EL ÑOÑO MAOISTA DESAYUNA CON VINO

EN UNA CENA DE LA IZQUIERDA K

Zannini advirtió sobre operaciones militares contra el gobierno

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Por Alexis Di Capo para el Informador Público

Anteanoche el bodegón Cuatro Tazo, en Brasil y Caseros, congregó a unos 200 dirigentes kirchneristas de una docena de provincias para escuchar a una cabecera compuesta por el Secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini, el Ministro de Trabajo, Carlos Tomada, Jorge Rachid, Carlos Rossi y Carlos Daffunchio, Secretario General del MTD Aníbal Verón. Sentada más lejos de la cabecera se la vio a Olga Riutort, la ex de José Manuel de la Sota. En una salón setentista decorado con fotos de escenas de represión y desaparecidos, Daffunchio culpó -una vez más- a Eduardo Duhalde y a la SIDE por las muertes de Kosteki y Santillán. Y agregó que, si la estabilidad del gobierno llega a peligrar, “habrá que tomar las calles para respaldar a Cristina”.



Riesgo militar, otra vez

Cuando le tocó el turno, Zannini empezó rememorando sus tiempos de preso en Córdoba durante el proceso militar para luego homenajear al dirigente de izquierda Oesterheld. Lo que siguió sobresaltó a los comensales. El hombre fuerte del entorno presidencial se refirió a la declaración de Jorge Rafael Videla en el juicio oral que por delitos de lesa humanidad se le sigue en Córdoba. Allí afirmó, por primera vez: “Asumo mi responsabilidad en la guerra interna, mis subordinados se limitaron a cumplir mis órdenes.” Y agregó: “Reitero y asumo en plenitud mis responsabilidades castrenses en todo lo actuado por el Ejército Argentino en la guerra en contra de los subversivos”. Zannini señaló que, de acuerdo con las primeras evaluaciones del gobierno, el gesto del ex presidente es un reconocimiento a los cuadros medios y bajos del Ejército que puede dar pie “a un levantamiento en armas para unirse a esta Unión Democrática que es la oposición”. Algunos de los dirigentes presentes analizaron en la sobremesa el dramatismo de Zannini. Aparentemente, circularía en Olivos un informe de inteligencia que menciona la multiplicación de reuniones políticas en algunos casinos de oficiales y cierta efervescencia en la oficialidad más joven. El paso dado por Videla para reconciliar a los altos mandos del proceso con las nuevas generaciones militares podría tener entonces, según cree el kirchnerismo, derivaciones graves. Otras fuentes, en cambio, señalan que los Kirchner estarían dispuestos a manipular la opinión pública agitando hipotéticos complots militares.