sábado, 10 de julio de 2010

ARTICULO 2 DE LA CONSTITUCIÓN


¡SEÑORA!, LE RECUERDO LA LECTURA QUE DEBERÍA HACER RESPECTO AL CONTENIDO DEL ARTÍCULO 2º DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL.



Y cómo no me gusta adjudicarme conceptos que no me pertenecen, le transcribo los que encontrara a través de un conocido “buscador”; (sic): “El artículo 2º de la Constitución Nacional, confiere a la Iglesia Católica Apostólica Romana, una situación de preferencia frente a las demás religiones, respondiendo al sentimiento mayoritario del pueblo argentino. Esto no significa, sin embargo, que la Católica sea la religión oficial del Estado. El verbo “sostener” utilizado en el texto, no solo significa que el gobierno federal debe contribuir a financiar los gastos de mantenimiento de la Iglesia Católica. Dicho verbo tiene contenido mucho más profundo, como expresar el reconocimiento de que la católica, es la religión que profesa la mayoría del pueblo argentino, y al mismo tiempo declara la vinculación existente entre la Nación y la Iglesia Católica. No afecta para nada el principio de libertad de culto (art. 14) sino que reconoce la libertad religiosa que es profesar libremente su culto, pero no la igualdad religiosa que se ve en la supremacía o privilegio de una religión sobre otra, como en el caso de la Católica”.

Y es esto, palabra más, palabra menos, es lo que les quería recordar tanto a Ud. como a su esposo, evidentemente EMPEÑADOS en confrontar permanentemente con la Iglesia Católica Apostólica Romana, que implica lisa y llanamente confrontar con la mayoría del pueblo argentino que les ha delegado la sagrada misión de representarle. Y por favor, entiéndalo bien, señora; ¡REPRESENTARLE!.

Ocurre que a medida que transcurre su gestión, sumada a la anterior de su atribulado consorte, resulta más que evidente el que hayan olvidado la condición de MANDATARIOS que les confiriera su MANDANTE, el pueblo Argentino.

Ud. y su esposo, señora, carecen legitimidad para modificar la naturaleza o esencia de una sociedad integrada por cuarenta millones de almas; sí en cambio, para mantenerla y consolidarla. De no ser así, habrán traicionado el Juramento prestado ante la Patria, que algún día se los demandará.

Ricardo Jorge Pareja

parejaricardo@hotmail.com

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