domingo, 11 de julio de 2010

ALGO NO CIERRA


ALGO NO CIERRA
(Argentina, ¡país generoso!)

Por Malú Kikuchi (12/7/10)



El candidato Néstor K en 2003, declaraba ante la oficina anticorrupción un patrimonio de $6.300.000. En 2010 los Kirchner
declaran $55.500.000 (patrimonio del 2009), un “pequeño” aumento del 710% en 6 años. ¡Ameritan un Nobel en economía personal!

Como en la declaración del 2008, las cifras de ambos, no son coincidentes. Ella revalúa sus acciones hoteleras, él no. ¿Tienen el mismo contador? ¿Divorcio contable? Algo no cierra.

Según las encuestas no oficiales, Argentina tiene hoy un 31,2% de pobres y un 11,2% de indigentes, que son aquellos que no alcanzan a comprar la canasta básica. Un 40% de trabajadores están en negro, sin ningún tipo de cobertura social. El 76% de los jubilados cobra menos de $900. Mientras, los K incrementan su patrimonio en un 710%. Algo huele mal y definitivamente, no cierra.

Desde el 25/5/03, y hasta el 11/3/08 (resolución 125), el grupo Clarín y los K, mantuvieron excelentes relaciones. Es más, los K no hubieran sido los K, sin el apoyo del multimedios. Pero, de pronto, sobrevino un divorcio contencioso.

A partir de ese divorcio, se apeló a todos los recursos legales y no tan legales, para extraer el ADN de los hermanos Marcela y Felipe Noble Herrera, cuestión de demostrar que los hijos adoptivos de Ernestina Noble, dueña de Clarín, eran hijos de desaparecidos.

Se asistió a escenas humillantes, al atropello de los DDHH de Marcela y de Felipe, a la re victimización de dos inocentes que ya eran víctimas al ser huérfanos por la razón que fuera; Argentina asistió a un vale todo. El gobierno quería complacer a las Abuelas (sólo a partir de la 125), y probar la connivencia de Clarín con el Proceso Militar.

Como los ADN no coinciden con los del banco de datos genéticos manejado por Abuelas, aducen que se “contaminaron” durante el proceso. Nada es imposible, pero esto es casi imposible. No cierra.

En la embestida contra Clarín, tras 27 años de democracia (sin emitir juicio de valor sobre el tema), la viuda de Graiver reclama por la venta “compulsiva” de las acciones de Papel Prensa estando ella y la familia de su marido, detenidos en tiempos del Proceso Militar.

Si la venta fue forzada y la compra fue ilegal (1977), ¿por qué la espera para reclamar a los compradores, principalmente Clarín y La Nación, hoy diarios opositores? ¿No podía recurrir a la justicia en tiempos de Alfonsín, Menem, De la Rúa, Duhalde o Kirchner? ¿Recién con Cristina? ¿El actual poder judicial es más creíble? Algo no cierra.

El novel canciller, Héctor Timerman, asume el 22/6/10 y ante la pregunta sobre la embajada paralela en Caracas, responde: “no hay diplomacia paralela, sólo existe en la mente de algunos periodistas”.

Tres días después, el 25/6/10, De Vido, principal sospechoso en el caso Venezuela, admite “haber realizado gestiones paralelas ante el gobierno de Chávez ya que el embajador Sadous era un…(sigue una serie de insultos)”. Alguien del gobierno miente, algo no cierra.

El 25/6/10, Eduardo Sigal, subsecretario de Integración Económica Americana y MERCOSUR, envía un cable a Timerman alertando que las empresas Hidro Grube y EMA S.A., quedaron fuera del plan de reconversión energética venezolana. La queja implica a De Vido a través del secretario José María Olazagasti.

Reacción del ministro de RREE argentino: “me lo hubiera dicho a mi en vez de enviar un cable del que se enteró toda cancillería”. Y también se enteraron los medios. Para Timerman el problema no es la aparente corrupción de dejar empresas de lado “porque sí”, el problema es que la gente se entere. Moralmente, algo no cierra.

Declara De Vido a los medios, 10/7/10, “no hay problemas energéticos, sólo se corta a las empresas con contratos interrumpibles”. Pareciera que las empresas en estas condiciones son muchas ya que en los días fríos se cortó la provisión de gas al 50% de la industria.

“Se viene una ola de frío y los cortes serán totales para la industria”, dice el Comité integrado por Enargas y las empresas gasíferas (operativo de emergencia). ¡Paren el frío!, que algo no cierra.

¡Milagro!, los medios gráficos, radiales y televisivos notifican que en Cuba, nada menos que en ¡Cuba!, el paraíso, la Meca de los creyentes del comunismo, el ideal que intentaron imponernos violentamente “los maravillosos muchachos idealistas” de los 70, ¡en Cuba!, hay presos políticos. De no creer.

Gracias a los buenos oficios de la Iglesia y de la diplomacia española, esta última respaldada por las enormes inversiones en turismo que ha hecho España en la isla, los Castro, magnánimos, prometen conceder la libertad a 52 presos políticos cubanos.

Los presos de conciencia, todos pacíficos, siendo sólo culpables de exigir libertad y algunos de comunicar al exterior la terrible situación en que sobreviven los disidentes, tendrán que abandonar Cuba luego de ser liberados. Los recibirá España.

Ni el gobierno, tan amigo de Castro, -la presidente no cejó hasta tener una foto con Fidel; Rafael Bielsa le compuso un poema siendo canciller-, ni las ONG dedicadas a la defensa de los DDHH, ni Hebe Pastor que exige con palabrotas la libertad de los terroristas de la ETA o de las FARC (que no son presos políticos, son asesinos presos), ninguno de ellos ha dicho nada sobre los DDHH en la isla.

El propio gobierno cubano, al admitir que hay pesos políticos, ha confirmado que en Cuba, el que piensa diferente, es prejuzgado, condenado y torturado. Los Castro prohíben pensar diferente.

Siendo testigos de la “vocación justiciera en la irrestricta defensa de los DDHH en el país”, llama la atención el silencio. Se nota que en Argentina lo que cierra por derecha, no cierra por izquierda.

Demasiadas cosas no cierran en nuestra Argentina. Mentiras, corrupción y trampas, todo a la vista. Están convencidos desde el gobierno que el pueblo no entiende, no se da cuenta, no ve, no escucha. Pero vota.

El gobierno debe enterarse a través de todos los medios legales a nuestro alcance, que no compramos vidrios de colores, y que si ellos no crecieron como dirigentes, nosotros como ciudadanos, sí lo hicimos.

Como ciudadanos concientes de nuestros derechos y deberes, tenemos que denunciar ante la justicia todo aquello que no cierra, justamente para que no le cierren el futuro a la patria.

Podemos. Debemos. De nosotros depende.

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