Inequidades y "pragmatismos" sobrevuelan la Casa Rosada
por Carmen Coiro - DyN
Cristina Kirchner --que hasta la semana pasada lanzaba medidas que iban a contracorriente, no sólo del sentido común, sino del camino elegido por el mundo desarrollado para tratar de atenuar los efectos del vendaval-- se vio obligada a reconocer públicamente que el mundo también existe.
No sólo fue ese el motor de un paquete de medidas sincronizado con los que se anuncian en la Unión Europea y en los Estados Unidos sino también el apremio por tratar de retener la iniciativa política a las puertas del primer gran test electoral, lo que la impulsó a permitir que otros pensadores, y no sólo su marido, pergeñaran alternativas.
Como la imagen del matrimonio "K" y de su entorno cayó en picada, esa certeza hizo virar el rumbo de una administració n que parecía decidida a impactar contra un iceberg.
Tras el anuncio del insólito pasaporte al blanqueo de capitales mal habidos y del perdón a los grandes evasores --otrora los enemigos irredentos del gobierno--, Cristina dio un giro de 180 grados a su sistema de manejar la cosa pública y difundió un plan cuyo propósito principal parece destinado, además de a salvar rubros empresariales que bordean el abismo, a colaborar con la clase media para que se mantenga en la superficie.
El plan de contingencia, que incluyó pequeñas rebajas a las retenciones que gravan el trigo y el maíz, planteó una importante corrección en el rumbo de la toma de decisiones.
La administració n enfrenta muchos desafíos, pero también las consecuencias del efecto bumerán de sus propios movimientos.
La expropiación de las jubilaciones privadas le aportó jugosos fondos que arriesga ahora con el flamante plan de contingencia que, paralelamente, le sumó una dosis de desconfianza del capitalismo local y extranjero.
Lo constató cuando comprendió --aunque sin admitirlo en voz alta-- que pudo haber ganado su pulseada con el campo, pero la victoria se convirtió en la peor derrota: hoy constata la sangría en la recaudación fiscal que tuvo su génesis en el error histórico de haber intentado castigar al sector económico que más divisas aporta.
El proyecto para blanquear capitales y perdonar a los peores deudores --que esta semana se someterá a la aprobación de los diputados-- permite verificar hasta qué punto puede llegar el mentado "pragmatismo" del mundo kirchnerista
martes, 9 de diciembre de 2008
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