lunes, 29 de marzo de 2010

TODAS LAS MEMORIAS.......


La Caja de Pandora - 29-Mar-10 - Editorial

http://www.lacajadepandoraonline.com/Editoriales2/97.html

Todas las memorias; una historia

por Malú Kikuchi

El 24 de marzo ha sido declarado por el gobierno K, feriado nacional inamovible. Es el "Día de la memoria". Lo del feriado no es fácil de entender, considerando las ideas políticas del gobierno, salvo que se refieran (¡esperemos!) al último golpe militar en nuestro país.

Porque si alguna vez volvemos a tener un presidente militar como Roca, Justo o Perón, que como ellos, sea a través de los votos. Así se entendería lo de "feriado".

En cuanto al "día de la memoria", esta vez, estamos de acuerdo con el gobierno y el uso que hace de las palabras. Ya que la memoria es la facultad mediante la cual uno recuerda un hecho del pasado. La memoria es un acto individual. Subjetivo.

Familias que viven en la misma casa, que al mismo tiempo comparten los mismos hechos, los recuerdan de distinta manera. Porque las situaciones personales son diferentes, por edad, estado de ánimo, nivel de atención, por gustos y deseos individuales. La memoria siempre es parcial. Depende de la circunstancia personal del que vivió un hecho determinado.

Mientras que la historia es el conjunto de los sucesos o hechos políticos, sociales, económicos, culturales, etc., de un pueblo o de una nación (*RAE). La historia es la suma de las memorias. O debería serlo. "Si la historia la escriben los que ganan quiere decir que hay otra historia" (Lito Nebbia). Y debe haber una sola.

Una historia que sume todas las memorias.

Hebe de Bonafini tiene su particular memoria sobre sus "magníficos hijos guerrilleros", que querían derrocar un gobierno constitucional, votado por el 61, 85% de los argentinos (Perón /Perón 1973), y pretende que en el museo de la "memoria" se exhiban los fusiles que usaban sus hijos. Los fusiles son para matar.

Los K tienen memoria de los "maravillosos muchachos idealistas" que secuestraban por plata, apresaban personas, las torturaban, las asesinaban, ponían bombas indiscriminadamente, hechos que su memoria olvida y desconoce. Deliberadamente, o no.

Los K parecen no tener memoria de los años en que "sus maravillosos compañeros de ideas" se la jugaban (mal, pero se la jugaban), años en que el matrimonio, militantes inmobiliarios de la 1050, echaron las bases de su envidiable patrimonio actual.

Los militares que derrocaron un gobierno constitucional, encarcelaron casi 5 años a una pobre presidente que nunca quiso serlo, ni supo serlo y que combatieron como pudieron, muchas veces horrorosamente, para salvar a la patria de un destino comunista, tienen sus propias memorias.

De un lado está la memoria de los que creyeron luchar heroicamente por un país más justo (en tiempos en que los obreros argentinos tenían los mejores sueldos de América Latina y la desocupación era sólo una palabra en el diccionario), adiestrados por la Cuba de Fidel y respaldados por el dinero de la desaparecida URSS.

Del otro lado está la memoria de la lucha heroica de los militares, defendiendo la patria de un enemigo externo, representado por cipayos argentinos, ERP, Montoneros y otros. No hay explicación posible para los desaparecidos; los cadáveres se entregan a los familiares para ser debidamente enterrados, y los bebés no se regalan como si fueran mascotas.

De los dos lados; memorias. En el medio, los DDHH. Derechos que ninguna de las dos partes respetó. Fue una cruenta guerra civil, pero aún en las guerras hay derechos que respetar.

Dice Rolando Hanglin en www.lanación.com (9/2/09) en: "Yo fui un zurdito del Nacional Buenos Aires", "Cuando éramos fervorosos militantes de izquierda, nunca nos interesaron los DDHH. Eran prejuicios burgueses. Eran principios que debíamos violar uno por uno, si pretendíamos realizar una verdadera revolución social con paredón, fusilados y eliminados".

"Aspirábamos a ser combatientes, no ciudadanos de la democracia burguesa. La democracia nos parecía una estafa y un vil negocio de marketing."

"¿Cómo fue que los guerrilleros implacables se convirtieron en devotos de los DDHH? Los DDHH eran propaganda yanqui [...] En mis tiempos los DDHH no tenían nada que ver con la izquierda: eran una bandera del enemigo burgués. No comprendo cómo se operó la mutación que estamos presenciando."

Es muy difícil de comprender. Se diría que imposible, y sin embargo, sucedió. Los argentinos lo permitimos. De la misma manera que en los 70 permitimos que sucediera todo lo que sucedió, de un lado y del otro. Somos responsables por acción o por omisión, pero lo somos.

Basta ya de contar muertos de un lado y muertos del otro. Basta ya de comparar los números de muertos. ¡Hablamos de personas, no de números! Es una falta de respeto para con los muertos, los presos, los torturados. Basta de revanchas y basta de venganzas. Esto no es justicia.

Basta de memorias subjetivas, por lo tanto parciales. Sumemos todas las memorias, las de un lado y las del otro y si hay más memorias individuales o colectivas, sumémoslas también. Entre todas las memorias sumadas, hagamos una historia común, una historia Argentina, que aunque atroz y sanguinaria, sea nuestra y sea real.

Y sobre esa historia común, despojada de mentiras y exageraciones, hagamos justicia, de un lado y del otro. Para poder dejar el horror de los 70 en el pasado, que es el lugar al que pertenece.

Permitamos que Argentina, la que amamos y la que aborrecemos, la Argentina de todos, amanezca finalmente en el 2010. El futuro espera, y sólo de nosotros depende.

Por una historia común formada por todas las memorias de los que vivimos los 70.

PD: A nivel personal, soy conciente de que a pesar de los imperdonables horrores cometidos por el proceso, de no haber ganado la guerra civil los militares, probablemente hoy estaría haciendo huelga de hambre en alguna prisión del tipo de las cárceles cubanas.

*RAE, Diccionario de la Real Academia Española.

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