun cuando los fondos no son destinados por el municipio. Entre los últimos casos, está la localidad de Quilmes, que presentó el plan de urbanización del barrio Los Álamos. El proyecto, que desde el plan nacional de Hábitat están invirtiendo $ 220 millones de pesos, se basará en la instalación de agua potable, así como el mejoramiento del espacio público y del sector comunitario, informó su intendente, Martiniano Molina. Por otro lado, el municipio de Escobar se sum ó, mediante un convenio firmado con AySA, al plan "Agua + Trabajo", la mencionada iniciativa que además de posibilitar el tendido de la red de agua potable en zonas vulnerable, busca promover la inclusión social y generar fuentes de trabajo. El programa se ejecutará en un plazo de 90 días en el barrio San Miguel de Ingeniero Maschwitz, donde unos 7.000 vecinos no pueden aún acceder al servicio de agua corriente. Seguros con salvavidas Jens Mehlhorn, Head de Underwriting Latin America Swiss Re, fue el encargado de coordinar el desarrollo del estudio y señaló que “es muy importante que todos trabajemos para ofrecer a la población argentina seguros que se adapten a sus necesidades. Argentina tiene una muy baja penetración del seguro en el sector no vida (aproximadamente el 2% del PBI en 2015), ya que sólo entre el 15% y el 30% de los ho gares están cubiertos por algún tipo de póliza de seguro de daños a la propiedad”. Con la excepción del sector automotor y las grandes corporaciones, donde el nivel de cobertura de seguro es de mediano a alto, en todos los demás segmentos de mercado la cobertura de inundación es muy baja o inexistente. Para incentivar el debate durante el encuentro, se realizó una encuesta que permitió conocer la opinión del auditorio en relación a diversos temas, entre los cuales se destacan: -Un 61% cree que es posible innovar en un mercado soft, siempre y cuando que el producto se ajuste a las necesidades de los clientes. -El 42% sostuvo que la falta de conciencia sobre las inundaciones es el mayor obstáculo para aumentar la penetración del seguro en Argentina, seguido por un 36% - quienes creen que la causa principal es la falta de experiencia técnica de las compañías. También se debatió sobre el rol del Estado en la reducción de la diferencia existente entre las pérdidas económicas y aseguradas generadas por catástrofes naturales. -El 56% cree que no es competencia del Estado promover coberturas para catástrofes naturales, sino que deberían ser desarrolladas por el sector privado como cualquier otra cobertura. -Un 33% cree que el Estado debería subsidiar parte del premio de seguro, y el sector privado debería trabajar en desarrollar productos y mercados. -El 11% considera que las coberturas para catástrofes naturales deberían ser obligatorias, y las compañías de seguro deberían ajustarse a esa nueva condición de mercado. “El crecimiento poblacional, la urbanización y el cambio climático son los principales disparadores del aumento de la exposición al riesgo de inundación. En Swiss Re tenemos las herramientas, la capacidad financiera y el conocimiento para reducir la brecha de los riesgos existentes”, destacó Alessia Barachetti, Business Development Associate Swiss Re.

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