jueves, 1 de julio de 2010
ANIVERSARIO DE PERÓN
1 de julio, aniversario de la muerte del general Juan Domingo Perón
Compañeros:
Porque solamente puede morir lo que puede ser olvidado, el General Perón no podrá morir jamás, porque jamás será olvidado por el pueblo a quién el dignifico como un acto de reparación y de integración que él creyó indispensable, para lanzarlo después a la búsqueda de sus grandes destinos.
La bandera que él fue para los humildes y desposeídos, y que hoy pareciera plegada, será nuevamente desplegada por el pueblo entero que la tomará decididamente en sus brazos, para llevarla al triunfo, en el juramento de servirla con lealtad hasta el límite del propio sacrificio.
Perón fue único, un elegido, un mimado de los dioses, diría un clásico, que regó al país con obras y realizaciones que proyectaron a la Nación hacia su más ambiciosa perspectiva.
Vivió para servir a su pueblo y por esa vía a todos los pueblos.
Los humildes se reconocen en su preocupación y le otorgaron su fe por más de 56 años. Ardió de pasión por el destino de su Argentina y de Latinoamérica.
Se dio en el, esa síntesis extraña de quién es capaz del pensamiento, la emoción y la pasión realizadora.
Fue único también, en su capacidad para dialogar con las multitudes y decirles las palabras precisas, en el momento adecuado.
Vino a los suyos, de su obligado exilio, porque tenía impaciencia para vernos de nuevo haciendo historia, cuando el ya lo era..., y muchos no lo reconocieron.
Perón murió, es cierto, tan cierto como que vive en cada esperanza despertada, en cada vocación de grandeza que anide en un corazón argentino.
Vive! en el entendimiento entre el capital y el trabajo que asegure justicia en la distribución y margine la sangre y la violencia.
Vive!, porque cuando un país se da cuenta de que tuvo un conductor que lo reconoció como su único heredero, quién en su sencillez para expresarse se mostró siempre como uno más, no perece porque haya concluido su simple existencia material.
Vive!, porque el pueblo que hoy está sufriendo necesidades y padeciendo inequidades, sabe que es únicamente el peronismo el que puede acabar para siempre con la miseria, la marginación social y la injusticia.
La hora 13 y 15 de aquel fatídico 1 de julio de 1974, marcó el momento definitivo de su desaparición; pero al mismo tiempo, señaló el inicio de una nueva etapa, legándonos el mensaje justiciero de su Doctrina Nacional, que ratifica como base doctrinaria, a las tres banderas de siempre: Soberanía política, Independencia económica y Justicia social, .a las que agregó una más, la del nacionalismo cultural y la defensa de la identidad nacional.
Compañeros, como dije al comienzo, solo muere lo que puede ser olvidado, y el General Perón jamás será olvidado porque vive en nosotros, reside en su pueblo y en nuestra doctrina, que es la suya. Su semilla quedó en el pueblo para que la hagamos germinar al calor del esfuerzo conjunto.
Perón vivió su vida de tal suerte, que vivo quedó en nuestra mente.
En azul y blanco,
Hugo César Renés
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1 comentario:
PRIMERO DE JULIO
"Vengo descarnado
a morir en la Argentina"
Envuelto en tristeza
el corazón soporta
la última pena.
Deslizo mi velo,
la conciencia trepida,
y una voz aclama:
He aquí el sacrificio,
he aquí la audacia.
No hay llanto, ni grito,
sólo un paso
hacia la inmortalidad.
Rosalía
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